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martes, 10 de mayo de 2011
Tras los pasos de Karol Wojtyla
1.-Los más íntimos colaboradores de Juan Pablo II, ahora beato y muy pronto santo se apresuraron a beatificarlo solemnemente en la Plaza de San Pedro de Roma. Desdeñando las leyes canónicas que estipulan cinco años, mínimo, para empezar un proceso de beatificación. Desdeñando los controversiales casos de pederastia en la Iglesia denunciados durante la papado del polaco y alegando que Karol Wojtyla lo desconocía porque fue engañado, de ser cierto esto, quienes hoy lo elevan a los altares, son quienes lo engañaron, lo cual por lo menos hace de esta beatificación, un asunto aún más controversial, ya que entre quienes lo hubiesen engañado está Joseph Ratzinger, el actual papa, quien encabezó la investigación sobre el padre Marcial Maciel.
2.-Recordemos que el Viernes Santo de 2005, Benedicto XVI habló a propósito de los casos de pederastia: «Señor, tu Iglesia se asemeja a una barca naufragando, una barca que hace aguas por todas partes, […] Sus vestiduras sucias y su rostro manchado nos entristecen y perturban. Pero somos nosotros mismos los que la hemos ensuciado…». El historiador de la iglesia Michael Walsh se pregunta si era «necesario o conveniente beatificar a Juan Pablo tan pocos años después de su muerte, dado que la mayoría de los participantes en el proceso, incluido el Papa actual, de algún modo le deben sus puestos al pontífice difunto y por lo tanto cabe dudar de su imparcialidad».
3.-Para millones de católicos Juan Pablo II ejercía una fascinación. «Sin duda era una personalidad carismática y en su funeral hubo clamores de 'santo súbito'», escribió Walsh en la revista católica liberal británica The Tablet. «Pero eso difícilmente justifica que la Congregación para las Causas de los Santos haya dejado de lado su cautela tradicional para acelerar el proceso con una prisa que nos parece impropia e inoportuna». Juan Pablo II, había actuado de manera similar al beatificar a Teresa de Calcuta, violando, los tiempos que la ley canónica marca. De hecho elevó a los altares a una cantidad tal de santos y beatos, que en estos menesteres quedan en segundo lugar en la historia de la Iglesia, entre ellos un buen número de paisanos polacos.
4.-Pero bueno, al margen de la sombra que significa su protección a pederastas. Juan Pablo II ya está en camino de la santificación, lo cual para la Iglesia, al parecer era una necesidad dado que el anterior Papa, era muy mediático y goza de gran aprecio entre la feligresía. Al margen de todo lo anterior y sólo aprovechando el viaje, reiteramos nuestra postura en el sentido de que ninguna calle de Ciudad Juárez, debería llevar su nombre o por lo menos no la Avenida Cuatro Siglos, ya que las calles deben contar la historia de la ciudad y Juan pablo II, nada significa en la historia de esta frontera y sin embargo el festejar los cuatro siglos del paso de Juan de Oñate, por estas tierras, si merecían la celebración. (Rodrigo Borja).
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