1.- Eran los años de efervescencia política de los ochentas del siglo pasado. La nacionalización de la banca, tenía muy inconforme a la clase empresarial del país, y deciden jugar en las elecciones de Chihuahua de 1983 con la oposición panista y castigar a sus aliados histórico por el desacato de la estatización de los bancos. La leyenda urbana, sabrá Dios que haya de cierto, dice que el empresario Eloy Vallina dijo: Me quitaron el Banco, les voy a quitar Chihuahua. Su opinión era de mucho peso, por ser un gran capital, pero no era para tanto, por eso nos atrevemos a calificarla de leyenda urbana. En aquel 1983, el PAN ganó las 19 presidencias municipales más importantes del estado, incluido Delicias, con Horacio González, que es la única vez que ha estado en manos del PAN…
2.-Fue un año de definiciones políticas, como es el caso de Pancho Barrio, Ramos Molina; Francisco Villarreal, Miguel Fernández, Carlos Borruel, Javier Corral, en fin una serie de líderes que surgieron en la política estatal. Sin embargo el PAN en su «Boom» buscó, detectó a otros hombres en los que vieron madera para la política y simpatías por el movimiento, pero que por algún motivo no se definían; es el caso de Patricio Martínez y Alonso Baeza, con grandes afinidades ambos, al grado de que el PRI se adelantó a reclutar a Patricio Martínez y Alonso Baeza, más fiel a sus ideales, se inclinó por el PAN, estos personajes, muy afines, se iban a enfrentar por la alcaldía de Chihuahua en 1992, pero Baeza, al ver que su contrincante era Martínez, simplemente se rajó.
3.- Patricio Martínez, quien llega arriba de los cuarenta a la política, tiene un paso fulgurante por ella; tras dejar la presidencia de CANACO, lo recluta Fernando Baeza y se lo lleva de Secretario de Administración del Gobierno del Estado. Sólo uno años atrás Pancho Barrio, lo contaba dentro de los activos del PAN y lo mencionaba para su postulación a un puesto de elección popular, le ganaron el tirón. Martínez García demuestra tener «patas de jinete» y de la mano de Fernando Baeza, llega a la presidencia municipal, luego a una diputación federal y finalmente a la gubernatura, en una rápida carrera de menos de diez años, lo que es un caso único en la política estatal, tal vez sólo comparable con el de Oscar Ornelas Kuchle, llevado de la mano nada menos que por el presidente de la república José López Portillo.
4.-Fue un mandatario que trabajó muchas horas, disfrutó el poder como pocos, a plenitud; fue arrebatado, desmesurado, muy querido, muy odiado, nada a medias. Martínez arrollaba a quienes no acataban, lo hizo con toda una ciudad, con Juárez, la cual abandonó de manera criminal, sólo porque sus ciudadanos optaron votar por el PAN y no por los amigos que el repetidamente les quiso imponer: dos veces fue candidato Eleno Villalba, dos perdió; dos veces fue candidato Roberto Barraza, dos perdió. Entonces el omnipotente Patricio, acostumbrado a que nadie le dijera no simplemente ignoró al cuarenta ciento de la población estatal, que lo recuerda muy mal. Pero bueno, viene al caso Patricio, porque es evidente que ha definido sus simpatías y el poder político que aún pueda tener por la precandidatura de César Duarte para el 2010. (Rodrigo Borja).s
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