20 preguntas a Rosario Olivia Caraveo

Comunicación Familiar, clave

para evitar la drogadicción

Entrevista a Rosario Olivia Caraveo Villalobos, directora del Centro de Integración Juvenil

*En el Centro de Integración Juvenil se atiende a  niños desde 8 años hasta personas adultas de 85 a 88 años, dice la directora de la institución

*Cuando hay una buena comunicación en la familia, es fácil detectar cuando los hijos consumen alguna droga y con ello ayudarles a dejarla, comenta Olivia Caraveo

Por Luis Carlos Cano C.

Tiene ya dos décadas trabajando en apoyo a la gente para prevenir y combatir las adicciones a sustancias tóxicas, desde el tabaco hasta las drogas consideradas más fuertes como la cocaína o la heroína.

Rosario Olivia Caraveo Villalobos es licenciada en Sociología y además de cursar varios diplomados, obtuvo la maestría en Ciencias de la Salud Pública en la especialidad de Administración de la Salud en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, especialidad que aplica en el Centro de Integración Juvenil, del cual es directora de las dos unidades que la institución tiene en esta frontera.

Y aunque el nombre de la institución enfatiza en la atención a los jóvenes, la realidad es que en estos centros atienden también a niños y adultos de diferentes edades en su lucha por salir de la adicción a alguna droga, a fin de mejorar su calidad de vida y con ello también la relación familiar. De esto y el trabajo que hacen en el Centro de Integración Juvenil para beneficio de la comunidad, platica con Semanario.

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-¿Cuánto tiempo se ha dedicado usted a trabajar en la prevención y combate a las adicciones?

- En esta institución tengo 20 años colaborando en diferentes actividades, primero en la ciudad de México en el área de información y luego en el voluntariado; después al regresar a Ciudad Juárez trabajé 10 años como coordinadora de lo que es movilización social y posteriormente como directora de las dos unidades, la clínica para ayudar a personas adictas a fumar y hace dos años coordino también la Unidad para la Prevención del Consumo de Drogas, situada en el Boulevard Bernardo Norzagaray.

En estas dos unidades tengo la oportunidad de trabajar con todos los sectores de la comunidad, el educativo, el de salud, el laboral, religioso, deportivo y todo lo que se presente con invitaciones a colaborar para llevar la información de prevención a las adicciones, pero también talleres que van de la mano para que haya una prevención en la familia; por ejemplo, con círculos de lectura para papás con el libro de cómo proteger a tus hijos de las drogas.

De igual manera con algunos talleres que van relacionados a proteger a los adolescentes en el sentido de fortalecerlos para que adquieran mayores habilidades en la vida, mayor apego escolar, de cómo ser asertivos en lo que es su comunicación y eviten llegar a un consumo de drogas. En sí, ayudarlos a pasar esta etapa de la vida y fortalecer el nivel de stress, pues si están débiles en algo se favorece el consumo de alguna sustancia, desde experimentar con el tabaco hasta llegar a un consumo de otra sustancia ilegal más fuerte.

Nuestro trabajo principal es sensibilizar, informar y orientar a todas las personas.

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-¿Centro de Integración Juvenil implica atender sólo a los jóvenes, o son mayoría como grupo de edad de las personas que atienden?

- Esta institución lleva el nombre de juvenil, pero eso no indica que sólo se atienda a jóvenes, aquí atendemos a niños desde 8 años hasta personas adultas de 85 a 88 años que llegan a solicitar el servicio.

La atención en el área de tratamiento es generalmente a las personas que vienen por su voluntad y tienen ese propósito de mejorar su calidad de vida, la intención de dejar una adicción que les está haciendo daño a ellos y a su familia, tanto en lo que es su salud física y mental, como en lo económico.

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-¿Ha aumentado la cantidad de gente que viene a recibir atención a este centro?

- Lo que pasa es que, por ejemplo, en la clínica de tabaco muchos de nuestros pacientes son derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social; ellos asisten a una consulta médica y a los que son fumadores o tienen un abuso en el consumo de alcohol o de alguna otra sustancia dañina a su organismo, generalmente los canalizan a esta institución y de alguna manera vienen voluntariamente porque nosotros le damos un seguimiento a su adicción, tanto médica como psicológica.

         También nos canalizan a jóvenes de las escuelas, desde primaria, secundaria, preparatoria y universidad, nos envían a empleados de las empresas, de los sectores de salud, de la Procuraduría General de la República, de los centros de Readaptación Social, también de clubes y muy pocos del área religiosa. Aquí se puede encontrar a un niño de primaria o secundaria, a un universitario, un médico, una enfermera, una ama de casa, un periodista, escritor, artistas y otras gentes de diferentes profesiones, pues el problema de las adicciones no es una sola persona, es un universo de personas de edades y sectores.

No hay de un sector específico en lo económico o lo social, llegamos a atender a personas que no tienen un trabajo o lo tienen desde un mecánico o alguien que desempeña otro oficio, hasta de un puesto ejecutivo en una empresa, gente importante.

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-¿Qué tipo de adicciones son los más comunes que atienden ustedes?

- El problema en el uso de sustancias genera adicciones, pero no solamente vemos lo que es la adicción al consumo de una sustancia, también hay adicciones al juego, casos que ahora se están haciendo algo muy común en nuestra frontera por los casinos que se han instalado aquí.

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-¿En la adicción al juego son muchos los casos que están atendiendo?

- No han sido muchos, la gente que ha venido a solicitar ese apoyo es cuando ya perdió a su familia, sus bienes, que tiene además un problema de adicción al alcohol y tabaco, porque en esos lugares hay un consumo fuerte de esas sustancias, entonces esa misma adicción al juego le disparó esa otra al alcohol o tabaco; vienen en estado emocional depresivo muy fuerte y se dan casos de suicidio por lo que han perdido.

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-¿Las empresas que manejan esos casinos les canalizan gente que ven con problemas de adicción al juego?

- Directamente no, pero si han llegado algunas personas, desafortunadamente uno dice que asisten cuando ya toca fondo; por ejemplo, tenemos pacientes que han fumado 50 años y acuden luego de que fueron al médico en el Seguro Social y le detectaron diabetes, hipertensión arterial, que tiene úlceras, gastritis, problemas del corazón o algunas otras enfermedades asociadas al consumo de tabaco, por eso esta persona tiene que acudir a un centro donde se le dé la atención para que pueda dejar el consumo de tabaco, en este caso, algo igual es con los que consumen alcohol.

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-¿En el caso de los jóvenes que atienden o algunas otras personas adultas quiénes se las canalizan?

- Los más jóvenes vienen porque son canalizados por una escuela o que son detenidos por la Fiscalía General del Estado, por la PGR o alguna empresa donde ellos trabajan y que al hacerles el antidoping les encuentran que consumen drogas. En esos casos les condicionan la asistencia a un tratamiento para dejar de consumir la mariguana, la cocaína o alguna otra sustancia que esté consumiendo en ese momento para que pueda conservar su trabajo, por eso vienen a un tratamiento, se les hacen varios estudios para control de tabaco de alcohol, se les da el tratamiento médico, la fármaco-terapia, tratamiento psicológico, ya sea individual, grupal o familiar, porque en muchas ocasiones se une toda la familia para poyar a esa persona, vienen los papás, los tíos, abuelos, hermanos y se hace terapia familiar.

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-¿Cuál es la cantidad de gente que atienden en el CIJ?

- El año pasado tuvimos a nivel nacional 8 millones 500 mil personas atendidas en los programas preventivos y de atención curativa en las 114 unidades; de estos, 210 mil personas fueron atendidas en el estado de Chihuahua en las cinco unidades de atención que tenemos.

De esos 210 mil, en Ciudad Juárez tuvimos 806 personas en tratamiento, mientras que en el estado fueron 2 mil 564.

Tenemos dos unidades que tratan el problema de consumo de heroína a nivel nacional, una en Tijuana y la otra en esta frontera, que es el centro que se encuentra por el Boulevard Bernardo Norzagaray; la de Tijuana atendió a 250 personas y aquí a 450 pacientes que tienen ese problema de consumo de heroína.

Esta ciudad tiene más usuarios de heroína que asisten a un tratamiento, posiblemente Tijuana tenga también esa cantidad, pero asisten menos al tratamiento. Aquí puede ser que la gente esté más sensibilizada.

A quienes asisten se les da un tratamiento terapéutico con atención médica y psicológica, de alguna manera es una atención dual porque les ayuda física y emocionalmente a dejar esa sustancia, que es muy adictiva.

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-¿Además de esos tratamientos, también ayudan a la gente en el área de hospitalización?

- Tenemos también centros de hospitalización, a nivel nacional hay 12 unidades, de esas el total de atención fue de mil 973 pacientes. En lo que respecta a Ciudad Juárez en el 2013 estuvieron 92 pacientes hospitalizados en la unidad de internamiento del Boulevard Norzagaray.

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-¿Se les interna porque es grave la situación en que se encuentra la persona?

- En esos casos las personas también van por su propia voluntad y lo hacen cuando están detectando que solos no pueden dejar el consumo de esa sustancia y solicitan el apoyo para que puedan estar internados y dejar de consumir.

En ese tratamiento tienen el apoyo médico, psicológico, terapias, centro de día donde les dan talleres y se ocupan durante el tiempo libre aprendiendo un oficio o talleres que les ayuden a mejorar su calidad de vida.

Tienen también el apoyo del Instituto Chihuahuense para la Educación de los Adultos con la educación abierta y de alguna manera esa gente ocupa su tiempo, pero es por su propia voluntad, a nadie se le obliga, a todos se les hace estudio social y en base a ellos se cobra o no la cuota de recuperación.

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-¿Cuánto es lo que cobran de cuota de recuperación?

- En la unidad de la calle Tlaxcala por la consulta se cobra 70 pesos y cuando ya se les hace un estudio socioeconómico se establece una cuota de recuperación para al tratamiento, que pueden ser esos mismos 70 pesos, ó 40, o nada, también puede ser más, de acuerdo a la posibilidad económica de la persona.

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-¿De los que vienen qué porcentaje les cobran la cuota y que tantos no les cobran?

- Es un 60 por ciento de las personas que vienen al tratamiento las que se quedan en ceros para apoyarlos porque tienen necesidad económica; incluso, algunos de ellos a veces no asisten a la terapia porque no tienen dinero para el camión y pierden consultas, es algo que a veces los atrasa en el tratamiento.

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-¿De las personas que atienden en el Centro de Integración Juvenil, cuál es la sustancia que más consumen?

- Actualmente estamos teniendo en mayor cantidad el consumo de mariguana, no sabemos si es por facilidad para conseguirla y están experimentando, pero en diciembre atendimos a13 personas y de ellas la más joven fue de 12 años de edad y la más grande de 54 años. Del total de esas personas, la sustancia que más se consumió fue la mariguana, 9 de ellos, 3 de tabaco y uno de alcohol.

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-¿Y durante el resto del año qué droga fue la que más usaron?

- En los últimos meses vimos que el consumo mayor fue la mariguana, desde enero tuvimos 35 personas, de las que la más joven fue de 14 años y la mayor de 56 años; podemos observar que además de la mariguana, tuvimos también uno por consumo de crack.

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-¿Si clasificamos cinco sustancias, cuáles son las que más consumen los adictos en esta frontera?

- Nosotros tenemos el tabaco, alcohol, mariguana, cocaína y de vez en cuando salen los inhalables o el crack, este es muy poco en lo que nosotros atendemos.

También en algunos casos consumen medicamentos depresores como las metanfetaminas, pero no es muy común su consumo en la ciudad.

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-¿Qué tanto influye la familia para que el adicto se decida a dejar las drogas?

- Influye mucho, porque la familia es un apoyo para que los adictos sientan y tomen esa decisión de dejar el consumo de esas sustancias, se tienen terapias con la familia y ellos, a veces son problemas psicológicos, a veces económicos, de matrimonio, son diferentes situaciones las que se presentan para que una persona llegue al consumo de sustancias.

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-¿En el combate a las adicciones qué tanto es lo que se logra con la prevención al consumo?

- Creo que con la prevención se logra un 99 por ciento de avance contra el consumo de sustancias, de lo que se tiene que hacer para evitar el consumo, ya sea por medio de conferencias, de información en escuelas, hospitales, centros comunitarios, de talleres, seminarios, círculos de lectura y todo lo que es la  capacitación.

Durante el 2013 tuvimos una cobertura en Ciudad Juárez de 106 mil 395 personas atendidas en pláticas de prevención, de las cuales el 60 por ciento fue en escuelas a niños desde los 6 y 7 años, hasta jóvenes de más de 21 años, porque se abarcan todos los grados de la educación, desde preescolar hasta universidad y el resto es en lo laboral, porque trabajamos tanto en maquiladoras como en otras empresas.

El año pasado hicimos una encuesta laboral con Oxxo, en donde entrevistamos cerca de 750 a 780 personas para detectar cuál es la problemática que tienen ellos ante el consumo de una sustancia, o si hay violencia laboral.

 Y ahorita tenemos en el trabajo de 2013 llevando talleres, ferias de salud, cortometrajes, obras de teatro, talleres de manualidades en algunas maquiladoras, además de torneos deportivos y cultura, así como cursos a los que acude la comunidad.

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-¿Haciendo una evaluación del resultado de las pláticas, qué tanto se influyó para que la gente no consuma sustancias adictivas o drogas?

- Lo que pasa es que cuando nosotros damos información y capacitación a la gente, en el primer momento no se puede tener un resultado, este se va viendo en la medida en que se deja de asistir a solicitar un tratamiento, entonces es cuando se puede decir, ya no va gente a la atención de tratamiento; si baja la solicitud de tratamiento, de alguna manera es un termómetro que nos indica que hay menos problemas de consumo.

Eso es porque se ha informado, se ha sensibilizado, porque la gente ha tomado la decisión de no continuar con un consumo.

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-¿Cuánto es el personal que se encarga de atender a quienes acuden a solicitar la ayuda del Centro?

- Tenemos ocho personas de base y 13 en la unidad de prevención, pero el resto son voluntarios, profesionistas de todas las áreas que participan en los talleres, instructores para el gimnasio; es un abanico de perfiles, de personas que colaboran con la institución en beneficio de la comunidad.

Algo que quiero mencionar es que esta institución, el Centro de Integración Juvenil, nace con un equipo de voluntarios, aquí nos apoyamos con jóvenes y adultos voluntarios, tenemos 56, hay también niños que están en brigadas infantiles, a quienes se les da una capacitación y ellos la transmiten en sus mismas escuelas o en pláticas informativas de prevención de consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, tanto a los padres como a los estudiantes.

Hay voluntarios en colegios y escuelas de todos los niveles, psicólogos, orientadores también en hospitales, pero el espacio está abierto para los que quieran colaboran, que sean de las carreras de psicología, sociología, educación y otras más para que presten su servicio social aquí.

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-¿Como directora del Centro de Integración Juvenil, cuál es su mensaje a la comunidad de cómo detectar y cuidarse de las adicciones?

- Yo creo que podría ser un mensaje en el sentido de que todos los que somos padres de familia debemos tener más atención hacia lo que está pasando con nuestros hijos, los cambios emocionales que ellos llegan a tener, los cambios de códigos, de conducta, de amigos, de si están con problemas escolares, de dormir o comer. Cuando tenemos una comunicación con la familia es fácil detectar estos cambios, ya sea por la forma que ellos responden a un saludo o el olor que se detecta cuando se les da un abrazo o un beso.

Además, sus calificaciones, la forma de dormir, de comer, pueden ser indicadores de algún cambio que está teniendo un hijo, pero también los cambios emocionales, depresivos o muy efusivos, entonces como papás debemos estar atentos hacia esos focos de cambio que tienen los hijos, platicar con ellos, no cuestionarlos porque se cierra esa comunicación, es importante el diálogo abierto con ellos.

Nosotros como Centro de Integración Juvenil estamos comprometidos en dar ese apoyo, brindando toda la atención médica, psicológica y social para las personas que así lo deseen, tanto a las que son usuarias de una sustancia como a las que quieren prevenir, aquí tenemos muchos talleres y capacitaciones. Lo que tenemos en prevención es gratuito.