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lunes, 16 de junio de 2014

Claman justicia los rarámuris

Por Rodrigo Borja
      El presidente Enrique Peña llegaba a la Sierra Tarahumara el lunes dos de junio, mientras llegaban al distrito federal 50 gobernadorcillos rarámuris y un tepehuan en la llamada «La caravana por la justicia en la Sierra Tarahumara», en un grito de rebeldía para que desde el centro del país se volteen los ojos a la sierra y se atiendan sus múltiples problemas, entre ellos la hambruna. Paradójicamente Peña Nieto, llegó a la sierra con su Cruzada Contra el Hambre.
    Los problemas que los motivaron a la movilización tienen que ver con las violaciones sistemáticas a los derechos al territorio ancestral, la consulta y el consentimiento previo libre e informado, además de aquellos derivados de la contaminación de manantiales y la violencia derivada del narcotráfico entre otras cosas.
            La coincidencia
  Paralelo a la visita del presidente Enrique Peña Nieto a la Sierra Tarahumara de Chihuahua, medio centenar de gobernadores rarámuris viajaron a la Ciudad de México para reunirse con funcionarios federales, de la Suprema Corte de Justicia y del Tribunal Agrario, exigiendo justicia y apoyos contra el hambre.
      Los antiguos mexicanos llegaron a la capital del país y el presidente Enrique Peña Nieto estaba en el municipio de Guachochi, considerado la capital de la etnia tarahumara, por concentrar el mayor número de indígenas rarámuris.
      La cobertura de los medios nacionales e internacionales a la marcha y estancia de los indígenas en la capital del país, dejó en claro que los más sentidos problemas, las más importantes demandas, son ayuda para combatir la atávica hambruna y el desplazamiento que han tenido de sus territorios ancestrales para la creación de centros turísticos, que en nada los beneficia.
      En Chihuahua Peña Nieto supervisaba  el avance de la Cruzada Nacional contra el Hambre y ponía en marcha diversas acciones de esta misma estrategia.
      Mientras tanto llegaba al Distrito Federal «La caravana por la justicia en la Sierra Tarahumara»,  que duró varios días en la capital y participó en diversas mesas de trabajo de alto nivel con representantes de diversas secretarías de Estado.
     Además,  el grupo encabezado por los 50 gobernadorcillos entabló un diálogo con los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Agrario.
       La caravana fue integrada por dirigentes indígenas y líderes comunitarios de siete comunidades tarahumaras y una tepehuana de los municipios de Bocoyna, Guadalupe y Calvo Urique.
      Los asuntos que tratarán los representantes indígenas están relacionados con las violaciones sistemáticas a los derechos al territorio ancestral, la consulta y el consentimiento previo libre e informado, además de aquellos derivados de la contaminación de manantiales y la incontrolable ola de violencia.
      En la Cámara de Senadores, fueron atendidos por el perredista Alejandro Encinas y el panista y chihuahuense Javier Corral Jurado. Los problemas ahora planteados dijeron los aborígenes han sido planteados desde hace años y hasta ahora no se ha dado solución a los mismos.
     La caravana fue apoyada por las asociaciones civiles Alianza Sierra Madre, Consultoría Técnica Comunitaria y Tierra Nativa, quienes asesoran jurídicamente a las comunidades, acompañarán la «Caravana por la justicia en la Sierra Tarahumara».
       Cabe mencionar que desde marzo del 2013, los representantes de las comunidades indígenas solicitaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la instalación de mesas de alto nivel.
      Posteriormente, en noviembre del mismo año, durante el Cuarto encuentro de Pueblos Originarios de la Sierra Tarahumara, se determinó iniciar un proceso de cabildeo con los funcionarios públicos federales para plantear soluciones a las diversas problemáticas de las comunidades rarámuri y ódami.

            Antecedentes
            El 16 de enero de 2012 trescientos campesinos de la zona tarahumara marcharon en busca de apoyo por la sequía y hambruna que enfrentan; un cuarto de millón de habitantes de 4 mil 478 comunidades de población padecen hambruna.
            En aquella ocasión la carava era encabezada  por Martín Solís, dirigente agrario de la organización El Barzón, quien señaló que desde febrero de 2011 en el estado de Chihuahua ascendieron a 200 mil cabezas de ganado muertas por la sequía, lo que ocasionó pérdidas de hasta 3 mil 600 millones de pesos.
       Por lo que, un cuarto de millón de habitantes de 4 mil 478 comunidades de población padecen hambruna debido a que no pueden sembrar maíz ni frijol, entre otros productos, por supuesto que entre los principales perjudicados por la situación están los indígenas tarahumaras, se dijo en aquel entonces.
       La particularidad de esta marcha es que son ahora los propios tarahumaras y no los mestizos quienes llevan demandas al Distrito Federal y piden una pronta solución a las mismas.
      Ahora, el desplazamiento de sus territorios para complejos turísticos es una de las causas más importantes de la protesta, ya que los únicos que no se benefician de los grandiosos escenarios y atractivo turístico de la sierra, son sus habitantes primeros, sus auténticos y originales dueños.

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