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jueves, 4 de septiembre de 2008

¿Quién elige al gobernador?: Madero y Duarte... ¿Finalistas?


Por Antonio Pinedo

La llegada del senador panista Gustavo Madero Muñoz, a la presidencia de la Mesa Directiva del Senado el pasado 28 de agosto, lo reafirmó como el primero y virtualmente único pretendiente del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Chihuahua.

Con sólo horas de diferencia llegó a Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados el parralense César Duarte Jáquez. Dos chihuahuenses no ocupaban en forma simultánea esta posición desde 1949, cuando el diputado Teófilo Borunda, nativo de Satevó y el senador Eugenio Prado, oriundo de San Buenaventura, hicieron lo propio.

Allá por el 49, ambos buscaban la gubernatura, pero fue un oscuro juez de Jiménez, Chihuahua, pero nativo de Valle de Allende, Oscar Soto Maynes, quien tres años después sería postulado por su amigo Miguel Alemán. A Teófilo le llegó su momento en 1956, cuando dejaba el Senado. Prado había sido gobernador sustituto al no terminar su período el gobernador Gustavo L. Talamantes, mejor conocido como «El Macho Prieto», en 1940.

La llegada de los chihuahuenses, despertó de inmediato el futurismo, y más de un observador político da por hecho que César Duarte seerá el candidato del PRI y que Madero en el PAN, va sin enemigo al frente, para ello se mandó la cuenta del último año de administración como alcalde de Chihuahua de Juan Blanco, a ser revisada por la Contaduría General del Congreso. Junto con la cuenta del mismo año, 2007, de Héctor Murguía Lardizábal.

Teóricamente tenemos finalistas.

En el caso del PAN pocos lo ponen en duda… pero en el caso del PRI habría que revisar como han resuelto el dilema en los últimos veinte años. En su reciente visita a la entidad la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, informalmente hizo su terna en un almuerzo con la flor y nata del priísmo estatal, no habló de la gubernatura sino de sus amigos chihuahuenses: César Duarte, quien hará un extraordinario papel, al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; mi amigo «Teto» –así a secas-, y por allá junto al legendario Chago Nieto, Oscar Villalobos.

Parece una contradicción que Beatriz Paredes, mencione a su amigo «Teto» y sin embargo el Congreso Local, envíe para otra revisión la cuenta pública del ex alcalde a la ciudad de México. Pero bueno así es la política, ya habrá tiempo de desentrañar los significados.

Tiempos de caos

Postmodernismo es un término muy del gusto de los académicos, hace diez años muy en boga; básicamente es que a momentos de certidumbre y orden, vienen otros de caos e incertidumbre, en los que convive lo viejo con lo nuevo. Son momentos de desconcierto, que necesariamente devienen de nuevo al orden y la certeza.

Son los tiempos de la transición y el cambio, cambio que en México se alargan no obstante la «rapidización», que algunos llaman globalización.

Esta teoría viene muy a la mano para adentrarnos en la confusión que vive la política nacional, aunque hoy sólo nos ocupemos de lo que ha pasado y podría pasar en Chihuahua.

La última sucesión del viejo orden fue sin lugar a dudas la de Oscar Ornelas Kuchle, quien hizo meteórica carrera, al amparo y empuje de José López Portillo. El gobernador Manuel Bernardo Aguirre, con sus 82 años a cuestas en el momento de la sucesión, simplemente dejó hacer, no obstante que su opinión de Ornelas como político era muy pobre y hasta ofensiva, sabía que el presidente decidía y el no tenía ninguna objeción.

La sucesión de 1986

La nacionalización de la banca tenía muy enojados a los grandes capitales, quienes en 1983, dieron una muestra en Chihuahua, de lo que su enojo podría provocar, el gran «Boom» panista. Donde surgió la atractiva y carismática figura de Pancho Barrio, patrocinado básicamente por el grupo político encabezado por Manuel Quevedo Reyes y Jaime Bermúdez. Cuando llega el momento de la sucesión gubernamental, las presiones al presidente Miguel de la Madrid, lo habían hecho recular de su apertura anterior, que mucho tenía que ver con su amistad personal con Federico Barrio Terrazas.

«La familia Revolucionaria» estaba asustada por el avance panista y deciden que el gobernador de Chihuahua debe ser Fernando Baeza Meléndez, y así fue. Toda la fuerza del centro, todo el poder presidencial entró en juego para hacer de Baeza Meléndez, gobernador de Chihuahua. Baeza hizo un gran trabajo para volver a restablecer el tejido social, que el movimiento panista había hecho garras en la lucha de defensa del voto, que si bien ni el propio Barrio asegura haber ganado, si afirma que el proceso fue sumamente desaseado. El Centro decidió…

La sucesión de 1992

Las repercusiones de la elección de 1986, tuvieron su rebote en Baja California, al aceptarse el triunfo de Ernesto Ruffo Appel, a la gubernatura del estado norteño en 1989. Carlos Salinas de Gortari estaba muy necesitado de legitimidad ante las grandes dudas sobre su triunfo en 1988.

Cuatro años después se vuelve a postular Francisco Barrio Terrazas y Fernando Baeza, cree que el presidente de la república lo deja al frente del proceso con tal y que le de buenos resultados. Fernando Baeza pone como candidato a un incondicional de él, al alcalde de Juárez Jesús Macías Delgado, que no fue sino una pieza sacrificable para Carlos Salinas quien ni siquiera lo conocía y cuando se refirió a él lo hizo como Jesús Mendoza. El centro decidió…

La sucesión de 1998

Esta es digna de mayor atención, ante la ausencia de un arbitro local (el gobernador), en el PRI se da un fenómeno interesante. Siendo alcalde de Chihuahua, Patricio Martínez, afirma ser el primer priísta del estado, ante la ausencia de Ejecutivo estatal emanado del tricolor.

Sin embargo cuando se llega el momento de la sucesión en 1998, quien tiene todos los hilos del partido en su mano es Artemio Iglesias Miramontes, quien tan seguro está del control del partido y de sus buenos nexos en México, que afirma que «como me la pinten brinco»… y tenía razón. Su control en el PRI era tal, con Oscar Villalobos al frente, que por cualquiera de sus métodos establecidos en los estatutos ganaba.

Iglesias acababa de dejar el Senado y buscaba abiertamente la candidatura del PRI a la gubernatura. Pero había un diputado federal, que en los tres primeros meses de su gestión legislativa, apenas se presentó a la Cámara por lo menos a ver que curul le tocaba, ayudado por el ex gobernador Fernando Baeza Meléndez, lo empujaban hacia la gubernatura.

Artemio tenía el gran defecto de no tener nexos fuertes con los grandes capitales chihuahuenses, por el contrario Patricio Martínez, de esas filas venía, había sido presidente de la CANACO en Chihuahua-capital.

Entonces, allá en México, el CEN del PRI, inventa un nuevo método de elección: «Consulta directa a la base», que por primera vez en el país se aplica en Chihuahua y lleva a Martínez a la candidatura y posteriormente a la gubernatura. El centro decidió…

La sucesión 2004

Patricio Martínez, quien gozó como pocos el poder, soñaba como todos en la continuidad. Por lo menos en dos ocasiones puso nuevamente en el arrancadero a Víctor Anchondo Paredes y José Reyes Baeza, este último se le adelantaba, bien apoyado por el experimentado grupo político comandado entonces por Fernando Baeza, su tío en segundo grado. Anchondo se rezagaba y Patricio reiniciaba la carrera, hasta que ya no fue posible y dejó que el diputado plurinominal, que desde México había colocado como número uno en la circunscripción, diera la carrera. El Centro decidió y Patricio se alineó y apoyó al candidato natural…

La sucesión 2010

Hay una terna que desde el centro se impone, la repetimos: César Duarte, «Teto» Murguía y Oscar Villalobos… en tiempos de caos no hay certidumbres, y las cosas nuevas se confunden con las viejas.

Terna hay, pero este columnista no apostaría todavía, con todo y lo adelantado que esté la sucesión, 2009 es primero que 2010. Hay terna y quien la anunció fue el Centro, sólo que no dejó fuera al jugador local…s



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces no es el pueblo con su voto quien escoge?

Revista Semanario del Meridiano 107: dijo...

Para Neon99
Hablamos de los que los teòricos llaman "real politik", en teorìa si es como sugiere.