Por Rodrigo Borja
El
martes 8 de julio alrededor de las dos
de la tarde se realizó una prolongada reunión en la «sala de presidentes» de la
presidencia municipal, fue con carácter de urgente y la conclusión última es
que pasando el primer informe de gobierno habrá un ajuste drástico en el
gabinete, se habló de la salida de al menos cuatro directores generales.
En la
reunión estuvieron algunos de los funcionarios más cercanos al presidente
Enrique Serrano Escobar, Alfredo Aguirre Carrete, Jorge Mario Quintana
Silveyra, Guillermo Terrazas Villanueva, José Vidrio y quien llevó la reunión
fue el jefe de asesores, el profesor Guillermo Narro Garza.
¿Qué
está pasando?, fue la pregunta a responder, la que los ocupó por lo menos dos
horas, lo que habla de lo abrumado que se siente ante los problemas del
municipio el presidente municipal Enrique Serrano Escobar, quien siempre ha
afirmado que una reunión de trabajo de más de cuarenta minutos resulta inútil,
por lo cansada, que los más efectivo es tener reuniones muy ejecutivas de de 30
ó 35 minutos.
La junta
de trabajo se realizó en plena vorágine sobre los múltiples señalamientos en
todos los medios de comunicación, sobre la irregular manera de trabajar de la
asesora en seguimiento de proyectos ejecutivos Alva Almazán.
Más de
uno de los que estuvieron en la reunión, que fue creciendo en participantes, conforme se desarrollaba, hablan de lo
abrumado que se percibía al presidente municipal, por la escalada de señalamientos
de la prensa, que hacen ver a la administración municipal como ineficiente,
indolente y sin rumbo.
La
cadena de barruntos es muy larga, pero en las últimas semanas se convirtió en
la nota diaria de los medios de comunicación, ya sea por el fraccionamiento de
Las Arecas, que se construía sin el permiso correspondiente y se habló también
de que se levantaba en un terreno poco apropiado para la construcción de casa
habitación, por estar en terreno inundable. La pinta del Cerro por una
agrupación religiosa y el rosario de acusaciones contra Alva Almazán que van
desde la contratación discrecional de cursos de capacitación para policías, que
resultaron en meras pláticas motivacionales; la compra de chalecos antibalas
que se ha señalado están caducos y fueron adquiridos con un sobre precio que
supera el millón doscientos mil pesos, en caso de tratarse de chalecos en
condiciones de dar seguridad, de no ser así el sobreprecio es inimaginable;
también fue motivo de escándalo la compra de un casa de por lo menos cinco
millones de pesos en Campos Elíseos, por parta de la ex diputada.
El
alcalde al parecer está agobiado también por la presión, no únicamente de los
medios de comunicación, sino de grupos de ciudadanos, por el retraso y los
consecuentes perjuicios que ocasionan las obras del Plan de Movilidad Urbana.
Las ocho
columnas sistemáticas del principal medio de comunicación escrito de nuestra
frontera tienen al presidente al borde de un ataque de nervios, se nota y mucho
su estado de ánimo al responder con contenida desesperación o enojo a los
reporteros en sus preguntas cotidianas, sobre los diversos problemas que
enfrenta nuestra ciudad.
Evaluación de
direcciones
En la
reunión de por lo menos cuatro horas, se hizo una somera revisión de la
actuación de los directores generales, se puso especial énfasis en los que
han despertado controversia en la
prensa, se habló de una escrutinio más profundo de la actividad desempeñada por
cada una de las direcciones generales y se habló de cambios en el gabinete, de
ajustes, a realizarse luego del primer informe de gobierno.
Por lo
dicho en la junta, se habla de por lo menos la salida de cuatro directores
generales; se habló de que la pinta en el cerro había sido autorizada por el
director de Desarrollo Urbano; se habló de pedirle mayor discreción a Fernando
Mota Allen, quien demuestra especial interés por hacer declaraciones a la
prensa, según los ahí reunidos.
Quedó en
manos del coordinador general de asesores Guillermo Narro Garza, la evaluación
de las diversas áreas, y los motivos por los cuales se sienten incomprendidos
en su trabajo. Al parecer nadie se atrevió a decirle al alcalde sus propios
desatinos, entre los que se cuentan: el enfrentamiento que provocó con El Diario —su principal
detractor–, por ventilar públicamente
negociaciones publicitarias por 22 millones de pesos; o bien aquel de que el
cumplimiento de la ley no es un fin en sí mismo o bien el que Alva Almazán, se
puede comprar esa casa o la que quiera, que para eso tiene mucho dinero. Evidentemente
en el ajuste del gabinete está exento el presidente Enrique Serrano Escobar.
También se
habló bien de los directores que han hecho su trabajo bien, pero no pasaron de Miguel
Orta Vélez, secretario de Finanzas.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario