Por: Antonio Pinedo
Hace 25 años, cuando Miguel de la Madrid, buscaba la presidencia de la república y los signos económicos y políticos del país le eran adversos al PRI, partido en el poder, este columnista publicó en los diarios el Norte de Chihuahua y El Universal de Ciudad Juárez, que ante una situación de inflación con deflación como la que se vivía, la derrota del PRI en las urnas sería estrepitosa a menos que se realizara un enorme y escandaloso fraude electoral.
Don Carlos Loret de Mola, director y propietario de Norte, alimentaba con sus comentarios mi convicción: «vivimos una economía de guerra», decía Loret. El mejor escenario que este columnista esperaba era un gran abstencionismo.
Evidentemente me equivoqué, aunque aún faltaba la cereza en el pastel, ésta la puso en su último informe el presidente José López Portillo, quien nacionalizó la banca en un acto que dejó un gran enojo en la clase empresarial del país. Aun recuerdo la cara de furia contenida de Miguel de la Madrid, que ni las lágrimas del presidente pidiendo perdón a los desposeídos conmovía.
Mea culpa
Efectivamente me equivoqué por un año, no fue sino hasta 1983 y precisamente en Chihuahua, cuando la clase empresarial, los dueños del pueblo, se enojaron e hicieron pagar al gobierno el haberles quitado los bancos, en el enojo iban en paquete los dueños y los empleados, porque recuerdo que Francisco Barrio Terrazas, recién electo presidente municipal de Ciudad Juárez, me comentó que lo que lo convenció para incursionar en la política, fue la nacionalización bancaria, era eso o dejar el país, como originalmente pensó, según su propio comentario.
Pero a partir de esa equivocación he sido más cauto en anunciar la muerte y el entierro del PRI, no ví su muerte cuando Pancho Barrio probablemente ganó en 1986, ni tampoco cuando ganó en 1992.
Aprendí que hay que estar atentos a las señales que mandan los dueños del pueblo, aun cuando éstas no sean la única pista que hay que seguir para saber por donde correrá el agua. En aquel momento la política se volvió más compleja para mí no obstante que tenía años de comentarista político e incluso había ganado en el género de columna un premio estatal.
Aquel 1983 fue muy aleccionador, ver el dinero de Manuel Quevedo y Jaime Bermúdez, financiar la campaña de Pancho Barrio o el de Eloy Vallina, hacer lo propio con don Luis H, Álvarez, me dejó claro de una vez por todas, por aquellas dudas que en mis veintes me quedaban, que «poderoso señor es don Dinero», como desde los siglos de oro, decían los poetas españoles.
Hace 25 años el PRI cometió muchos errores pero entre ellos una pésima selección de candidatos, despreció a líderes naturales, que simplemente se cobijaron con otras siglas y le ganaron los 19 municipios más importantes del estado en donde vive el 80 por ciento de la población.
Dejó ir a Humberto Ramos, mejor conocido como «El Pingüino», a Horacio González, en Delicias… en fin dos botones de muestra.
El secuestro del Tricolor
Con la experiencia a cuestas; cuando el maratonista Roberto Madrazo Pintado, hizo todo lo que fuera para ser él el candidato del PRI no obstante que las encuestas lo ponían como un candidato con mala imagen, y poco confiable para la opinión pública. Creí en su derrota, pero no invité al sepelio del PRI… pero bueno este largo preámbulo, sólo es historia.
Lo que importa es que en el 2009, se darán las elecciones intermedias de Felipe Calderón Hinojosa y el partido que en 2006 pasó a ser tercera fuerza electoral; que parecía la sombra de lo que había sido a lo largo de nuestro largo siglo XX, al parecer se apresta a una gran resurrección y a volver a ser la primera fuerza electoral en las cámaras y a prepararse para volver ha ocupar Los Pinos.
Por lo menos así lo dice la encuesta que realizó Buendía & Laredo, para el diario El Universal, de la Ciudad de México. El PRI cuenta con el 41 por ciento de la intención del voto para el cercano 2009; el PAN está en el 36 por ciento y el PRD volvió a su 19 % histórico. Luego de haber tocado los dinteles de la gloria, como diría don Manuel Acuña.
La encuesta tiene un más-menos 3.5 de margen de error y se realizó en un universo de mil electores.
Lo anterior no es sorpresivo desde las primeras elecciones regionales del presente año la recuperación del PRI ha sido manifiesta, a ganado las elecciones en los estados de Quintana Roo, Hidalgo, Guerrero, Coahuila y Nayarit.
Los resultados anteriores se obtuvieron del cruce de dos preguntas: un 55 por ciento dijo que podría votar por el PRI; un 53 por ciento por el PAN y un 33 por el PRD. Sin embargo un 55 por ciento dijo que nunca votaría por la izquierda, un 35 por ciento dijo que nunca lo haría por el PAN y un 33 por ciento por el PRI.
Lo anterior son buenas noticias para el partido que gobernó al país interrumpidamente desde 1929 hasta el año 2000 y si estos propósitos de los electores se mantienen por los próximos tres años, es muy probable que el PRI regrese al poder en 2012 y que los 12 años de Fox y Calderón no sean mas que un interregno, que sin embargo es la prueba que la alternancia es siempre una posibilidad, mientras se mantengan el actual sistema de partidos en México.s
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