Valencia... al trabajo político

Por Antonio Pinedo

La culpa es de Patricio Martínez García, fue el gobernador quien luego de la anulación de las elecciones del 2001, trató de imponer por presidente del Concejo que gobernaría Ciudad Juárez a Alfredo Urías Cantú en primer lugar, en segundo lugar a Ignacio Duarte y en tercer lugar Isela Torres; ya al filo de las doce de la noche y ante la inminencia que al llegar el 10 de octubre quedara vació el lugar que dejaba Gustavo Elizondo, se propuso y aceptó a José Reyes Ferriz.

Recuerdo un comentario de la ex regidora y en ese momento miembro de la dirigencia panista en Ciudad Juárez, Martha Adriana Durán: «nos fuimos por el menos peor».

Que sea cronológico

Así empezaron los diez meses de administración del Concejo encabezado por José Reyes Ferriz, diez meses en los que el hijo del ex alcalde José Reyes Estrada, desplegó una gran actividad, enfrentó graves problemas políticos, por la beligerancia del PAN y lo hizo con tal donaire y soltura que se creyó hasta hace unos meses, que era un político dotado en forma natural para el cargo, ganó prestigio y reconocimiento.

Tan bien lució Reyes Ferriz que en 2007, cuando el PRI se enfrentó al momento de decidir quien sería su candidato para la administración 2007-2010, trienio especialmente sensible , por ser el del cierre del sexenio gubernamental y el que determina en buena medida si se refrenda el voto popular o éste se va a otros partidos, sobre todo en estados como el nuestro en donde por ser tan cerrada la pelea entre los dos principales partidos, la alternancia, es siempre una posibilidad presente, sobre todo en los últimos tres sexenios. Reiteramos, tan buena era la fama dejo Reyes Ferriz, que las encuestas de preferencia del voto lo favorecían.

Tan conciente estaba el propio Reyes Ferriz, de su condición, que buena parte de la campaña la baso en decir, que «su experiencia» lo avalaban, experiencia acreditada durante los diez meses del Concejo. Experiencia que a diez meses de haber tomado posesión como alcalde constitucionalmente electo, ha brillado por su ausencia, se ha visto ñoño, indeciso, inexperto, temeroso, ñango, insípido, vacío, manipulable… se ha visto tan mal, que se extraña el estilo de improntos y la «tetocumbia» de Héctor Murguía Lardizábal, en su momento tan criticados.

De hecho ha logrado que la figura del ex alcalde, se vea mejor a la distancia, aun y todos los esfuerzos por socavar la popularidad del mismo, lo que incluye una rara discusión de casi un año, sobre si se pagarán o no los adeudos heredados o el puntual boletín informativo oficial, cuando había algún percance en «Camino Real».

Pero volvamos al punto, ya que anunciamos que sería cronológico. Fue la actuación del Concejo, la que determino que las fuerzas políticas que se mueven al interior del PRI, se decidieran por José Reyes Ferriz, quien por otra parte era apoyado por una buena imagen pública y las encuestas que lo favorecían, básicamente por la labor desempeñada en el Concejo.

Sus simpatizantes decían a voz en cuello, si en diez meses fue capaz de hacer tantas cosas, que no será capaz de hacer en tres años. Hoy al paso de diez meses, podemos conjeturar sobre «su gran desempeño» en el Concejo.

Patricio Tuvo la culpa

El hiperactivo gobernador inyectaba su dinamismo al alcalde provisional de Ciudad Juárez, se pudo haber pensado o simple y llanamente como se creyó en aquel momento y un reportero de radio externó, luego de la impecable rueda de prensa tras haber desalojado a los panistas con el uso de los bomberos y sus mangueras derramando agua a gran presión sobre los blanquiazules: «donde estaba escondida esta joyita».

Había ideas y se desarrollaban con gran celeridad, por ejemplo, había claridad sobre el transporte público, pronto se compraron los camiones y se inició la construcción de paradas en lo que serían las vías troncales; había gran contacto con la gente, era un alcalde activo y a la alcance de mano de la ciudadanía.

Ahora al ver tan lerda a la administración municipal, con su principal promesa de campaña, que fue el Transporte Público, luego por supuesto de la seguridad, que en los últimos treinta años es la principal promesa de campaña de los candidatos de todos los partidos cada tres años, aún cuando la inseguridad siga ganando terreno, pero bueno, los electores sabemos que prometen para ganar votos, ya estamos acostumbrados con lo de la seguridad pública, pero se esperaban una actividad similar a la de 2001 con el asunto del transporte público.

Patricio tuvo la culpa II

A la distancia y luego de la lentitud al abordar el asunto del transporte público, del que ya había proyecto e incluso ejecución en alguna medida, se reinicia todo, incluido un viaje que —podemos seguir conjeturando, dados los antecedentes—, tuvo más de turístico y de huida de la realidad juarense, cinco muertos diarios, que una utilidad tangible.

La oposición de los transportistas y la falta de cojones para ponerlos en orden, nos hacen suponer que el gobernador Patricio Martínez, —no es difícil imaginar con que actitud y lenguaje—, fue quien operó todo el asunto del transporte semimasivo. Mas aun podemos imaginar al gobernador pegado al teléfono, desde las seis de la mañana o antes, dando indicaciones a José Reyes Ferriz, sobre que hacer ese día, porque en esos diez meses todos los días hacia muchas cosas y en los últimos diez meses se ve —cuando digo se ve, es un eufemismo—, poco activo, sin ideas, sin discurso, sin ganas de ser alcalde… esta falta de ganas hace que al interior de la administración haya por lo menos cuatro grupos de interés y el resultado sea la parálisis casi total de la administración.

Decimos casi total, porque debemos reconocer que de los programas que en el Concejo funcionaron, se retomó el de «destilichadero» que esta funcionando, de hecho podríamos decir que es la única actividad que realiza la Dirección de Obras Públicas, y honor a quien honor merece, Clara Torres, trabaja con resultados en el programa federal de Estancias de Bienestar Infantil, aquí solo habría que reprocharle, que de las tres mil que ya funcionan en el país, Juárez, por su población debería tener cien y solo tiene ocho, pero bueno, este programa si lo puede presumir el alcalde Ferriz.

Patricio tuvo la culpa III

El que Patricio Martínez haya sido «manager» de José Reyes Ferriz —sus detractores podrían usar la palabra titiritero—, fue la causa determinante de que en la carrera por la candidatura a la presidencia municipal del PRI, Pepe, como le dicen sus amigos, haya dejado en el camino a Víctor Valencia de los Santos, la llegada de éste a la representación del gobierno del estado en Ciudad Juárez, es interpretada por analistas políticos, como la corrección a un error.

El error se corrigió en un proceso que llevo al menos dos meses. Primero fue la preocupación por los resultados en las encuestas sobre intención del voto, popularidad y calificación sobre la gestión. La apatía e ineptitud en el gobierno municipal, arrastraba según estas mediciones la percepción que se tiene del quehacer del gobierno del Estado, además, con la cercanía de las elecciones para diputados y la intención del PRI de volver a ser primera fuerza electoral en la Cámara, se ponían en riesgo los posibles triunfos o sea mínino conservar las posiciones actuales.

Usted lo hizo usted deshágalo

Una de las principales opiniones que el gobernador José Reyes Baeza escucha, es sin lugar a dudas la de Arturo Proal de la Isla, quien por otra parte fue de los principales apoyos de Ferriz, para lograr la candidatura del PRI.

Precisamente la llegada de Proal, marca la toma de medidas para corregir el error del 2007, el secretario de Comunicación Social de Gobierno del Estado, vino con el cuento de que venía a sustituir a Jesús Macías Delgado, lo cual resultaba absurdo dado que la actividad que realiza el representante es meramente protocolaria y en todo caso política, pero nunca administrativa.

Proal de la Islas, se dedicó a platicar con diversos agentes políticos y de la iniciativa privada, sobre todo afines al PRI, para conocer su opinión sobre la situación que se estaba viviendo en Juárez en el orden político y que ya se reflejaba en las encuestas.

El resultado del sondeo y de los meses de estancia de Proal en Ciudad Juárez, dieron por resultado un cambio en la Representación del Gobierno del Estado en Ciudad Juárez, ya que haya sido Víctor Valencia de los Santos, es mas bien obra del trabajo y política de gabinete desarrollada por el profesor Mario Tarango.

El marco que se armó para la toma de posesión de Víctor Valencia de los Santos, entre otras cosas la presencia de los obispos de Ciudad Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc, sus eminencias Renato Ascensio León, José Fernández Arteaga y Guillermo López Soto, da una idea de que el gobernador quería dejar en claro que la fuerza con la que llega Valencia, es mucha, toda la que él le quiera delegar y el evento, fue para dejar patenten que esta delegación era mas que mucha. De hecho la cara del alcalde José Reyes Ferriz, de por sí chapeteada, era como la de una manzana.

El evento fue inusitado y más las palabras del gobernador, que incluso fueron destacadas en un boletín oficial: entre las acciones que Valencia viene ha realizar esta «impulsar las políticas públicas y desarrollar la obra social para mejorar la calidad de vida de los fronterizos», antes de que el gobernador dijera esto éste columnista pensaba que esa era la labor del alcalde.

También, dijo el gobernador: «se aprovechará la experiencia de Víctor Valencia para concretizar los proyectos de Gobierno del estado», hace diez meses dijo lo mismo de Reyes Ferriz.

En fin se corrige un error, en el que cayó el gobernador y miles de juarenses… pero Patricio tuvo la culpa.s