Semanario del meridiano 107

Sucesión en Chihuahua

En marzo, Reyes ya

traía las canicas

* El ejemplo de Reyes Baeza

* Tres escenarios

* El empecinamiento con Cano

Por Antonio Pinedo

En la capital del estado, en los pasillos de palacio y en los corrillos políticos priístas, se insiste en que José Reyes Baeza Terrazas tiene frenada la carrera por la sucesión del 2010, con el argumento de que primero son los diputados del próximo 5 de julio. Y después se puede pensar en lo que sigue.

El ejemplo de Reyes Baeza

Sin embargo para el mes de agosto del 2003, el hoy gobernador ya realizaba abierta campaña; en la edición del cuatro de septiembre de ese año, Semanario publicó una entrevista en la que hablaba de que era tiempo de buscar apoyos y alianzas. Sabedor de que su actividad disgustaba al iracundo Patricio Martínez, ponía énfasis en que eran amigos y hacía votos porque esa amistad se mantuviera al final de la administración.

A buen entendedor pocas palabras: simple y llanamente Reyes Baeza, sabía que podía provocar el enojo del gobernador, pero estaba dispuesto a afrontar las consecuencias, los traía bien puesto pues.

Ahora, en apariencia parece refrenado Oscar Villalobos Madero; César Duarte Jáquez, ha logrado jugar muy bien sus cartas y está en una posición política envidiable a nivel nacional y Héctor Murguía Lardizábal, hace una campaña que pretende ser discreta, pero de la cual todo mundo comenta y se entera. Se dice que «en política lo que parece es»; entonces lo descrito en este párrafo es lo que está sucediendo.

Oscar trabaja, aunque con bajo perfil; «Teto» lo hace abiertamente y César tiene una posición en la que se puede mover con holgura sin que nadie pueda decir nada, es consustancial al cargo de Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Hace lo mismo que Reyes sólo que seis meses después y con un poquito de mayor discreción.

Tres escenarios

En la línea de pensamiento de los párrafos anteriores es lógico suponer que hay sólo tres posibles escenarios, no van en orden de importancia o posibilidades: En el primero el grupo político en el poder continúa con la candidatura de Oscar Villalobos Chávez. En el segundo se impone la clase política nacional, como sucedió con Reyes Baeza y el candidato del PRI es César Duarte Jáquez. En el tercer escenario el triunfador de la contienda interna es Héctor Murguía Lardizábal y el principal ingrediente para su candidatura es que las encuestas lo mantengan como un político popular y que el PAN postule a un candidato que ponga en peligro la permanencia del PRI en el poder. Hoy, a finales de febrero de 2009, los anteriores parecen los escenarios posibles.

El empecinamiento con Cano

Sin embargo los jaloneos finales son los más intensos e interesantes y estos aún están por venir. Es claro que la Nomenklatura priísta se había decidido por José Reyes Baeza ya para marzo del 2004 y las cosas caminaron de tal manera que se dieron. Seis años atrás, los jaloneos llegaron hasta diciembre de 1997, cuando Patricio Martínez, de la mano de Fernando Baeza, en lugar de acudir a realizar su labor de legislador en San Lázaro, se dedicaba de tiempo completo a convencer a los electores nacionales, o mejor dicho al elector –era presidente Ernesto Zedillo-, de que él era mejor opción que Artemio Iglesias Miramontes.

En fin, lo anterior viene al caso porque es muy extraño que por segunda ocasión consecutiva sea postulado para un cargo de elección popular Alejandro Cano Ricaud, ex alcalde de Chihuahua, sobre todo si consideramos que perdió en su única campaña política realizada hasta hoy.

Es difícil creer que Cano tenga vocación legislativa; no creemos que le interesen los cargos de parlamentario, esta más hecho para el mando, para el poder ejecutivo, entonces no es descabellado pensar que lo quieren volver a poner en el juego para el 2010 y salva el escollo llamado Manuel Narváez… se le moverá una patita.