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martes, 18 de octubre de 2016

Crónica



Abelardo Pérez Campos y Teófilo Borunda fueron cómplices en el robo de un puente en Parral

•Se trató de un «hurto»  con fines de utilidad pública y lo puso Pérez Campos sobre el río Verde en el municipio de Temósachi •Y allí está impresionante, la mole de fierro y acero, entre Tosánachi y Cocomórachi en el camino entre Matachí y la sierra •Por concesión de Luis Terrazas lo construyeron Federico Sisniega y socios en 1898 para ir de Chihuahua al Barrio de Santo Niño •Teófilo le falló  a Abelardo: no hizo el puente del río Papigóchi en Matachí realizado después por el gobernador Oscar Ornelas

Por Jesús González Raizola*
Siete meses antes de que el gobernador Teófilo Borunda concluyera  su mandato (1956-1962) el entonces muy joven en inquieto comerciante serrano llamado Abelardo Pérez Campos, le pidió al mandatario estatal que le regalara el puente de fierro que comunicó a Chihuahua con la Colonia Industrial, retirado y desarmado para canalizar el río Chuvíscar  y que estaba tirado  al lado de la carretera Panamericana frente al Panteón de Parral.
El alcalde parralense Manuel Primo Coral se lo pidió a Borunda   para comunicar el barrio del Cuartel de Pancho Villa con la plazuela Independencia pero por angas o mangas nunca lo instaló, por lo que Pérez Campos, que con frecuencia pasaba por allí  en su trabajo de comerciantes en mayoreo, lo veía con tristeza y soñaba verlo en el río Verde por donde pasaba el único camino que llevaba a la sierra occidental desde Matachí  hasta Ocampo y Yepachi.
Muchas veces Pérez Campos y los viajantes esperaron hasta una semana a que bajara la «crecida» del río Verde y poder cruzarlo. Allí se requería el puente, no allá tirado, olvidado, como había estado largo tiempo en Parral.
Terco como era Abelardo por fin logró que su amigo el gobernador Borunda, un buen día, le insinuara, «aquí entre tú y yo», que fuera y lo hurtara, sin que eso  fuera una  autorización, pues si el plan fallaba, el ministerio público aplicaría a Pérez Campos todo el peso de la ley  por robo y sustracción de un bien, propiedad del estado de Chihuahua.
Ejecutivo y práctico como era Pérez Campos, con lujo de detalles organizó el «robo», y el puente anocheció pero no amaneció y el alcalde  de Parral hasta una semana después vino a Chihuahua a denunciar  tal «hurto», y lo que obtuvo fue un regaño del gobernador que no «concebía» que alguien hubiera sido capaz  de robar un puente  con peso de cincuenta toneladas.
Muerto de risa, platicaba Pérez Campos que le dijo el gobernador que le había dicho al alcalde de Parral: «Mire presidente: no soy ningún ingenuo y váyase con ese cuento a otra parte ¿A poco cree que voy a creerle que le robaron el puente? No hombre. No me venga con esos cuentos».
Hombre de palabra, Pérez Campos no reveló aquel «entre tú y yo» habido entre él  y Teófilo Borunda hasta casi cincuenta años después , cuando toda posible «acción penal» había prescrito, aunque don Teófilo todavía vivía en Ciudad Juárez y Abelardo seguía platicando con  El Tempranillo  mediante conversaciones telefónicas
Precisaban Pérez Campos que el «trato» era que él  pondría el puente robado en Parral sobre el río Verde; y que Teófilo, gobernador,  mandaría construir el puente sobre el río Papigóchi en Matachí, para que así quedara el circuito  comunicativo  sin interrupciones aun en tiempo de lluvias, pero Teófilo «se rajó», no hizo el puente convenido, mismo que se realizó, por la terca insistencia de Pérez Campos, en el mandato del licenciado Oscar Ornelas.
Chihuahua, 2016.

*Premio Nacional de Periodismo 1973

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