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lunes, 10 de mayo de 2010

Entrevista


Inminente sucesión en la rectoría

Rechaza Portillo injerencia
del gobernador en la UACh

 Por Ark Sánchez

Chihuahua, Chih.; "Me siento Rector", dijo a Semanario Rubén Portillo Arroyo, Director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua, tras descartar que la sucesión en la UACh se salga de su cauce institucional, aunque anticipó que si no se respeta la autonomía habrá de denunciar las irregularidades "como debieran hacerlo todos los universitarios".
El abogado dijo también que su "amigo" y coordinador de los diputados locales priístas, Fernando Rodríguez Moreno, es inelegible por que ha realizado durante más de una década trabajos ajenos a la Universidad, y señaló que no puede haber injerencias externas a la UACh, así sean el gobernador o los candidatos al Gobierno del Estado.
"En este proceso todo mundo puede opinar, los gobernantes, los empresarios, los diversos sectores sociales, pero es evidente que sólo el Consejo Universitario habrá de elegir al Rector", enfatizó.
"Yo ya fui producto de un proceso interno abierto y democrático, y así, en los cauces institucionales, deben resolverse la sucesión del rector y nombrarse los nuevos directores, lo cual es vital para la Universidad", recordó Portillo, quien dijo sentirse "tranquilo y en paz".
 “Para la elección del Rector, la Universidad Autónoma de Chihuahua ya tiene la mayoría de edad para decidir libremente quién debe ser la persona que la conduzca los próximos seis años” afirmó el abogado.
Al recibir en su despacho a esta revista, Portillo Arroyo, quien aparece como aspirante puntero en el camino a la Rectoría, consideró: “El Consejo Universitario, como la Máxima Autoridad tiene la responsabilidad de tomar la decisión trascendente de elegir a la persona más capaz, más útil; al universitario que sea capaz de llevarla a mejores escaños académicos”.
No pasa desapercibido, insistió, que este es un momento muy importante para la causa universitaria; las propias voces universitarias exigen que sea un universitario, que un académico sea el Rector.
Todavía como Director de Derecho aclaró: “Los procedimientos ya están establecidos. Que así sea la elección. No llegaremos a desbordamientos”.
Según su criterio “para la elección del Rector deben opinar principalmente los universitarios, pero también tienen que opinar otras voces fuera de la universidad, como los empresarios, los diferentes sectores de la sociedad, el gobierno, pero indudablemente la decisión de la elección debe estar a cargo de los universitarios”.
A pregunta expresa contestó que sí, que las condiciones están dadas para una sucesión tranquila y en paz. No pasamos desapercibido –dijo- que la oportunidad de opinión puede ir más allá, pero los universitarios debemos privilegiar la decisión histórica que se tiene en este momento para elegir al Rector.
“Yo soy un ejemplo de elección abierta y directa, como Director de la Facultad de Derecho. Con toda la experiencia y la capacidad de la que soy capaz, me presenté salón por salón, maestro por maestro. Ahora no es el caso de presentarse en esas condiciones, pero en mi carácter de Director, quiero ser Rector, aspiro a ser Rector”.
El proceso de elección es muy rápido: el 6 de mayo se publica la convocatoria, para resolverse el 14 de mayo. En siete días, se conforma la terna. Según Portillo Arroyo en ese lapso ni hay tiempo para hacerse propaganda, ni es necesario: “Todos nos conocemos y por eso basta con la trayectoria, los aciertos, los currículum, las aportaciones a la universidad, los méritos”, refirió.
“Me siento Rector, porque conozco a la universidad con plenitud y los universitarios me conocen. Creo que puedo ser útil, Le puedo aportar mi entereza y mi capacidad. No me ha tocado que las decisiones políticas decidan los destinos de la Universidad”.
Y puso nombres, para anticiparse a posibles injerencias políticas en la vida universitaria: “Fernando Rodríguez Moreno ha dicho a la opinión pública que quiere ser candidato a Rector. Es mi amigo, pero no es posible que sea Rector. Es un político, tiene 12 años dedicándose a asuntos distintos a la Universidad, como secretario del ayuntamiento, como secretario general de gobierno y como diputado mismo.
“Está proponiéndose como universitario ciento por ciento y no lo es, porque un universitario ciento por ciento es quien da clases, quien está en la Universidad día con día.
“Debe ser posible vencer esa propuesta porque es inviable. Ya no digamos en 12 años, en cinco y medio años la Universidad ha sufrido un cambio radical. Eso no lo entiende, no puede entenderlo Rodríguez Moreno” expresó.
Luego aseguró que “el trabajo de los Directores de las Facultades ha logrado posicionar a la UACh en destacados niveles nacionales. La sociedad entera tiene puestos sus ojos en la Universidad, porque aquí cuidamos a sus hijos; aquí formamos a sus representantes; aquí hemos logrado la certificación de los programas de estudio y somos asesores naturales del gobierno y de la sociedad”.
Por todo ello, según expresó, “para ser Rector no se necesitan pancartas y no se necesita hacer trabajo político. No es al gobierno, sino al Consejo Universitario, al que debemos acudir, porque allí me conocen y los conozco. Conozco a la Universidad como Maestro, como Director, como coordinador de reglamento, conozco la normatividad universitaria”.
Portillo recordó que en esta administración “recibimos y dirigimos una escuela, la Facultad de Derecho, que es diversa por naturaleza, por eso sé que podemos discutir, pero nunca nos haremos daño y nunca le haremos daño a la Universidad”.
Descartó, por tanto, desde ahora, cualquier desbordamiento de pasiones, incluyendo las externas y distintas a la Universidad, pero aseguró que si los hubiera lo denunciarían, porque es un deber de los universitarios.
“Yo estoy tranquilo. La universidad está tranquila, es un reflejo, lo que le digo a la sociedad es que esté tranquila, porque los jóvenes y los profesionistas, los profesores tenemos tratos y convivimos aún en la diferencia. Tenemos la disponibilidad de participar y por ello mismo no vamos a callar si se presentan irregularidades. Si no se respeta la autonomía universitaria lo denunciaríamos. Pensamos que debe la Universidad transitar por un proceso de cambio de modo pacífico y en paz. Es un deber de los universitarios”, insistió.
Portillo Arroyo reiteró que su paz y su tranquilidad lo son en función de la integridad personal “porque en cinco y medio años le dimos frutos a una escuela, a la facultad de derecho, avanzamos en las unidades académicas, en los programas de licenciatura estamos en los primeros lugares en esta Administración”.
Reconoció que cada Director hizo lo propio, cada uno hizo grandes esfuerzos, pero la Facultad de Derecho realizó más esfuerzos, porque era una escuela cuyos programas eran calificados de pésimos, y ahora están en los primeros lugares, como resultado de los esfuerzos de los alumnos, los directivos y los docentes.
“Entre todos lo hicimos posible, en una escuela donde parecía que no se podía hacer nada a pesar de que tenemos maestros de diversas posiciones como jueces, magistrados, en la procuraduría misma… Quienes están gobernando chihuahua, son hombres y mujeres de la Facultad de Derecho... Por eso soy orgullosamente egresado de la Facultad de Derecho, y maestro de muchos de quienes están destacando ahora”.
Por lo que respecta a las direcciones, comentó que se trata de un proceso de cambio en el cual los aspirantes están participando en un proceso abierto; en cada unidad académica se están presentando las propuestas y en cada escuela se escogerá una terna para enviarse al Consejo Universitario, que designará al Director.
“Ese proceso es vital, junto con la sucesión del Rector. Yo por ejemplo quisiera dejar mi escuela en manos de una persona mejor que yo, que vamos a batallar, pero eso quisiera”, dijo sonriendo, mientras advertía acerca de la modestia de su dicho…
Recordó, además, que de 18 Rectores, 9 han salido de la Facultad de Derecho e hizo el señalamiento: “Cuando la recibimos estaba en el piso y la levantamos hasta dejarla bien en lo académico, bien en lo universitario, ahora la veo bien, excelente, con instalaciones modernas, como una escuela con reconocimiento magisterial y estudiantil, sin problemas entre estudiantes y maestros, etc.
Finalmente mencionó los procesos de transición difíciles, de entre los cuales destacó el de Rodolfo Torres Medina, que es el más reciente, el que más recuerda, porque ya se había elegido, ya se había reelegido un Rector, Reyes Humberto de las Casas, pero la Universidad no lo aceptó, lo hizo renunciar y nombró a otro rector, entonces lo sucedió Torres Medina.
Ahora, según consideró, los problemas que pueden generarse están en el plano de lo publicitario: “La sociedad no quisiera que la Universidad estuviera dedicada a problemas que la puedan lastimar, la Universidad debe estar dedicada a preparar jóvenes, que van a ser sus futuros profesionistas, no es tiempo para problemas de carácter político, sino de enaltecer a la Universidad trabajando”.

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