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jueves, 25 de septiembre de 2014

La dispersion urbana



    Desde hace años se han levantado voces de alerta sobre los negativo de la dispersión urbana, del crecimiento horizontal de la ciudad, pero se ha impuesto el interés de unos pocos sobre  el interés general, el de la mayorías, el de la ciudad y sus habitantes y como resultado de lo anterior, la ciudad ha bajado más de 20 posiciones en su índice de competitividad, según un amplio y complete estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad.
            Con lo anterior viene un baja en el nivel de bienestar, la economía se estanca o retrocede y los juarenses vivimos en peores condiciones. Las noticias del «Índice de competitividad 2014» de IMCO, llama a una reflexión profunda sobre las políticas públicas y la normatividad en cuestiones de crecimiento urbano.
            Un ejemplo de muestra, nuestra baja densidad demográfica determina que sólo tengamos cinco policías por kilometro cuadrado, mientras que en las zonas más densificadas del país, como es el Valle de México existan 189 elementos por kilometro cuadrado. Lo anterior por supuesto se refleja en la inseguridad y en los índices de criminalidad.
            Sin embargo, IMCO piso especial énfasis en la Ciudad Universitaria y lo pone como ejemplo para el resto del país sobre algo que no se debe hacer.
            Las conclusiones al respecto son demoledoras: «Es muy difícil entender, con la información disponible, por qué se tomó la decisión de construir la CU de la UACJ en la mitad del desierto, tan lejos del centro de la ciudad y de la frontera. El sentido común nos dice que la UACJ debió haberse expandido en terrenos céntricos, que le permitieran tanto reforzar el tejido social y reactivar la vida urbana, como crear una verdadera Ciudad  Universitaria y del Conocimiento fronteriza y binacional. Sin embargo, lo que tenemos hasta ahora es un proyecto que, desde la perspectiva educativa es de dudosa racionalidad. Ello nos obliga a plantearnos otras preguntas: ¿cuáles fueron las motivaciones verdaderas de la creación de la Ciudad Universitaria? ¿En qué medida pesaron intereses ajenos al sector educativo, como pueden ser los desarrolladores que se beneficiaron de la construcción de la carretera que conecta la Ciudad Universitaria con la ciudad? ¿Por qué no se modificaron los planes del proyecto cuando quedó de manifiesto que Ciudad Juárez estaba dejando de crecer, por la combinación de las crisis económicas y de violencia en 2009-2010? Por la prevalencia de altos niveles de opacidad, hoy es muy difícil responder estas preguntas.
«La Ciudad Universitaria juarense es una aberración y un excelente ejemplo de cómo una presunta buena intención (dado que no conocemos los motivos reales) pueden fracasar ante la ausencia de una adecuada visión territorial de una ciudad. El proyecto grandioso de la «Ciudad del Conocimiento» conformada por múltiples universidades se ha quedado en el papel. Lo que Ciudad Juárez necesitaba era un proyecto que le inyectara dinamismo a su centro, no uno que acelerara la dinámica de dispersión que tanto daño le ha hecho. Esta experiencia debe servir de advertencia a otras ciudades del país que no consideran el impacto de la gobernanza territorial en su competitividad y en la calidad de vida de sus habitantes».
Ni cómo defendernos.
Editorial 1154

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