Bienvenidos

La apertura de este espacio, conlleva la intención de interactuar con los lectores de la revista Semanario del Meridiano 107, conocer sus opiniones, enriquecernos con sus comentarios y complementar nuestros servicios editoriales.
Este sitio se ve mejor con Firefox de Mozilla. Descarguelo haciendo click aqui.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Tras las huellas de… Miguel Hidalgo


1.-Con el Bicentenario llegó una fiebre «desmitificadora» del llamado Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla, libros, películas y series de televisión, van encauzadas a un acercamiento más puntual a la realidad de este personaje, que como se dice en los discursos oficiales, nos dio Patria. Sin embargo, aún se mantiene un importante grado de pudor sobre este interesante personaje, sobre el que se merece más de una reflexión. La fiebre que mencionamos pone gran énfasis en características del personaje que lo «humanizan»; era como Juan Charrasqueado: borracho, parrandero y jugador. Esta tarea de ponerlo más al alcance y bajarlo del pedestal, parece quedarse ahí. Efectivamente Hidalgo era un hombre inteligente y dado a la vida en el mejor sentido de la palabra y su inclinación al sacerdocio, se da más por razones de un quehacer económico y una búsqueda en la sociedad, que en  la vocación de don Miguel.
2.- Parece audaz y crítico el enfoque que sobre todo la televisión y el cine están dando al personaje, pero se olvidan de su visión social: sabe interpretar bien los anhelos de los desposeídos y esa faceta, aun cuando se encuentra en el discurso oficial, no ha sido lo suficientemente estudiada y contextualizada para entender nuestra realidad hoy, que para ello contribuiría el conocimiento histórico. Hidalgo merece un mayor estudio y acercamiento más puntual a su época y las circunstancias que lo rodearon. De esta reflexión, podría surgir muchas cosas nuevas, por ejemplo quitarle la carga de ser el Padre de la Patria, es mucho para un hombre solo, tal vez sea el momento de hablar de los padres fundadores o de la patria y en ellos dar su lugar a Morelos, Matamoros, Allende, Leona Vicario, en fin a por lo menos una docena que fueron fundamentales.
3.- También debemos hacer estudios sobre su iconografía, y acabar con la idea del ancianito de pelo blanco y amplia calvicie. Hay una descripción muy cercana al estallido insurgente de Lucas Alamán, quien lo conoció en su casa y lo recuerda de mediana estatura, cargado de hombro. Ojos verdes y pies morena quemada por el sol, ya que le gustaba mas montar a caballo que decir misa, de hecho cuando le fue asignada una parroquia que daba buenos dividendos , como la de Dolores Hidalgo, subcontrató las misas a otro padrea, para el dedicarse a lo que realmente le gustaba. Su pelo era largo, pero no al grado de poderse hacerse cola de caballo y cano, muy cano, pero no blanco como la nieve, nariz aguileña y ojos de sátiro.  De votas empolvadas y sotana en las mismas condiciones por su gusto por la vida sobre el caballo.
4.- Que se acabe también el mito de que era un hombre influido por las ideas de la Ilustración, tenía ideas más avanzadas el obispo Abad y Queipo, que si leyó a Rousseau a Diderot y los enciclopedistas franceses y terminó excomulgando a Hidalgo, aunque no fue valida su acción, por no ser obispo ratificado por Roma, por su condición de hijo natural. A don Miguel, por cierto nieto de clérigo —corría en la familia—, le gustaba el teatro francés del siglo XVII y ciertamente era culto y su campo más importante del conocimiento es la teología, era un gran teólogo, situación que nada tiene que ver con su falta de vocación clerical. También eso de que fue rector de la universidad Nicolaíta, debe aclarase que lo fue por alrededor de un mes, no lo aguantaron más. Era un hombre de su tiempo y jugó su papel lo mejor que pudo, eso es, no queramos más.  (Rodrigo Borja).

No hay comentarios: