20 preguntas a María Elena Giner

El consumismo principal

                  enemigo de nuestro hábitat

*«En 20 años de trabajo, la Cocef ha certificado 236 proyectos de infraestructura ambiental, 126 en México y 110 en Estados Unidos», dice la administradora general de la institución

*«El consumismo es malísimo para los recursos naturales, en especial para el agua, ya que para hacer una botella de plástico se necesitan 1.6 galones de agua», afirma María Elena Giner

El medio ambiente y el cuidado de la naturaleza es algo que le ha apasionado toda su vida, temas que ahora trata en su actividad cotidiana al integrarse al equipo de trabajo de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza, institución binacional en la que tiene la responsabilidad como administradora general en representación del gobierno estadounidense.

         Ingeniero civil de profesión, María Elena Giner nació en Los Ángeles, California, pero afirma que creció binacional, porque, al igual que sus hijas, creció en Ciudad Juárez, lo que le permitió conocer las dos culturas, aspecto que actualmente la respalda en su responsabilidad al frente de la Cocef, de la cual forma parte desde hace más de tres lustros.

         Y es precisamente este año que la Cocef cumple 20 de creada, a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como un organismo enfocado a mejorar las condiciones ambientales en la amplia frontera entre México y Estados Unidos. De lo que se ha hecho en estas dos décadas y lo que falta por hacer, incluso con la participación comunitaria, platica con Semanario.

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— ¿Quién es María Elena Giner, la profesionista, la defensora del medio ambiente?

— Nací en Los Ángeles, California, pero me crié en Ciudad Juárez, estudié Ingeniería Civil y una maestría en Administración de Empresas, pero el tema del medio ambiente me ha apasionado desde siempre, incluso, desde antes de ser ingeniero me encantaban los temas de los recursos naturales y el manejo del medio ambiente, creo que es algo que aprendí de mis abuelos que son de campo y obviamente ellos son los primeros en reconocer que hay que respetar el campo, hay que respetar la naturaleza.

«Desde 1990 me involucré de lleno en temas ambientales y sigo en ellos como administradora general de la Cocef, cargo que ocupo desde octubre del 2010 por un período de cinco años».

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— ¿Qué significa para usted ser la administradora general de esta institución binacional?

— Tengo 17 años con la institución, cuando entré fue un paso muy natural para mí porque crecí binacional, en la frontera, hablando ambos idiomas, conociendo las dos culturas;  la Cocef es precisamente una mezcla de las dos culturas.

«El aprendizaje más grande que yo tuve al entrar aquí fue tener relación con la gente del interior de ambos países, con la de Washington y con la de México, y eso fue una experiencia muy interesante, conocer esa cultura de comunicación no tan directa como somos en el norte, entender que cuando alguien te dice “suena interesante”, es que no suena interesante y no saben cómo decirte lo contrario».

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— ¿Son 20 años de la fundación de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza, cómo ve el avance que lleva en el proceso de certificación de proyectos relacionados con el agua?

— El inicio de la Cocef fue con el tema del agua y realmente es apoyada por ambos países, tanto por Estados Unidos como por México, en particular con la Agencia de Protección Ambiental y la Comisión Nacional del Agua.

«Ambas instituciones vieron la necesidad de la cobertura en el mejoramiento de los sistemas de uso de agua en la frontera, que era antes del alrededor del 26 por ciento; en las dos dijeron, hay un problema binacional donde escurrimientos van de sur a norte y otros de norte a sur, tenemos cuerpos de agua binacionales que se están contaminando, pues el medio ambiente no respeta fronteras y trabajando en ello hemos logrado la construcción de 32 plantas de tratamiento de aguas residuales del lado mexicano de la frontera y las coberturas aumentaron al 96 por ciento».

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— ¿Además de la certificación de proyectos en materia hidráulica, lo han ampliado a otro tipo de programas?

— Por el trabajo que se ha hecho como agencia binacional, nos dio un reconocimiento de credibilidad más allá de los gobiernos y nos permitió entrar en otras áreas no únicamente de infraestructura básica, pues ahora es en energía renovable, en transporte, en manejo de residuos sólidos y calidad del aire.

«Yo creo que lo que nos hace diferentes a otras instituciones es que hay muchas que financian construcción, pero hay pocas que apoyan a los gobiernos en políticas públicas, en planes maestros, en asistencia técnica y eso nos destaca a la Cocef entre todas las instituciones que trabajan en infraestructura.

«Una vez estuve con el gobernador de Sonora, estábamos inaugurando una planta en Nogales que ya tenía 20 años en el tintero y no fue hasta que nosotros nos metimos que se concretó; el gobernador dijo, “este es un proyecto que quiero apoyar” y se realizó, pero aquí lo importante es el comentario que le hizo el responsable del organismo operador del agua al gobernador, “es valioso el apoyo en fondos, pero es más valioso el acompañamiento que nos dan durante el proceso”.

«Como institución tenemos cierto nivel de credibilidad, de continuidad y resultados».

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— ¿Se han logrado buenos resultados en estos 20 años de trabajo de la Cocef?

— Así es, tenemos los resultados muy concretos en términos de agua, de saneamiento, del manejo de residuos sólidos, de calidad del aire, pero el área donde hemos entrado más fuerte en los últimos 30 meses ha sido en programas de energías renovables, simplemente en dos años y medio hemos certificado proyectos con una generación de 1,600 megawatts.

«De hecho, empezamos a trabajar con el primer proyecto en el norte del país en Tamaulipas y desde entonces entramos con dos más y otros dos en cartera por certificarse.

         «En total, al 31 de julio del 2014 la Cocef ha certificado 236 proyectos de infraestructura ambiental, de los cuales 126 son en territorio mexicano y 110 en el estadounidense».

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— ¿Hablando de energías renovables, en qué proyectos están trabajando específicamente?

— En sistemas eólicos se han aprobado en el lado mexicano, uno de metano en Saltillo, en tanto que en Estados Unidos han sido eólicos y solares.

«Como estos proyectos han sido principalmente eólicos, la región fuerte en este tipo de recursos naturales es Tamaulipas, además de Nuevo León, así como un proyecto que se tiene en Baja California; han sido cuatro y vienen tres más».

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— ¿Cuáles son los proyectos de energía renovable que han certificado y financiado en los últimos tres años y el impacto ambiental de los mismos?

— Se han certificado 24 proyectos de energía renovable con una inversión de mil 890 millones de dólares y esto ha beneficiado a 1 millón 980 mil 350 personas en distintas poblaciones.

         «En cuanto al impacto ambiental, con ellos se ha logrado en un año generar energía eléctrica por 4 mil 456.82 gigawatts (cada gigawatt equivale a mil megawatts), lo que equivale a la energía anual de 479 mil 715 viviendas, y esto ha derivado en un ahorro de emisiones al medio ambiente por 2 mil 313 millones de toneladas de bióxido de carbono, lo que es igual a movilizar 411 mil 420 vehículos».

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— ¿De todos estos proyectos, qué tanto es lo que aportan los tres órdenes de gobierno, o hay casos en que no aportan?

— Si aportan, sobre todo en proyectos de agua en los que son los programas con inversión tripartita, y en el caso de los renovables, cuando son promotores privados ellos toman el crédito al 100 por ciento.

«Depende de la infraestructura es lo que aportan; hay algunos donde la federación aporta el 60 por ciento y el restante 40 por ciento es entre el municipio y estado, pero hay estados que aportan todo porque se dan casos de municipios muy pequeños donde se hace la obra.

         «Por ejemplo, he visto proyectos en Sonora que aunque son municipales, el gobierno estatal es el que aporta todo lo que corresponde a ambos, dependiendo de qué tan fuerte está el organismo operador del agua».

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— ¿Hablando de inversiones, cuánto es lo que se ha invertido en las obras certificadas por la Cocef?

— La inversión que ha venido a la frontera ya llega a los 8,205 mil millones de dólares, lo cual aproximadamente un 20 por ciento viene del Banco de Desarrollo de América del Norte; prácticamente todos los proyectos que hemos realizado tienen contribuciones de varias fuentes, tres o cuatro, y eso ha sido un proceso muy interesante para nosotros, porque antes cuando el proceso de certificación se veía como un impedimento, realmente se ve como un sello de transparencia y seguridad y los mismos bancos, entre ellos el BDAN, se juntan para estructurar un proyecto, pues les gusta que tiene el sello de certificación de la Cocef».

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— ¿En lo que respecta a los beneficiarios por estas obras que ha certificado la Cocef, cuántos son?

— Ya se han beneficiado a más de 17 millones de habitantes en ambos lados de la frontera.

«Y yo pienso que los más fuertes en cuanto al apoyo que han recibido del lado mexicano son Baja California, Chihuahua y Tamaulipas; Sonora no tanto porque hay menos población  y Nuevo León tiene poca línea fronteriza, pero éste ha aprovechado los programas de crédito».

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— ¿En el caso del estado de Chihuahua cuantos proyectos han certificado y de qué tipo?

— En Chihuahua se han certificado 28 proyectos con una inversión total por 512.90 millones de dólares. De ellos, 11 son en Ciudad Juárez y otros en la zona del Valle de Juárez

«Además están en desarrollo otros cuatro, que son el sistema de alcantarillado sanitario en el ejido Loma Blanca, la ampliación y rehabilitación del sistema de agua potable en Ricardo Flores Magón, las plantas de tratamiento de aguas residuales norte y poniente en Delicias y la actualización del Plan Maestro para Mejoramiento de los Servicios de Agua Potables, Alcantarillado y Saneamiento en Ciudad Juárez.

         «De los 28 ya aprobados, 20 se relacionan con servicios de agua y saneamiento, tres con residuos sólidos municipales y cinco con proyectos de sectores ampliados que atienden de manera conjunta la Cocef y el Banco de Desarrollo de América del Norte».

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— ¿La Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza trabaja por mejorar el medio ambiente, pero qué le corresponde hacer a los habitantes de la región?

— Para cuidar el medio ambiente es importante lo que se enseña en las escuelas, ya que aquí, en México, el tema del cambio climático se maneja desde los años 90s en la educación oficial.

«El consumismo es malísimo para los recursos naturales, por ejemplo, para hacer una botella de plástico toma 1.6 galones de agua, independientemente del líquido que lleva dentro.

«Aquí en Juárez hay organizaciones civiles con mucha credibilidad y antigüedad que tienen influencia en las decisiones que se toman, y deben verse oportunidades de integración de prácticas que ya están probadas, que se están usando en otras ciudades y que han dado resultados.

«Un ejemplo de esto es cuando estás diseñando una avenida, la forma que lo diseñes, de que se aprovechen las aguas pluviales para que se capturen en cuanto caiga a la calle, con canaletas en los cordones y banquetas deprimidas para que el agua llegue y se filtre al subsuelo».

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— ¿En el combate a la contaminación ambiental, qué tanto ha influido la Cocef para despertar conciencia de ello en la población?

— Yo creo que bastante, porque se han hecho trabajos a través del Programa Frontera 20-20, que también es apoyado por ambos gobiernos a través de la Agencia de Protección Ambiental y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

         «Hace 15 años este programa empezó a otorgar un fondo a la empresa Cementos de Chihuahua para que modificara su proceso de combustión de materiales para lo que produce y así poder recibir las llantas que estaban en el centro de acopio de esta ciudad.

«Cementos va a al centro de acopio a recoger las llantas y eso ha originado que sean menos las que quedan en ese lugar.

«Otro proyecto que se ha puesto en marcha, aunque no lo financiamos, es la producción del metano en el relleno sanitario, y otro más en ese mismo lugar es el reciclado de desechos, dos acciones que se realizan a iniciativa del gobierno local, lo que consideramos es resultado de la conciencia que se crea en quienes están al frente de instituciones para mejorar el medio ambiente».

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— ¿Entonces la Cocef intervino en ese proceso de destruir las llantas del centro de acopio, cuántas han quemado en la planta de Cementos de Chihuahua?

— Desde que se empezó a trabajar en ese proyecto en el 2004 y hasta el 2010 el registro es que se destruyeron  5 millones 601 mil 610 llantas, pero aún se siguen sacando más y llevándolas a esa empresa.

         «En el 2004 se procesaron 119 mil 850; en el 2005, 620 mil 620; para el año siguiente fueron 682 mil; en el 2007 procesaron 611 mil 050; en el 2008 la cifra subió a 626 mil 490; en el 2009 ya fueron 1 millón 501 mil 600 y en el 2010 se llegó a 1 millón 440 mil».

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— ¿En proyectos que han  aplicado gobiernos locales, se puede decir que si hay influencia de la Cocef?

— Creo que en contacto directo con la población no tenemos tanta influencia, pero si en las políticas públicas, en los que toman la decisión y es donde está el impacto; por ejemplo, en el caso de las llantas usadas hicimos el análisis por un grupo ciudadano y organizamos talleres sobre manejo de ese producto y todo eso tuvo impacto en la cementera y en las dos plantas para triturar la llanta, lo que ayudó mucho a limpiar el centro de acopio.

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— ¿Además de la actividad diaria y el trabajo en procesos de certificación de proyectos, qué tanto promueve la Cocef con foros la concientización para mejorar la calidad del medio ambiente?

— Me gustaría comentar que este mes de septiembre organizamos el Foro Fronterizo de Infraestructura Verde, Resiliencia y Competitividad para ciudades de la frontera México y Estados Unidos, con el objetivo de capacitar a funcionarios de los tres órdenes de gobierno, a consultores, académicos y público en general sobre estrategias para incorporar estos conceptos en los proyectos de infraestructura urbana.

«Hace seis años, en el 2007, hicimos un inventario de gases de efecto invernadero y se determinó que para el 2020 o el 2025, el 33 por ciento de los gases de efecto invernadero se iban a generar en los estados fronterizos, sin embargo, éstos únicamente iban a tener el 19 por ciento del total de la población.

«Entonces, como México es un país reconocido mundialmente por sus acciones en medio ambiente, por ser uno de los dos países que tiene una Ley de Cambio Climático y que tiene el compromiso que para 2050 va a reducir sus gases de efecto invernadero un 50 por ciento, los seis estados fronterizos tienen que jugar un papel muy importante si generan el 33 por ciento de esos gases.

«Pienso que es importante que los seis estados de la frontera norte se unan y le pidan a la federación el apoyo que se necesita para programas de reducción de gases de efecto invernadero, de los cuales el 80 por ciento son generados por el consumo energético y el transporte de la población».

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— ¿Qué otros factores están contribuyendo en la zona fronteriza en la generación de gases de efecto invernadero?

— En el caso de Nuevo León y Coahuila son los procesos industriales, eso es importante, pero el punto es que para que se pueda lograr ese tipo de reducción hay que aplicar medidas de conservación de energía, renovables.

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— ¿En el trabajo que ha hecho la Cocef, hay relación con el tema del cambio climático?

— Yo pienso que mucho del trabajo que ha hecho la Cocef en los últimos años ha sido muy relacionado con el tema del cambio climático, pero el otro tema que estamos también trabajando es el consumo energético en los organismos operadores de agua, ya que el rubro más grande de emisiones de gases efecto invernadero viene por el consumo de electricidad, y el consumidor más alto es el organismo operador para la distribución del agua.

«Si pueden implementar otras medidas, el organismo operador va a bajar los gastos y tendrá más fondos parta infraestructura, entre otros aspectos.

«Además de eso, la población tiene mucho que ver en el consumo de energía eléctrica, utilizando entre otras medidas los focos ahorradores, así como el sistema de alumbrado público por la eficiencia en este servicio».

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— ¿Qué consejo da usted a los fronterizos para mejorar el medio ambiente, cuidar el agua y otras medidas?

— Yo pienso que el detalle principal que pudieran tener los ciudadanos es amar su ciudad y tener arraigo, porque ese es un problema muy fuerte en Ciudad Juárez, pues en otras ciudades en las que hemos trabajado no tienen este problema; por ejemplo, en Tijuana es increíble cómo han rehabilitado la ciudad, porque la gente de esa frontera vive ahí, la ama y busca mejorarla.

«No es que en Juárez no quieran a su ciudad, pero hay muchos juarenses que viven en El Paso y son transitorios, y pienso que lo que deben hacer es amar su ciudad.

«El segundo, también ser activos por su ciudad, en organizaciones, en las escuelas, con sus familias, utilizar la infraestructura que se está construyendo, porque los eventos culturales no necesariamente son aprovechados por la gente. Yo creo que cuando uno tiene pasión por el lugar donde uno vive, eso hace la gran diferencia en todos los aspectos».

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— ¿Cómo ve a la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza en el futuro, qué sigue para este organismo binacional, o llegara un momento que se diga que ya cumplió su misión?

— Puede ser, vamos a continuar aquí, el futuro no lo sabemos, la realidad es que el futuro para la Cocef en el tema del medio ambiente es largo todavía, pero es difícil saber qué viene después, por lo que seguiremos trabajando en mejorar el medio ambiente en la frontera común entre México y Estados Unidos.