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jueves, 11 de octubre de 2012

Rápido y Furioso, la PGR lo supo antes


Por Rodrigo Borja
  Nadie se hace responsable del desastre que fue la operación Rápido y Furioso, no obstante que incluso el gobierno de México, por medio de un representante de la Procuraduría General de la República, supo de la acción, emprendida por las autoridades norteamericanas. Por el lado de Estados Unidos, se deslinda a los altos mandos y se culpa a 14 agentes sin mando importante y en México de repente se alza la voz condenatoria, pero se niega lo que es evidente, que lo supo con anticipación por lo menos mandos importantes de la PGR.
            En el vecino país, la fallida operación empezó a conocerse y tomar notoriedad cuando en diversos eventos murieron dos agentes norteamericanos con armas introducidas en el operativo planeado y ejecutado desde la oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés), sin embargo en México, según investigación del equipo de Univisión al mando del periodista Jorge Ramos, en por lo menos en cien escenas de crimen, se han encontrado armas introducidas con la anuencia del gobierno norteamericano.
            El domingo último de septiembre, en un reportaje sacado al aire por Jorge Ramos en los Estados Unidos, se replanteó el grave error del operativo y su secuela de muerte en México, ya que esta acción, Rápido y Furioso, consistió en el envío de casi dos mil armas de alto calibre, cortas y largas, a México, para rastrear a compradores y vendedores, sin importar que la única manera de dar con las mismas sería luego de cometido un crimen.
            Luego de este reportaje televisivo, la corresponsal de MVS noticias, Dolia Estéves, reveló en la emisión del martes dos de octubre que un agente de la PGR llamado Carlos Luque, estaba en las oficinas de ATF de Phoenix, cuando se generó y operó la acción de pasar armas a México.

            Elidiendo responsabilidades
La operación estadounidense Rápido y Furioso para rastrear a personas vinculadas al crimen organizado a través de la venta de armas fue un «error garrafal», dijo el presidente de México, Felipe Calderón, en un encuentro con la comunidad mexicana en Los Ángeles, California, reportó la agencia Notimex.
«Ahí lo de Rápido y Furioso. Que ahora sí que los rápidos fueron ellos (la delincuencia organizada) y los furiosos nosotros, porque, la verdad, es que se quedaron con el santo y la limosna», comentó Calderón.
«Por ejemplo, hay un criminal que capturamos, «el Mamito»  (Jesús Enrique Rejón Aguilar), que dice que hasta los propios agentes le decían cómo quitar el rastreador a los AK-47 que les vendían, y a los R-15». Comentó el presidente.

Así empezó
En marzo de este año, el agente federal John Dodson, de la ATF, aseguró en una entrevista televisiva que recibió órdenes para permitir el tráfico de armas a México, como un operativo para detectar bandas de contrabandistas en la frontera.
El programa estuvo en marcha entre noviembre de 2009 y enero de 2011, y permitió que cientos de armas llegaran a manos del crimen organizado. La idea era que una vez que éstas arribaran a México, se pudieran rastrear hasta el comprador final y así eliminar la red de contrabando entera.
Sin embargo, tuvo efectos colaterales, como el asesinato de Brian Terry, agente de la patrulla fronteriza, quien falleció en 2010 por un arma adquirida por una persona que contrabandeó otras 575 a México.
La PGR sabía
Carlos Fernando Luque Ordóñez  agente de la PGR fue enviado a principios de 2009 a Arizona para ser parte de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, agencia de la que saldría el operativo Rápido y Furioso.

De acuerdo con una investigación de Univisión Noticias, publicada el 30 de septiembre de este año, fuentes judiciales en Washington y documentos internos de la ATF confirmaron que el funcionario habría participado en reuniones en las cuales se habló específicamente de la Operación Rápido y Furioso.

 

Asesinatos de dos agentes estadounidenses

El 14 de diciembre de 2010, el agente de la patrulla fronteriza Brian Terry fue asesinado en Arizona por presuntos narcotraficantes mexicanos. Dos meses después, el 15 de febrero de 2011, el oficial de Migración y Aduanas de los Estados Unidos, Jaime Zapata, también fue asesinado por un grupo de sicarios que emboscó la camioneta donde viajaba en San Luís Potosí.

El gobierno  de México permisivo
Dolia Estévez, corresponsal de MVS Noticias en Washington, comentó que en 2011, conversó con William Newell, quien aún era jefe de ATF en Phoenix, Arizona y  le confirmó la presencia de Carlos Luque como representante de la PGR en las oficinas a su mando.
Según el propio Newell, el entonces procurador Eduardo Medina Mora, envió a Carlos Fernando Luque Ordoñez como representante ante la ATF, precisamente en los tiempos en que se preparaba la acción de Rápido y Furioso, de manera que el representante mexicano conoció de manera directa el operativo de introducir casi dos mil armas a México.
Carlos Luque, quien se encuentra prácticamente «desaparecido», fue contratado por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, (CISEN) y sus datos permanecerán en secreto.
Según investigación del diario La Jornada, Luque Ordoñez, ha trabajado para el Banco de México, en labores de abogado aun cuando no se ha recibido y en 2007 pasó al Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información Contra la Delincuencia (Cenapi), que es el organismo de inteligencia de la PGR.
Hasta mayo de 2010 Carlos Luque, declaró a la Secretaría de la Función Pública que se desempeñaba como director general adjunto de la PGR

Obama y Calderón culpables
El periodista Jorge Ramos en una entrevista de cinco minutos a Carmen Aristegui, sobre el programa  sacado al aire el último día de septiembre, habló de la responsabilidad de los gobierno de Calderón y Obama, por acción u omisión, y puso énfasis en la defensa a ultranza que Barack Obama, ha realizado de Erick Holder, su procurador, quien teóricamente debería estar al tanto de una operación tan arriesgada e importante como Rápido y Furioso, situación similar, es la de Calderón, dijo Jorge Ramos, quien considera «poco probable que no supieran», sobre este «plan macabro», como lo calificó.

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