Lejano el 1983... El PRI regresa con todo en Chihuahua

 Por Rodrigo Borja

Desde el domingo cuatro de julio se ve más lejano aún el «boom» panista de 1983. El regreso del Partido Revolucionario Institucional ha sido contundente, sin la preponderancia de antaño, pero con plena fortaleza en el competido Chihuahua actual. Los triunfos de César Duarte, Héctor Murguía,  Adán Quezada y 20 diputaciones ponen al tricolor en una situación inédita en los últimos 30 años.

La jornada electoral del día cuatro era importante para todos los actores políticos del país, por la toma de posiciones para el releve presidencial del 2012, en pocas palabras seis estados cambiaron de partido gobernante; el PRI perdió tres gubernaturas, dos arrebatadas al Partido Acción Nacional (Tlaxcala y Aguascalientes), y una al Partido de la Revolución Democrática (Zacatecas). El PRI queda con el mismo número de gubernaturas pero en las nuevas se gobierna a tres y medio millones de mexicanos y en las perdidas hay 10 millones de habitantes. El PRI ganó nueve de doce gubernaturas, pero perdió tres con gran población por tres con menor número de  habitantes, por lo tanto de diputados y de electores.

A nivel nacional hay múltiples lecturas, desde que el PAN gana tres gubernaturas, como el que Blanquiazul no gana nada ya que lo hace con candidatos francamente priistas como en Sinaloa o «pejistas» como es el caso de Oaxaca. La misma lectura para el PRD. En fin, lo que es claro es que en Chihuahua, el PAN quedó en una situación que no había vivido desde  la elección de 1986, la cual por otra parte está impregnada de «sospechosismo».

Batazo al PAN

Los números nos dan el tamaño de la derrota. Los panistas gobiernan en este momento 18 municipios en la entidad, a partir del 10 de octubre gobernarán 23. A simple vista parecería un aumento en victorias, pero perdiendo la ciudad de Chihuahua y Parral, dejan el gobierno de la segunda y quinta ciudad en población en la entidad. El tamaño de la derrota puede ser medido de esta manera: las 23 presidencias municipales no reúnen todas, la cantidad de electores de la ciudad de Chihuahua. De hecho sólo mantuvieron su presencia en las alcaldías de Nuevo Casas Grandes, Camargo y Ojinaga. Su triunfo importante es en Delicias, con la victoria de Mario Mata.

El PRI gana  las tres ciudades más importantes de la entidad por su número de habitantes, con Héctor Murguía,  Adán Quezada e Israel Beltrán Montes, el primero y el último de los tres ya había gobernado su comunidad.

En lo que respecta a las diputaciones el PAN cuenta con siete de elección popular de las 22 que por esta vía se definen, y ahora sólo logró ganar en dos, los distritos III y IV, con cabecera en Ciudad Juárez.

Por otra parte, como se esperaba el triunfo de César Duarte Jáquez, fue amplio por poco más de catorce puntos, aquí en Semanario se publicó más de una vez que la ventaja que arrojaban las encuestas internas del PRI, mismas que se realizaban para la toma de decisiones y no para la publicidad, daban quince punto de ventaja y fueron consistentes en todo el proceso electoral.

El triunfo de Duarte Jáquez, marca no únicamente el creciente fortalecimiento del PRI que en los ochentas fue «enterrado» varias ocasiones e incluso se habló con seriedad que el presidente Carlos Salinas de Gortari, iba a cambiarle el nombre por Partido Solidaridad, también marca el fin de la preponderancia política en la entidad del «Grupo Delicias», cuyo único sobreviviente del pasado cuatro de julio es Adán Quezada, por lo menos de relevancia.

Las panistas de Juárez al mando

Otro de los resultados del último proceso electoral, coloca nuevamente a los panistas de Ciudad Juárez, como la fuerza interna preponderante a nivel estatal, posición que mantuvieron desde 1983 hasta el 2004.

Ahondado en lo anterior recordemos que en la elección de diputados federales del 2009, sólo la juarense María Antonieta Pérez, logró ganar una de las nueve curules en disputa y en el proceso actual sólo los juarenses Alejandro Pérez Cuéllar y Raúl García Ruiz, lograron triunfos en los distritos III y IV, que corresponde al II Distrito federal electoral, que fue el que se gano el año pasado, con lo que el reducto más importante del PAN en  la entidad vuelve a ser Ciudad Juárez.

Los panistas chihuahuenses que parecían convertirse en el puntal del panismo estatal, no lograron ganar ni el distrito XVII, que desde hace décadas ganan prácticamente con cualquier candidato, incluso en alguna ocasión lo ganó Teresa Ortuño, quien no tenía ningún arraigo en la entidad.

Las elecciones recién pasadas dejaron al PRI, con un dudoso triunfo en nueve de las doce entidades en disputa; marcó el regreso del panismo juarense, como el preponderante en la entidad y determina el fin de la era baecista inaugurada por el senador Fernando Baeza Meléndez en 1986.