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lunes, 2 de noviembre de 2015

La visita papal


La posibilidad de que el papa Francisco visite nuestro país el próximo mes de febrero y entre los puntos que toque sea nuestra ciudad, ha despertado grandes expectativas en toda la entidad, pero sobre todo en la frontera.

De viva voz el papa Francisco, mencionó su interés por Ciudad Juárez, cuando hace unas semanas al terminar su visita de seis días a los Estados Unidos, comentó que originalmente su intención era llegar al vecino país del norte, entrando por nuestra frontera. Lo que lo hizo cambiar de opinión, fue que la reanudación de la relaciones entre Cuba y los EE. UU., le hicieron cambiar de opinión y le pareció pertinente enmarcar la visita como un signo más de la reconciliación entre los dos países, reconciliación que por otra parte fue auspiciada por la diplomacia vaticana.

Lo primero que se dijo fue que Juárez, no tenían la infraestructura necesarias para recibir una visita de esta envergadura, que podría convocar a más de un millón de personas, lo cual ni entre los cuartos de hotel de Juárez y El Paso juntos, podrían dar abasto a una demanda de estas dimensiones.

Nos olvidamos que en 1992, el papa Juan Pablo II, estuvo en la ciudad de Chihuahua y en el gran terreno baldío que había frente a la central camionera, se organizó un gran campamento para recibir a los visitantes que llegaron con días de anticipación y el evento resultó todo un éxito y los cuartos de hotel de la ciudad capital eran menos o un número similar a los que sólo Ciudad Juárez tiene.

La probable visita de Francisco no significa ningún problema para la ciudad en el sentido de que no exista un lugar en el que se puedan congregar más de un millón de personas, lo cierto es que con la dispersión de la ciudad hay muchos espacios enormes para que con la estrategia y logística adecuada puedan soportar una concentración de un millón o más de personas.

Ojalá y el Papa pueda estar en esta frontera campeona de la resiliencia en el mundo, mucho ayudaría a alentar a los pobladores de esta golpeada ciudad.

Que no haya temor sobre cómo se podrá resolver la logística para atender a una muchedumbre nunca vista en nuestra frontera, si superamos los años 2008, 2009 y 2010, estamos listos para organizar una mega concentración humana.

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