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martes, 17 de mayo de 2016

Crónica


¿Qué ya no hay diputados
 como Pérez Campos?

Por Jesús González Raizola*
Ahora que leí en la mitad superior de la página 6-A local del sábado 19 de diciembre de 2015 en El Heraldo de Chihuahua, la nota presuntamente informativa pero más mal escrita que haya leído en  vida, firmada por Angélica Bustamante del periódico El  Mexicano de Ciudad Juárez,  ¡Cómo! Recordé al diputado Abelardo Pérez Campos quien por el distrito de Guerrero ocupó de 1970 a 1973 una curul en la Cámara de Federal del 48 Legislatura del Congreso de la Unión.
El encabezado: «Del Programa Amigo. No dejan aduanales repartir volantes a diputados federales».
Ese encabezado puede considerarse lo más claro el galimatías fallidamente informativo de la nota de marras. Y el texto: «Chocaron con los diputados federales, hasta los regañaron y les negaron el paso y el volanteo en área federal (…)  que fueran con el administrador de la aduana para tener un respeto a su persona y pedir permiso (…) a lo que los diputados federales manifestaron que no había necesidad de hacer eso (…) y sí lo tuvieron que hacer (…) Los diputados federales agredidos y hasta insultados, Fernando Galván Martínez (PRD) Zacatecas, Alfredo Basurto Román (Morena)Zacatecas,  Leonel Gerardo Cordero Lerma (PAN) Zacatecas, Cristina Jiménez (PAN) Chihuahua (…) Por lo que luego de hacerse de palabras, les dijeron que no se podían parar en ese lugar y los diputados se vieron en la necesidad de hablar ellos mismos a los teléfonos que tienen para quejas de los paisanos (…)
De tan pobre acción diputadil observada en Juárez diría Pérez Campos, si viviera, que se trata de vulgares burócratas que ignoran que por su calidad de Representantes Populares son derechosos de excusiones y privilegios que en conjunto constituyen fueron constitucional.
Su calidad de Representantes del Pueblo les otorga ese fuero, que no es para evitar ser encarcelados por emborracharse en la vía pública sino para actuar,  sin trabas, sin obstáculos, en actos de soberanía en acciones legales a favor de la ciudadanía; y el «volantear» en apoyo a los paisanos que viajan hacia el interior del país, es un actor a favor del pueblo, de los visitantes, y nadie, absolutamente nadie, puede atreverse a impedirle a un diputado ejercer ese derecho y la soberanía que le permite su fuero constitucional.
«El fuero es para eso», decía Pérez Campos.
«El fuero es para actuar como diputado, sin trabas, sin limitaciones cuando se cumple con lo que demanda ser representante popular».
«El fuero te da inmunidad, derecho pleno, al elevar propuestas de Ley, proyectos legislativos, o críticas a ejercicios indebidos de la función pública».
«El fuero es para abrirle puertas al pueblo que no puede hacerlo».
 Decía Pérez Campos:
«El fuero es para defender al ciudadano, a todos los ciudadanos, en sus derechos conculcados».
«Por mi fuero le estrellé su cenicero en el vidrio de su escritorio al secretario Bravo Ahuja, de Educación, cuando me negaba escuelas técnicas y secundarias agropecuarias para Chihuahua por llevárselas todas a su tierra Oaxaca».
«No nomás Oaxaca es México. También Chihuahua es México. Y le aventé el cenicero contra el vidrio del escritorio y no me pasó nada. No podía pasarme nada. Para eso es el fuero. Y lo que tuvo que hacer fue doblar las manitas y autorizar todas las escuelas de ese tipo que yo le solicitaba», platicaba emocionado y satisfecho de saber usar su fuero el entonces diputado federal Abelardo Pérez Campos.
Por parte de quien escribe comenta:
Pobrecitos diputados del programa Bienvenido Paisano a los que los simples policías fiscales (que no agentes aduanales, que son otra cosa totalmente diferente) los regañaron, les impidieron volantear, y ellos, los diputados y diputadas, se quedaron tan tranquilitos.
Penoso ¿verdad? Vergonzoso ¿verdad?
Ahora, para quienes confunden la gimnasia con la magnesia:
Un agente aduanal es una persona que ostenta legalmente una patente oficial para tramitar solicitudes de importaciones, exportaciones y toda clase de actividad relacionada con los medios aduanales y el fisco.
Los que regañaron a los diputados son policías fiscales, No agentes aduanales.  ¿Queda claro?


*Premio Nacional de Periodismo 1973

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