Por Rodrigo
Borja
Inició su
gira hace casi dos semanas y se llevará otro tanto en terminarla, sin embargo
su último acto en la ciudad de Houston, culminó con la destrucción de una AK-47
y una magnun 357, como acto simbólico en el que denuncia que la venta indiscriminada
de armas en los Estados Unidos y su traslado a México, incluso en operativos
oficiales, como «Fast and Furious», están provocando un anegamiento de sangre
en nuestro país y hasta hoy los muertos son por lo menos sesenta mil.
Las
armas fueron destruidas con una sierra eléctrica, luego golpeadas con un mazo por
víctimas que pertenecen al movimiento y finalmente depositadas en cubos de
madera que se rellenaron con cemento. Javier Sicilia llego un día antes, el
domingo pasado a la ciudad de Houston como otro punto de su recorrido de la
caravana por la Justicia con paz y dignidad
El
poeta que encabeza desde hace más de un año un movimiento ciudadano contra la
violencia y la actual estrategia de la lucha contra las drogas, llegó
acompañado por un contingente de 120 personas, participó a su llegada en una
reunión comunitaria cerca del Centro Médico de Houston y luego lideró una
vigilia a favor de las víctimas de la violencia en México.
Para el activista la visita tiene como
propósito hacerle entender al gobierno estadounidense que debe tomar
responsabilidad en la guerra que México le ha declarado al narcotráfico.
Su llegada a El Paso
Días
antes el poeta Javier Sicilia, quién continúa su Caravana por la Paz por
Estados Unidos, afirmó que la lucha contra las drogas en la que este país
invierte millones de dólares ha agravado el problema migratorio.
Esta «absurda guerra no
sólo ha generado casi 70,000 muertos en México y más de 20,000 desaparecidos,
sino también ha producido grandes desplazamientos
de seres humanos hacia Estados Unidos, perseguidos por la violencia, la
inseguridad y la corrupción».
Desde la Plaza San
Jacinto, en el centro de El Paso, denunció que ellos «no sólo son el rostro de
la vulnerabilidad y de la injusticia absolutas, sino de una política migratoria
que se complica a causa de la guerra».
La caravana, integrada por decenas de familiares de los
muertos y desaparecidos en México, arribó a El Paso la noche del lunes 20,
procedente de Santa Fe, Nuevo México.
En su décimo día de
recorrido por Estados Unidos, Sicilia y otros integrantes de la caravana se
reunieron con el alcalde de El Paso, John Cook, y con los miembros del cabildo
de esta ciudad, además de los comisionados del condado. Cook dialogó por unos
15 minutos con Sicilia y aceptó que Estados Unidos forma parte del problema que
genera la violencia de la lucha contra las drogas en México, al contar con
millones de consumidores de drogas y proveer armas a los cárteles de la droga.
Según información del Norte de Ciudad Juárez: La corte de
comisionados del Condado de El Paso, organismo que gobierna a esta municipalidad,
se solidarizó con la caravana al promulgar una resolución orientada a aliviar
los efectos de la lucha contra el narcotráfico.
En la resolución de
cinco puntos los comisionados se comprometen a incitar la discusión sobre las
políticas actuales de drogas y las alternativas posibles a éstas.
También a adherirse a
las leyes existentes en Estados Unidos que regulan la venta de armas y
municiones, particularmente con respecto al tráfico hacia México y que
refrenden el Código de Conducta para la Asociación de Minoristas de Armas de
Fuego.
A mejorar las
herramientas para combatir el lavado de dinero, a priorizar los derechos
humanos y la seguridad humana en la agenda de cooperación entre Estados Unidos
y México, y a priorizar la rendición de cuentas, los
derechos civiles y humanos en las políticas migratorias.
El destino final de la caravana es
la ciudad de Washington, a la que se espera llegará el 12 de septiembre.
Incidente
con Arpaio
El polémico alguacil del
Condado Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, muy reconocido por sus actitudes
racistas recibió al escritor mexicano Javier Sicilia, un encuentro calificado
de histórico por analistas, pero en el que dos visiones y lenguajes diferentes
no pudieron llegar al diálogo, no obstante que el encuentro fue de 58 minutos.
Hubo grosería por parte
del alguacil y rispidez en general en el encuentro que fue muy documentado por
los medios de información.
La reunión entre Arpaio
y Sicilia duró alrededor de una hora, reportó la agencia Notimex. La Caravana
por la Paz encabezada por Sicilia estuvo acompañada por integrantes de una
delegación de víctimas de la lucha contra las drogas y de grupos locales de
apoyo en Arizona.
Arpaio condicionó el encuentro
con Sicilia a que Carlos García, dirigente local de derechos de los inmigrantes
de la organización El Puente, dejara la delegación y saliera de las oficinas
del sheriff.
Durante el encuentro Sicilia
pidió a Arpaio que ofrezca un trato humano a los indocumentados detenidos y
que, como autoridad del condado Maricopa, colabore para detener el flujo ilegal
de armas de fuego a México.
El segundo pedido apuntó al
fallido operativo Rápido y Furioso que se desarrolló desde armerías en Arizona
para introducir armas a México y rastrearlas entre el crimen organizado. Pero el
operativo falló y las autoridades estadounidenses perdieron el control de la
operación encubierta.
Gritos de dolor
Un día después de iniciado el recorrido de la caravana el
cineasta Guillermo del Toro, quien vive parcialmente en Estados Unidos, habló
sobre el secuestro de su padre en Guadalajara en el 2009 al manifestar su apoyo
a la «Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad», la cual fue organizada para protestar
por la narcoviolencia y los efectos migratorios de la guerra contra las drogas
en México.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México dijo en un informe de
abril del 2011 que había registrado 5,397 personas extraviadas o ausentes y
8,898 fallecidos no identificados del 2006 a abril del año pasado. Activistas
dicen que esa cifra es mucho mayor, dado que muchas personas no presentan
denuncias ante las autoridades.
Según Sicilia, la ofensiva que el gobierno mexicano emprendió hace seis años
contra la narcoviolencia ha dejado un saldo de más de 60 mil muertos, 20,000
desaparecidos y 250,000 desplazados.
El
inicio
El recorrido de la caravana y el poeta
que la encabeza se inició en San Diego una gira de un mes que llegará a más de
20 ciudades en Estados Unidos.
Más de 200 personas se congregaron
en un parque en la frontera entre México y Estados Unidos como parte del
movimiento conocido como la «Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad», que
aglutina a unas 100 organizaciones.
«Viajaremos por Estados Unidos para crear
conciencia del insoportable dolor causado por la guerra contra el narcotráfico
y la enorme responsabilidad compartida para proteger a las familias y
comunidades en ambos países», expresó el también periodista al iniciar su
recorrido.
«Lo
que estamos tratando de hacer es elevar el nivel de la conversación en este
tema», declaró Ted Lewis, uno de los organizadores de la caravana. «Tratamos de
tener una conversación y un impacto binacionales».
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