La reforma electoral

Es claro que el Partido Revolucionario Institucional y sus afines en el Congreso del estado, no hacen una lectura correcta de los resultados electorales del pasado domingo 7 de junio, en donde el electorado demostró su rechazo a los partidos tradicionales, perdieron millones de votos y en su búsqueda de otras opciones, favorecieron a partidos como Movimiento Ciudadano, Morena y el Partido Encuentro Social, en general hubo un rechazo a los tres grandes partidos PRI, PAN y PRD y se favoreció a los pequeños.

Mención aparte merecen las candidaturas independientes, las cuales fueron apoyadas en forma abrumadora en el estado de Nuevo León, en donde Jaime Rodríguez «El Bronco», ganó la gubernatura imponiéndose por una gran distancia a PRI y PAN, partidos que se habían alternado en la gubernatura del pujante estado norteño.

Es claro, como lo demuestran las encuestas, que la ciudadanía en general está inconforme con lo costoso que resultan para el erario público la sostenimiento de partidos políticos familiares, como lo son el PVEM y el PT a nivel nacional y estatal. De hecho hubo en Chihuahua expresiones de satisfacción porque el PT perdió el registro. Este partido ha sido patrimonio de la familia de Rubén Aguilar, desde hace más de tres décadas, lo mismo sucede a nivel nacional con el Verde Ecologista y la familia González Torres.

Otro de los reclamos ciudadanos es lo obeso de la Cámara de Diputados, recordemos que el candidato Enrique Peña Nieto, ofreció reducir en 100 el número de curules en el Cámara baja, ciertamente no ha cumplido su promesa de campaña, pero ha sido un reclamo constante en los últimos tres años.

Luego entonces, la lectura de las pasadas elecciones es que los partidos tradicionales tuvieron el rechazo de los electores y se inclinaron por candidaturas independientes o emergentes como en el caso de las ciudades de Morelia y Guadalajara, en donde se votó por las personas en abierto rechazo a los candidatos de los tres partidos preponderantes.

La reforma electoral en Chihuahua, va en contracorriente a los deseos expresados por los electores el 7 de junio, se aumentan los diputados y se ponen trabas a las candidaturas independientes…un total despropósito.                                                                                                                         Editorial 1192