Por Rodrigo Borja
Desde el
fin de semana inmediato anterior se especulaba, «el presidente Enrique Peña
Nieto viene el jueves 15 a darle el ‘espaldarazo’ al gobernador», quien se
encuentra agobiado por los acontecimientos desatados a raíz de la denuncia
penal presentada por el licenciado Jaime García Chávez ante la Procuraduría
General de la República (PGR). Era el dicho en los corrillos políticos.
Los
eventos se precipitaron y hasta el lunes muy tarde trascendió con rasgos de
verosimilitud que el presidente de la república vendría a Ciudad Juárez en un
visita que no se confirmó oficialmente hasta unas horas antes de realizarse
la misma el pasado miércoles 14 de
enero, la ratificación fue la presencia de miembros del Estado Mayor
Presidencial en los tres lugares que horas antes el gobernador César Duarte
había mencionado como cede para tres eventos oficiales.
Con
un operativo de seguridad que involucró a más de 2,300 miembros de las fuerzas
federales, se dio la visita presidencial con círculos de seguridad de varios
cientos de metros, distancia a la que se tuvieron que replegar los
manifestantes que en todas las cedes de los actos oficiales se hicieron
presentes, protestando por la visita presidencial y por los 43 desaparecidos en
Iguala, en dos de los tres eventos hubo enfrentamientos o mejor dicho
dispersión de éstos en base al
lanzamientos de gases lacrimógenos.
Los asegunes del
«espaldarazo»
La
impresión general fue que la idea del «espaldarazo»
al parecer vino de personajes vinculados al gobierno del estado, en el sentido de que la visita presidencial
tenía como objetivo dar una señal de apoyo a César Duarte, para darles
seguridades de que sorteará bien la demanda por enriquecimiento inexplicable de
Jaime García Chávez y la creciente Unión Ciudadana, sin embargo, en los hechos
no quedó bien acreditada.
Más
bien, parecía que el presidente Peña
Nieto, sabía que no podía posponer más una visita a una de la ciudades más
importantes del país, y que había eludido por más de dos años.
Ciertamente
el mandatario llegó con la manos vacías y el evento que cobró relevancia
política, fue el efectuado en las nuevas oficinas de gobierno del estado,
ubicadas en el ex Pueblito Mexicano, en donde se reunió con miembros de la
iniciativa privada, quienes por medio de la vocería de Alejandra de la Vega
Arizpe, le hicieron llegar una seria de peticiones para reactivar la economía
en la frontera.
Como
resultado de la participación de Alejandra de la Vega, el presidente se
comprometió a crear una Meza Interinstitucional para dar seguimiento a los
planteamientos de los empresarios juarenses que entre otras cosas le solicitan
recursos y apoyo para la reactivación del centro histórico, la construcción de
un centro de convenciones y once peticiones más.
Fue
notable que en el discurso de respuesta de Peña Nieto, se refiriera por lo
menos cinco veces a De la Vega por su nombre y se comprometiera a estar de
regreso en Ciudad Juárez, para ver los avances en los proyectos presentados.
Para dar seguimientos a los planes planteados el presidente nombró a Pedro
Joaquín Coldwell, secretario de Energía, como su representante personal en la
Mesa Interinstitucional.
Reconocimiento a los juarenses
Enrique Peña Nieto sostuvo que la significativa reducción en los índices de criminalidad y
homicidios en esta ciudad fronteriza proyecta a México ante el mundo como una
nación que está cambiando y mejorando sus condiciones de seguridad.
«Y que está reduciendo los índices de violencia
que son los que más preocupaban a la sociedad mexicana», puntualizó.
Hizo notar que en tan sólo dos años los
homicidios dolosos se han reducido en casi 50 por ciento mientras tanto en
secuestros y extorsiones ha habido reducciones de un orden de 95 por ciento y
98 por ciento respectivamente.
Acompañado por el gobernador César Duarte, en su primera visita a esta localidad fronteriza, dijo
que ha presumido en el extranjero a Ciudad Juárez, junto con otras ciudades, como localidades que tienen otro rostro.
«El rostro que tiene hoy, particularmente Ciudad
Juárez y otras ciudades, es otro muy distinto al que se tenía apenas hace dos o
tres años», dijo.
Al inaugurar el Centro Deportivo y de
Esparcimiento Familiar, que se construyó para uso y goce de los integrantes de
las fuerzas de seguridad de Chihuahua y sus familias dijo:
«Uno de los ejes centrales y uno de los
compromisos prioritarios del gobierno de la República es precisamente lograr un
México de paz y un México de seguridad».
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