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jueves, 18 de octubre de 2012
La élite política en el centro de la guerra:El crimen toca el primer círculo
El
asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del ex líder del Partido Revolucionario
Humberto Moreira, desencadena una serie de acontecimientos cuyo escenario es el
estado de Coahuila y deja al descubierto graves contradicciones en la llamada
guerra contra el narcotráfico.
Sólo
tres días después se da a conocer la muerte de
Heriberto Lazcano Lazcano, fundador y líder de los Zetas, grupo
delictivo que se adjudicó la muerte del hijo mayor del ex gobernador y sobrino
del actual gobernador, quienes mostraron al mundo su clara lejanía política y
personal. De hecho la viuda de Eduardo,
Lucero Davis, acusó públicamente al gobernador Rubén Moreira, de ser el
culpable de la muerte de su esposo, esto en el contexto de que el actual
gobernador si estaba dispuesto a perseguir a los narcotraficantes y acabar con
el santuario, que para los Zetas se había convertido Coahuila en el gobierno de
su hermano Humberto.
Las
dos muertes parecen ligadas por este hilo conductor y ponen al descubierto
presuntas complicidades del anterior gobernador con los Zetas, quienes un día
antes del asesinato de José Eduardo, habían avisado en una manta que el cobro
sería «familia por familia», en alusión a la muerte de un sobrino del Zeta-40,
segundo al mando de la organización que fue el brazo armando del Cártel del
Golfo.
El
crimen
José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador
de Coahuila y ex presidente nacional de PRI, Humberto Moreira Valdés murió acribillado
en el municipio de Acuña. Cerca de las 22:00 horas fue encontrado su cuerpo con
varios impactos de bala en la cabeza, en el camino al ejido Santa Eulalia.
José Eduardo, de 25 años de edad, se
desempeñaba como coordinador regional de Desarrollo Social en Ciudad Acuña.
Cabe señalar que el hijo del ex gobernador de Coahuila dejó de tener seguridad
privada desde que su padre se fue a liderar la sede nacional del PRI. Se había
casado el el 27 de diciembre de 2010, y ya era padre de un niño, el primer
nieto de Moreira Valdés.
El periódico Vanguardia publica que un
amigo de José Eduardo Moreira habría revelado su paradero e incluso lo habría
entregado al crimen organizado.
Consigna: «Al
desatarse ‘la mayor’ cacería de sicarios en Coahuila por un súper comando
policíaco y militar, la búsqueda se centra en un amigo que podría haber actuado
como ‘Judas’ al entregar a José Eduardo Moreira Rodríguez a un grupo criminal,
revelaron fuentes cercanas a la investigación», cita el diario regional.
La principal línea
de investigación, según Vanguardia,
apunta a que el líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño esté detrás de la
ejecución de Moreira, en venganza por el asesinato de su sobrino, Alejandro
Treviño Chávez.
El día del
asesinato del José Eduardo, miembros del Grupo de Armas y Tácticas Especiales
asesinaron a cinco sicarios en un enfrentamiento en Piedras Negras.
Extraoficialmente se manejó la versión de que eran pistoleros bajo las órdenes
de Miguel Ángel Treviño.
Vanguardia consigna también que: «Por la noche de
ese mismo día fue encontrado el cuerpo de Moreira, quien presuntamente fue
asesinado a balazos y con el tiro de gracia. (…) No es la primera vez que el ex gobernador de
Coahuila, Humberto Moreira Valdés entierra a un hijo. El día de ayer fue
asesinado en Piedras Negras su primogénito, José Eduardo
Moreira Rodríguez, de 24 años, a quien el político priista
procreó con su primera esposa Oralia
Rodríguez. Eso,
de alguna manera, ya todo mundo lo sabe. Lo que poca gente conoce es que según
los archivos clasificados de #MiCisen –que no tienen margen de error–, hace
aproximadamente cuatro años el también ex presidente del PRI sufrió la pérdida
de una hija, una pequeña que falleció al momento de nacer y a la que procreó
con su tercera y actual esposa Irma Vanessa
Guerrero Martínez (la segunda esposa también se llama Irma Guerrero pero el segundo
apellido es Prado). Sin lugar a dudas,
dos dolorosas muertes en la familia de Moreira.
Blog del narco
La revista
Proceso en su sitio web consigna: «El sitio de Internet Blog del Narco, especializado en noticias sobre
narcotráfico, publicó una fotografía donde José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo
del ex gobernador Humberto Moreira, aparece sin vida, tras ser asesinado.
«En la imagen, que
ilustra una nota sobre el asesinato, se observa al primogénito del ex dirigente
nacional del PRI con la camisa ensangrentada y un charco de sangre junto a su
cuerpo.
«En la nuca de
José Eduardo también puede apreciarse sangre, además de que sus ojos quedaron
abiertos.
«La fotografía,
que acompaña a la nota con la cabeza “Ejecución de José Eduardo Moreira podría
ser venganza de El Z-402, puede apreciarse en el siguiente enlace:
Una búsqueda especial
La gran movilización de fuerzas policíacas, de los tres niveles de
gobierno, elementos militares y de la Marina, para dar con el paradero de los
asesinos del joven Moreira, dieron origen a una serie de protestas de
organizaciones dedicadas a la defensa de las víctimas en esta guerra contra el
narcotráfico y de familiares de asesinados, que ni han tenido la misma
atención, para que sus casos sean resueltos y en la mayoría de las ocasiones ni
siquiera son investigados los asesinatos.
Luego del homicidio,
funcionarios federales encabezados por Luis Cárdenas Palomino, jefe de la
División Regional de la Policía Federal, se reunieron con el gobernador Rubén
Moreira para coordinar las investigaciones en torno al asesinato de José
Eduardo Moreira Rodríguez.
El presidente
Felipe Calderón dio «instrucciones precisas» a la procuradora general de la República,
Marisela Morales, para que la dependencia coadyuve con el gobierno de Coahuila
en las investigaciones del «cobarde» asesinato de José Eduardo.
Todo lo anterior
ha despertado muchas inconformidades porque se cuentas por miles las víctimas
de la situación generada a raíz de que el presidente Felipe Calderón decidió
enviar el 10 de diciembre de 2006 a 7,500 elementos del ejército al estado de
Michoacán y de esa manera iniciar formalmente la guerra contra el narcotráfico, que ha sido el signo
distintivo del sexenio, que ya fenece y hasta ahora ha cobrado alrededor de
sesenta mil víctimas y miles de desaparecido y sólo en contadas ocasiones se ha
iniciado una investigación de esta envergadura.
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