El plan maestro para el Centro Histórico

Muchas páginas de periódico se han llenado, muchas horas de radio y televisión se han dedicado al tema de la reactivación y remodelación del Centro Histórico, pero hasta el momento los juarenses no tenemos una idea clara de en qué consiste el proyecto, y dónde y cómo se realizará.

Vemos como se compran y tiran fincas y el centro de la ciudad se convierte en un lugar desolado y triste, con cada vez un mayor número de negocios cerrados. No se sabe qué se planea en forma concreta y lamentablemente el proyecto es de los llamados especiales, de los que están en manos del arquitecto Carlos Carrera, quien desde hace ocho años demuestra poco interés por Juárez y por su trabajo en general, él fue quien dijo, siendo el secretario de Desarrollo Urbano de Gobierno del Estado, que el grave problema de dispersión urbana en Ciudad Juárez, no tiene importancia y no es importante el índice demográfico por kilómetro cuadrado, lo cual podría ser cierto en una ciudad del primer mundo, con casa de amplios jardines y alberca, pero no en la frontera en donde se construyen en 72 metros cuadrados casas de 32 metros de construcción. Carrera Robles, es por lo menos garantía de desinterés.

El pretexto de mantener oculto los proyectos, con el propósito de evitar la especulación inmobiliaria es un pésimo pretexto, ya que hay elementos legales para definir el costo real de cualquier predio y por último, en un proyecto de la envergadura como el tan anunciado de reactivar y remodelar el Centro Histórico de Ciudad Juárez, existe la figura de expropiación por utilidad pública.

Es necesario que se transparente el proyecto y sus costos. Es imprescindible que se presente el proyecto bien diseñado y presupuestado, para que los juarenses sepan qué está pasando en el devastado centro de la ciudad, no se puede seguir dando información parcial, como la de remodelar el Cine Victoria, se debe definir si el proyecto de hacerlo teatro es viable o bien debe convertirse en una cineteca en donde se pueda ver cine de arte, no olvidemos que se encuentran los seis teatros con que cuenta la ciudad en una distancia no mayor a cinco minutos a bordo de un vehículo, y que el edificio en sí mismo es una obra digna de conservarse, no debe haber una remodelación, sino una restauración, lo que nos llevaría a considerar como primera opción, la cineteca y cine de arte en lugar de un teatro más… aquí se habla de una cuestión muy sencilla aparentemente, colocar butacas cómodas en lugar de las originales que están en excelente estado cuando Frank Devlin, lo cedió en comodato al municipio, aquí no se pueden poner modernas butacas, habría graves problemas de perspectiva o sea que no se podría ver el escenario a menos que se hicieran radicales cambios en el inmueble, lo cual acabaría con su belleza actual. Urge transparencia en los trabajos de remodelación del Centro histórico.