En
un acto de entrega de televisores o mejor dicho de rifa de televisores
un auditorio compuesto por trabajadoras domésticas, el presidente
municipal de la ciudad de Chihuahua, con su declaración, que quiso
corregir al final del evento, llamándolo chascarrillo, nos habla mucho
de lo que pasa en la cabeza del político.
Es
evidente que la mediocre administración pública que encabeza, no ha
respondido a las expectativas de los ciudadanos de la capital y las
críticas a la misma que se reflejan a diario en los medios de
comunicación, ya sea prensa escrita, o medios electrónicos, no lo
favorece, como él quisiera y llama a desatenderse de las mismas.
Es como el síndrome de Vicente
Fox, quien en un evento público, felicitó a una mujer analfabeta porque
así no puede leer los periódicos y por consiguiente será más feliz.
En
el fondo es la misma situación, ambos políticos ignoran que los medios
de comunicación son como espejos en los que nos reflejamos como sociedad
y ellos como gobierno, al no gustarnos lo que vemos en el espejo,
descalificamos a los medios.
Los
medios de comunicación son un reflejo de la realidad y ésta es
desfavorable al gobierno, en el caso específico al gobierno municipal de
Javier Garfio Pacheco, quien en su medianía, sólo tiene para solicitar
que no vean las noticias, que mejor ignoren la
realidad y se enajenen en las novelas, para que el grupo en el poder
siga con sus prácticas, que no necesariamente son en beneficio de la
ciudadanía. Editorial 1179
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