Por Rodrigo Borja
El cabecilla más violento e importante de «La Línea», fue detenido merced a información proporcionada por la DEA a la Policía Federal, la detención se realizó en la ciudad de Chihuahua, a donde el delincuente mejor conocido como «El Diego», se trasladó tras haber operado en Ciudad Juárez por más de dos años, abiertamente protegido por el Gobierno del Estado y más concretamente por la ex procuradora Patricia González.
José Antonio Acosta Hernández, «El Diego» o «El Blablazo», desde 1999 ocupó puestos importantes en la policía estatal de Chihuahua y algunos testimonios de sus compañeros de trabajo, hablan de cómo en forma abierta se declaraba miembro de «La Línea» aun dentro de las instalaciones de la policía estatal a donde llegaba a bordo de lujosos automóviles y pocas veces usaba los vehículos oficiales.
Mantener a Acosta Hernández, dentro de la corporación empezó a ser sumamente difícil, por lo cual se le despidió en octubre del 2007, sin embargo luego de octubre del 2010, cuando la licenciada Patricia González, llegó a visitar Ciudad Juárez, los servicios de protección y seguridad, se la brindaba el propio «Diego» y sus compinches.
Gran golpe
En esta tarea sistemática de sustituir al cártel de los Carrillo Fuentes, por el cártel Guzmán Loera, la caída del «Diego» es de suma importancia y puede llegar a ser el golpe que definitivamente posicione a «El Chapo» en la plaza de Ciudad Juárez y saque lo que queda de los Carrillo Fuentes.
La detención trascendió desde el pasado fin de semana, pero fue a pocas horas del cierre de Semanario que se dio a conocer oficialmente su arresto mediante un boletín emitido desde la Ciudad de México en el cual se dice que José Antonio Acosta Hernández, alias «El Diego», jefe operativo del Cártel de Juárez, declaró ante autoridades que ordenó la muerte de unas mil 500 personas.
Ramón Pequeño, jefe de la División Antidrogas de la PF, informó que entre las víctimas de «El Diego» están policías de los tres niveles de Gobierno, funcionarios, integrantes de grupos delictivos rivales e incluso miembros de su misma organización a quienes les perdió la confianza.
En contradicción con lo que se conoce en Chihuahua, el funcionario informó que Acosta Hernández inició su carrera delictiva en 2008, cuando ordenó la colocación de narcomantas en las que se amenazaba a policías ministeriales.
Después, su liderazgo dentro del Cártel de Juárez, que encabeza Vicente Carrillo Fuentes, «El Viceroy», se consolidó cuando reclutó a la pandilla conocida como Los Aztecas, que ha servido en los últimos años para hacer frente al Cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín «El Chapo», Guzmán.
Junto con «El Diego» fue detenido Jesús Antonio Mancinas Sandoval, responsable de su seguridad personal.
El Presidente Felipe Calderón destacó en su cuenta de Twitter la captura de Acosta Hernández, la cual calificó como el máximo golpe en el Operativo Ciudad Juárez.
Líneas de investigación señalan a José Antonio Acosta Hernández, alias «El Diego», como presunto autor intelectual del homicidio de tres personas vinculadas al consulado de los Estados Unidos, ocurrido el 13 de marzo de 2010 en Ciudad Juárez, Chihuahua y se le vincula con los siguientes hechos:
El homicidio de policías municipales y ministeriales durante 2008 por negarse a colaborar con su agrupación y a quienes acusaban de trabajar para la organización de Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo».
El homicidio de 14 personas el 30 de enero de 2010, en la colonia Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, donde presuntamente se encontraban reunidos integrantes de la organización «Gente Nueva». Acosta Hernández, manifestó que él dio instrucciones para que privaran de la vida a presuntos integrantes del grupo delictivo conocidos como «Los Doble A», vinculados con el Cártel del Pacífico quienes se encontraban en una fiesta.
Coordinar y planear el homicidio de 19 personas en el centro de rehabilitación denominado «Fe y Vida», en la capital del estado el 10 de junio de 2010, donde presuntamente se encontraban integrantes de grupos antagónicos.
Ordenar el homicidio de Sandra Ivonne Salas García, subprocuradora de Asuntos Internos de la Procuraduría General de Justicia del estado el 30 de junio de 2010, donde también perdió la vida uno de los escoltas de la funcionaria.
Tras su detención, José Antonio Acosta Hernández señaló ser el autor intelectual de la preparación y colocación de un vehículo con explosivos, el cual indicó fue detonado contra policías federales debido a la detención, el 15 de julio del 2010, de uno de sus colaboradores más cercanos Jesús Armando Acosta Guerrero, alias «El 35». Acosta Hernández manifestó que para realizar esta acción privaron de la vida a una persona que pertenecía al Cártel del Pacífico, al cual uniformaron con ropa de policía municipal y dejaron cerca del vehículo con explosivos, posteriormente dio instrucciones para que fuera activado el artefacto a través de un teléfono celular.
José Antonio Acosta también está vinculado con el ataque contra las instalaciones de la Policía Federal en Ciudad Juárez, ocurrido posterior a la detención de Acosta Guerrero.
El homicidio de 13 jóvenes el 22 de octubre de 2010 que se encontraban en una reunión en la colonia Horizontes del Sur.
Presunto responsable de adquirir material explosivo industrial, el cual fue asegurado por elementos de la Policía Federal el 25 de abril de 2011 en Ciudad Juárez, mismo que sería utilizado para la fabricación de «vehículos con explosivos» que emplearían para agredir a policías federales.
Acosta Hernández ordenó colocar pintas y mantas el pasado 27 de junio, donde amenazaba a autoridades antidrogas de los Estados Unidos y de Chihuahua. Posteriormente, el 20 de julio mandó colocar otras mantas con amenazas a las autoridades estadounidenses. Tras su detención señaló que los mensajes contra la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, fueron colocados para que supieran que los tenían ubicados.
José Antonio Acosta Hernández, alias «El Diego», refirió que ordenó el homicidio de aproximadamente mil 500 personas, principalmente en Ciudad Juárez y Chihuahua capital, entre las que se encuentran policías de los tres niveles de Gobierno, funcionarios, integrantes de grupos rivales, integrantes de su misma organización a quienes les perdía la confianza y otras más no vinculados a grupos criminales a quienes privaron de la vida por equivocación al pensar que se trataban de integrantes del Cártel del Pacífico.
El boletín oficial no lo dice, pero la permanencia y movilidad de «El Diego» se debía a la abierta protección que se le concedía desde el gobierno estatal anterior y todavía en el actual por algunos miembros de la policía estatal, que siguen ahí, pese a los anuncio de depuración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario