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martes, 10 de mayo de 2011
Manotazo de Peña Nieto a Beltrones
Por Rodrigo Borja
Diputados identificados como peñistas, declararon en corto, sin embargo trascendió, que la llamada Reforma Política que el Senado acababa de aprobar, no pasaría, lo dijeron antes de recibir oficialmente la propuesta, esta actitud, fue interpretada de inmediato, como el cumplimiento de un mandato de Enrique Peña Nieto, quien mantiene un gran número de diputados afines.
Se cumplió el trascendido, los diputados priistas, decidieron que requerían de tiempo para analizar la ley, misma que ya había sido ampliamente difundida por medios de comunicación en sus líneas principales y había servido de escaparate para el senador Manlio Fabio Beltrones, quien se presentaba y al parecer había sido el gran articulador de esta reforma política.
La acción fue interpretada como una maniobra política por parte del peñismo, que no quiere ver el crecimiento de un oponente en su proyecto por llegar a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia de la República el 2012 y el único que se le ha puesto enfrente al gobernador del Estado de México, es precisamente Manlio Fabio Beltrones.
La reforma
El Senado aprobó reformas a la Constitución en materia política, las cuales se dieron a consecuencia de las 18 iniciativas presentadas del 13 de octubre de 2005 al 2 de diciembre del mismo año. Nueve de las 18 fueron hechas por legisladores provenientes de corrientes de izquierda (PRD, PT y Convergencia), una por el Congreso de Michoacán (PRD), una por el Congreso de Tlaxcala (PRI), dos por legisladores del PAN, una del Ejecutivo Federal y cuatro por legisladores del PRI.
La reforma busca incorporar al texto constitucional figuras como el plebiscito, referéndum, iniciativa ciudadana y candidaturas independientes, reelección consecutiva de los diputados por tres períodos y de senadores por dos, entre las más sobresalientes. Las fuerzas políticas que integran el Senado, luego de año y medio de deliberaciones, se pusieron de acuerdo en la reforma posible y no en la óptima, dejando los puntos controversiales o en los que no se ponían de acuerdo para después. Entre los puntos en que no hubo consenso, fue en lo referente a la segunda vuelta electoral y la reducción del número de diputados y senadores.
Entre los puntos que mejor fueron recibidos está la incorporación de nuevos derechos de los ciudadanos: iniciar leyes, votar en las consultas populares y convocar a éstas, ser votado para todos los cargos, inclusive en forma independiente sin necesidad de estar respaldado por un partido político (candidaturas independientes).
La iniciativa ciudadana concede el derecho a los ciudadanos de presentar iniciativas de ley, cuando sean firmadas por el 0.25% de los inscritos en la lista nominal de electores, es decir, 189,531 personas deberán suscribir la iniciativa para que, al menos, pueda formar parte de la agenda legislativa.
La reforma política posible fue pues aprobada por todos los partidos en el Senado, pero el hecho de que la misma se adjudicara a la labor política de Manlio Fabio Beltrones, fue suficiente para que los diputados peñistas la hayan «atorado» con el pretexto de que requieren tiempo para su estudio.
Con el «atorón» de Peña Nieto, le están dando calidad de precandidato presidencial a Manlio Fabio Beltrones, y en la carrera del 2012 ya no está oficialmente solo Peña Nieto, el atorar la Reforma Política puede obrar en contra del mexiquense, que puede ser visto como un político retrograda y por otra parte el sonorense, como la encarnación del reformismo que necesita el país.
La actual situación pone ante la opinión pública a un Beltrones avanzando la modernización de las instituciones políticas y Peña conteniendo cualquier reforma que impida la modificación del viejo e ineficaz Estado priista y viendo la restauración del pasado tricolor. Un «atorón» a Beltrones, que puede resultar contraproducente a Peña nieto, su orquestador.
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