Bienvenidos
La apertura de este espacio, conlleva la intención de interactuar con los lectores de la revista Semanario del Meridiano 107, conocer sus opiniones, enriquecernos con sus comentarios y complementar nuestros servicios editoriales.
viernes, 30 de septiembre de 2016
Los muertos de Duarte
A un mes de termine el
sexenio de César Duarte, van más de 15 mil homicidios registrados en el estado,
la mayor cantidad que se haya visto en cualquier otro período, incluso, que el
de José Reyes Baeza.
Por: Alejandro Salmón Aguilera
A
lo largo de sus seis años de gobierno en el estado de Chihuahua, César Duarte
Jáquez se preció de haber reducido los indicadores delictivos y, en particular,
el de homicidios, secuestros y extorsiones.
En
su discurso, el gobernador hacía constantes referencias a la situación en la
cual se encontraba el estado durante la anterior administración para exaltar
los logros de su administración en materia de seguridad y en compararse con su
antecesor.
Sin
embargo, las estadísticas oficiales, surgidas de los propios organismos de
seguridad tanto del gobierno del estado como del federal, indican que durante
el sexenio de Duarte Jáquez, la cantidad de homicidios dolosos se incrementó en
un 17.8% respecto a la cifra del sexenio anterior, cuando el priista José Reyes
Baeza Terrazas encabezaba el Poder Ejecutivo Estatal.
Estadísticas
del INEGI publicadas en el boletín 289/16 y las que están incluidas en la
sección “Consulta interactiva de datos” del portal web de esa institución, indican
que, de octubre del año 2004, cuando inició el período de Reyes Baeza, a
septiembre de 2010, cuando entregó el cargo a César Duarte, quedaron
registrados 12,884 homicidios, la cifra más alta hasta ese entonces para un
sexenio estatal.
Al
inicio de la gestión de César Duarte, se impulsaron reformas tanto al Código
Penal como al de Procedimientos Penales y al sistema de seguridad pública para
reducir la incidencia delictiva. Fue entonces cuando se introdujeron figuras
como la cadena perpetua a secuestradores y la unificación de los mandos
policíacos.
Las
medidas no evitaron que Chihuahua se mantuviera en los primeros tres lugares en
homicidios durante los siguientes cinco años.
De octubre del año 2010,
cuando inicia el período de César Duarte, a agosto de 2016, cuando falta un mes
para que concluya, van 15,185 homicidios dolosos, 2,301 más que en todo el sexenio de Reyes Baeza.
En
promedio, durante el gobierno de Reyes Baeza hubo 2,174 víctimas al año,
mientras que en el de Duarte es de 2,365.
La
misma fuente indica que, durante la gestión del gobernador Patricio Martínez se
registraron 3 mil 556 homicidios, tomando en cuenta desde octubre de 1998,
cuando inició esa administración, y septiembre de 2004, cuando concluyó.
Deshonrosos primeros lugares
Desde
el año 2008 y hasta el 2011, Chihuahua se mantuvo en primer lugar nacional en
cantidad de homicidios registrados.
Fue
durante esa época cuando la persecución del delito de alto impacto estuvo a
cargo de organismos federales, ya fuera el Ejército, en su primera etapa, o la Policía
Federal.
Así,
Chihuahua pasó de ocupar quintos o sextos lugares nacionales, a encabezar la
lista o, a bajar al segundo lugar en el 2012 y a estacionarse en el tercer
sitio en los últimos tres años, cuando ya fue superado por Estado de México y
Guerrero.
El cierre de agosto de 2016,
Chihuahua ya había “bajado” hasta el cuarto lugar, según el informe del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Con un total de 859 homicidios, la entidad quedó debajo de Estado de México, Guerrero,
Michoacán y Veracruz, en números absolutos.
Sin embargo, en la tasa por cada 100
mil habitantes, Chihuahua quedó en segundo lugar nacional, con 42 casos por
cada 100 mil habitantes, sólo superado por el estado de Guerrero.
Necesario, un cambio de paradigma: especialista
Para
el psicólogo especializado en criminalística, Carlos Ochoa, el incremento en la
cantidad de víctimas de homicidio es explicable y era de esperarse que
terminara con una tendencia al alza, debido a que la forma de tratar del delito
en el estado no ha variado en los últimos cinco años.
La
aplicación de sanciones más severas, como la cadena perpetua, o que la
política de atención a la delincuencia no ha variado en los últimos cinco años
ni se ha adecuado a la dinámica social del estado.
A
diferencia de su antecesor, José Reyes Baeza, el gobernador Duarte aplicó
medidas propias de un gobierno “reactivo” para castigar el delito. En cambio, Baeza
Terrazas buscó más el resarcimiento del daño y la conciliación entre las
partes.
Ninguno
de los dos modelos, en su momento, lograron detener la ola delictiva, ya que
alcanzaron el punto que el especialista llamó “rendimientos descendentes”, lo
cual significa que ya dieron el resultado posible e iniciaron un proceso de
decaimiento o descomposición.
Lo
que debe hacer la próxima administración es aplicar un modelo “pro-activo”, el
cual combina tanto la conciliación como la sanción severa, “lo cual generará
mejores resultados que si se aplican sanciones que se topan en los extremos”.
“Fin del mito”
Las
estadísticas oficiales del INEGI derrumban el mito de recuperación de la
seguridad construido por César Duarte a lo largo de su gobierno, afirmó el
activista Víctor Quintana Silveyra.
Durante
el sexenio que está por concluir, el Gobierno hizo propaganda a su favor porque
en las ciudades grandes y medias del estado disminuyó la incidencia de
homicidios, agregó Quintana.
Sin
embargo, esa supuesta recuperación de la paz fue más bien una reubicación de la
actividad delictiva, ya que las actividades violentas de los grupos delictivos
se desplazaron hacia la sierra o a algunos otros municipios de la zona rural
del estado, añadió el activista, quien es integrante del equipo de transición
del gobernador electo, Javier Corral Jurado.
“Las
cifras indican que hubo más homicidios en la presente administración que en la
anterior, pero aún falta por definir qué pasó con los miles de personas
desaparecidas. Si se hace una revisión, veremos que también en ese rubro,
Duarte superó a Reyes”, concluyó.
De fuentes confiables
*Dos Secretarías a Juárez
A Ciudad Juárez se le dará loque le
corresponde, ha dicho en diversas ocasiones el gobernador electo Javier
Corral y parte de esa correspondencia es la decisión de cambiar la sede de dos
importantes dependencias a la frontera, se van de la ciudad de Chihuahua la
secretarías de Desarrollo Social y Economía.
*La concentración de los problemas
Hay pobreza en todo el estado, pero en Juárez está el mayor número de pobres
de la entidad; hay un grave problema de embarazo infantil y de adolescentes,
pero en la frontera es alarmante. Cualquier problema de carácter social que le
venga a la cabeza, otro ejemplo: las madres solteras y trabajadoras que no
tienen guarderías para sus hijos… en Juárez es agudo, así de simple es la
explicación de por qué se pasa la sede de tan importante secretaría a la ciudad
más poblada y emproblemada de la entidad.
*Una ciudad productiva
Una explicación similar hay para el cambio de la Secretaría de Economía.
En Ciudad Juárez se produce mas del 50% del Producto Interno Bruto del estado,
recibe el 75 por ciento de la inversión extranjera directa. Su posición
geográfica privilegiada la ha convertido en un polo de desarrollo económico,
desatendido y mal aprovechado, de ahí se desprende toda la argumentación para
cambiar la sede, que todo parece será encabezada por la juarense Alejandra de
la Vega.
*Una gabinete con muchos juarenses
Otra de las particularidades del nuevo gabinete es el número de fronterizos
que ocuparán posiciones de primer nivel, empezando por el mismo gobernador
Javier Corral. En la administración de José Reyes Baeza hubo una sub
representación de la clase política fronteriza, únicamente estaba en estos
niveles Víctor Valencia de los Santos; igual pasa con el sexenio que fenece,
sólo Jorge González Nicolás, está en el primer gabinete.
*Los subsecretarios en Juárez
Un gabinete plural incluyente es
el que conforma Corral, en Ciudad Juárez se habla de que Hugo Almada va a la
subsecretaría de Desarrollo Social y no se le conoce militancia partidista.
Aquí, en la frontera se da por hecho que Ramón Galindo, será el representante
del gobernador.
*Otros subsecretarios
Observadores políticos dan por un hecho que el doctor Arturo Valenzuela,
estará en la subsecretaría de Salud y el conocido ingeniero Andrés Carbajal
Casas a una subsecretaría relacionada con la infraestructura, se habla de Obras
Públicas.
Crónica
La plazuela Talamantes y la plazuela
de Perea ¿Son muladares?
•En la hoy
plazuela de Perea estuvo el más antiguo horno para fundir el mineral que venía
desde Santa Eulalia en 1770 •Su dueño, don
Juan de Perea, se trajo su «cendrada» hasta este lugar porque aquí tenía a la
mano el agua del río Chuvíscar •Por eso tiene un
auténtico valor histórico que la hace merecedora de atención y de mantenimiento
por estado y municipio •Y el gobernador
Creel quiso perpetuar con la estatua la gratitud nacional a los héroes de la
Batalla de Talamantes
Por Jesús
González Raizola*
La plazuela de la
estatua a los héroes de la Batalla de Talamantes que se ubica en la confluencia
de las calles Libertad, Juárez y 21, en el pleno centro histórico de la ciudad de Chihuahua,
de siempre se mantiene llena de basura y
rodeada de malolientes desperdicios.
En las seis
bancas de su entorno e incluso el desatendido y magro zacatito que sobrevive
alrededor de la base del monumento, suelen sentarse y acomodarse, a toda hora
del día y parte de la noche, personas que desean descansar y aprovechan para engullir sus
bebidas y alimentos.
Pero como en ese
lugar no se conocen los llamados recipientes para echar la basura, tiran sus
desperdicios al piso o los esconden en los maceteros situados atrás de las
bancas.
Excepto las
palomitas que recogen lo que a ellas les sirve de comida, nadie se ocupa de
limpiar el lugar razón por la cual la basura y los malos olores son el pan de
cada día en ese tan céntrico e importante sitio histórico.
Lo mismo sucede
con la plaza de Perea, abajito de la anterior rumbo al canal del Chuvíscar, en
las calles Trías, 19 y 21, en donde se
acumulan montones de basura y desperdicios porque tampoco tiene ni contenedores
ni recipientes para echar la basura y los desechos.
Ahora que tanto
se cantaletea con la «modernización» del
centro de la ciudad, ¿por qué no se incluyen estas dos plazuelas que son, que
forman parte, que tienen derecho a ser atendidas, porque son centro histórico?
Estas plazuelas
son auténticas, no son simuladas como las que están construyendo a al lado del
Montepío que son de mentis como de mentiritas es la sospechosa preocupación
por modernizar el centro de Chihuahua.
Chihuahua, 2016.
*Premio Nacional
de Periodismo 1973
Un fresco viento de esperanza
Félix Manuel Lazos Ibarra
Por fin, parece que la justicia se digna en
asomarse a través de la rendija donde mora –donde moramos– un pueblo harto y
asqueado que se niega a la resignación de vivir en un país donde el cáncer de
la corrupción y la impunidad que lo carcome, amenaza con hacer metástasis y
aniquilarlo sin remedio.
Y esta, nuestra esperanza, no es una utopía o
quimera producto de la desesperación que, a veces, genera alucinaciones o
espejismos. No, esta vez el optimismo tiene sus fundamentos como soporte.
Hasta hace apenas unos meses, cierto, esta
esperanza se veía apenas como un punto lejano, casi inasible, en la inmensidad
del infinito. Y este pesimismo tenía también sus motivos para habitar entre nosotros.
¿Y cómo no íbamos a ser escépticos, si uno de
los mayores escándalos de corrupción política en la historia de nuestro país,
se dio en las más altas esferas del poder, como la que enlodó al mismísimo
presidente de la república Peña Nieto con su «Casa blanca»? ¿Cómo no dudar de la justicia, si después de
tan grotesco acto de ratería –conflicto de interés– le llaman algunos, este
descarado acto de rapiña de Peña Nieto que fue una nota que, para vergüenza
nuestra, acapararon los medios de
comunicación internacionales (los nacionales se hicieron pendejos) la
«justicia» mexicana concluyó que no había delito que perseguir, y que el
presidente era un hombre recto, sin mácula y rechinaba de limpio?
¿Cómo no dudar de la justicia, si los dos
hombres que le siguen en materia de importancia y poder político, como Luis Videgaray
Caso y Miguel Ángel Osorio Chong, el primero titular de la secretaría de Hacienda
y el otro de Gobernación, hicieron exactamente lo mismo y también fueron
exonerados?
Por falta de espacio, no nos ocuparemos aquí de
otros casos similares de corrupción y enriquecimiento ilícito. Sólo pensemos en algunos nombres: Humberto
Moreira, Tomás Yarrington, Arturo Montiel, Mario Marín, etcétera,
etcétera… Todos fueron arropados por esa
misma señora llamada impunidad.
De manera pues, que después de todo este
agandalle de tan finísimas personas, era lógico y comprensible suponer que esta
caterva de rufianes, que hicieron chilar y huerto con nuestra economía y
nuestra dignidad, riéndose de nuestra apatía y dejadez se irían a disfrutar su botín
a algún paraíso fiscal, sin molestarse en rendirle nunca cuentas a nadie.
Seguramente Cesar Horacio Duarte Jáquez, el
tristemente célebre «Ratón Banquero», guardaba para si esa misma convicción.
El todavía (¡Chin!) gobernador de Chihuahua,
en su ambición desmedida y voracidad enfermiza, no midió los alcances ni las
consecuencias de su infinita maldad y su capacidad para corromperse y corromper.
Las pruebas de sus delitos y agravios en
contra del pueblo chihuahuense son obvias y públicas, las evidencias de su
deshonestidad son, a estas alturas, imposibles de ocultar.
Quién no recuerda aquel programa de Televisa, Punto de partida, conducido por Denisse
Maerker, en el que Duarte negaba las acusaciones de corrupción en su contra, y
en la que la reportera le mostró el documento firmado por él para formar el fideicomiso
Unión Progreso, con su aportación personal de 65 millones de pesos, y en el que
de manera burda e insolente Duarte respondió: «Bueno sí, es mi firma pero…
¿sabe cuántos papeles firmo al día?...¿Se imagina?... A lo macho que no me fijé».
Después tuvo que recular y aceptar que si
aportó esa cantidad pero, dijo; «no es dinero mío en lo personal, sino de mi
familia».
Por si fuera poco, más recientemente, el lunes
22 de agosto en el nuevo programa matutino de Loret de Mola, en entrevista con
Duarte el conductor lo cuestionó acerca de sus múltiples propiedades, ranchos,
banco, bienes inmuebles, farmacias, ganado y una larga lista de etcéteras.
Arrinconado ante la balconeada, Duarte sólo se
limitó a expresar cínicamente; «Todo lo que tengo es legal y legítimo y tengo
la manera de comprobarlo». Nunca dijo a que clase de pruebas se refería, ¿por
qué? porque simplemente no las hay.
No hay manera de explicar y mucho menos
comprobar, como es que un humilde vendedor de autos usados haya amasado, en un
tiempo récord, una multimillonaria fortuna como la de César Duarte. Imposible.
Pero a cada santo se le llega su función, como
reza el dicho popular, y Duarte está a punto de ver la suya. La justicia espera
a este inescrupuloso depredador social.
En este caso de corrupción en particular, la
impunidad que cobijó a los anteriores mencionados aquí, se va a quedar con las ganas.
Por una razón muy simple; las condiciones actuales no son las mismas que las de
hace apenas unos meses. La presión social que se derivó de la indignación
popular, manifestada en las urnas el 5 de junio pasado, cambió radicalmente el
panorama para los habitantes de Chihuahua, y desde luego también para César
Duarte y todos aquellos pillos que suponían que sus trapacerías y agravios al
pueblo chihuahuense quedarían impunes y nunca recibirían el castigo que
merecen.
El pueblo habló, y habló fuerte. Más les
valiera a aquellos que están obligados a impartir justicia, no poner oídos sordos
a este reclamo, so pena de jugar con la dignidad y la paz social.
Mandar obedeciendo, esa es la consigna.
Marcha por algo que ya fue
El pasado sábado 10 de septiembre, dos semanas después de la muerte del Divo de Juárez, Juan Gabriel que sumió al país en un duelo nacional, salieron miles de personas a marchar en 19 estados del país en defensa de la familia tradicional, y en contra del matrimonio igualitario. Incomprensible.
La manifestación fue convocada por el Frente Nacional por la Familia, organización que concentra a sectores de la ultraderecha en el país, incluyendo a grupos vinculados a la Iglesia en nuestro país, el llamado se dio para mostrar su rechazo a la posibilidad de que personas homosexuales puedan contraer matrimonio y tengan el derecho también a la adopción legal y de paso para defender a la «familia tradicional», que en su corta y muy particular definición es: ambos padres y sus hijos solamente.
Ni hablar, nietos criados por sus abuelos, madres solteras criando a sus hijos, padres solteros criando a sus hijos, tíos criando a sobrinos o parejas con la imposibilidad de tener hijos, etcétera, no caben en este modelo, aun y cuando familia en su definición más simple según la RAE es «un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas ».
Desgraciadamente para la ultraderecha en el país. En junio del 2015 la Suprema Corte de Justicia avaló el matrimonio igualitario, es decir lo equiparó, al que se da entre las parejas heterosexuales.
Esto es en todo el territorio nacional aun y cuando las leyes estatales digan lo contario. No sólo eso, actualmente por lo menos en nueve estados el matrimonio entre personas homosexuales está permitido sin la necesidad de tramitar un amparo entre ellas Chihuahua.
Así que las marchas que organiza la ultraderecha mexicana con todo y aunque se ponga nombres bonitos, está luchando por algo que ya fue, es y será. El derecho de todos los ciudadanos de este país sin importar su color, condición social u orientación sexual a casarse y a la formación de una familia.
Pero mientras se dan cuenta de esto, a través de una campaña de desinformación, se dedican a propagar un discurso con un trasfondo homofóbico y de intolerancia, que no abona en nada positivo a la situación actual de nuestro país.
Como decía nuestro paisano Juan Gabriel, pero qué necesidad. Editorial 1244
lunes, 19 de septiembre de 2016
El banquete minero (Primera de cuatro partes)
Texto:
Daniela Pastrana, Imágenes Rafael Pineda/Pie de Página
Cuatro
millonarios mexicanos concentran fortunas personales equivalentes a una décima
parte del Producto Interno Bruto del país. Los cuatro han construido sus
imperios a partir de sectores privados concesionados y/o regulados por el
sector público. Los cuatro tienen negocios en la industria energética y
extractiva, que han crecido exponencialmente en la última década.
¿Cómo operan? ¿Qué beneficios han dejado en las comunidades donde explotan sus
minas?
Esta investigación de la Red de Periodistas de a Pie fue realizada como parte
de la Beca Mike O’Connor, del International Center for Journalist (ICFJ) y de
la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, que ICFJ
tiene en alianza con Connectas
Son
los cuatro millonarios más poderosos de México. En 2015, perdieron 39 mil
millones de dólares de su fortuna personal, una cantidad que sextuplica el
presupuesto que el gobierno mexicano destinó, para la atención de 53 millones
de mexicanos pobres en ese mismo año.
Y a pesar de su millonaria pérdida, siguen entre los 10 hombres más ricos de
México, según el ranqueo de Forbes.
En México, sostiene la organización internacional Oxfam, 16 millonarios
concentran la quinta parte de los ingresos totales del país. «Estas élites han
capturado al Estado mexicano, sea por la falta de regulación o por un exceso de
privilegios fiscales», dice en su estudio Desigualdad
Extrema en México.
De esos 16 millonarios, los cuatro que han
peleado la punta desde 1996, –cuando la revista Forbes publicó por primera vez su lista de México–, tienen negocios
en la boyante industria energética y extractiva: Carlos Slim, Germán Larrea,
Alberto Baillères y Ricardo Salinas.
Estos multifacéticos empresarios han impulsado un modelo de nación que permite
diseñar y aplicar políticas que ponen intereses privados por encima de los
pueblos y sus territorios.
Estas son sus historias y las de los pueblos que han destruido.
Texto; Celia Guerrero, Fotos; Iván Cataneira,
Gráficos: Arturo Contreras Camero
SAN
FELIPE, BAJA CALIFORNIA.- Este es un lugar donde el mar y el desierto se unen.
La diferencia cromática del cielo y el océano apenas se distingue. Mamíferos
marinos llegan al Golfo de California para reproducirse y en invierno la nieve
cubre las montañas que se alzan en medio de dunas de arena junto a la costa.
Especies endémicas proliferan en tierra y agua.
En el
camino de la ciudad fronteriza de Mexicali al puerto de San Felipe, el paisaje
pasa de urbano a agrícola; se muestran exuberantes los campos de cultivo
alimentados por las aguas del río Colorado. Más adelante, rocas volcánicas y
dunas desérticas auguran un espectáculo cuasi extraterrestre. Luego, aparecen
amplias planicies delimitadas por el horizonte celeste y la huella del agua
salada que va y viene se percibe en fronteras blancas sobre la tierra seca.
Al llegar
al kilómetro 123, desde la carretera federal número 5, se alcanza a ver lo que
parece una pirámide, que se levanta entre las montañas a la orilla del camino y
que se distingue del resto por su forma simétrica y caras planas. Entrometidos
en el paisaje, aparecen camiones, oficinas móviles, cintas transportadoras de
materiales, una brecha y, al fondo, un nubarrón de polvo que emana de la
montaña desecha.
Es la
plataforma de lexiviación del complejo minero San Felipe. Un espectáculo que
cualquier turista puede observar; un paisaje al que los habitantes se han
acostumbrado: a un lado de la carretera, un área protegida por su rica
biodiversidad y especies endémicas en peligro de extinción; al otro lado, uno
de los más importantes proyectos megamineros en México, cuyo propietario es el
hombre más rico del país.
Comprar «de a poquitos»
En 1994,
Compañía San Felipe S.A. de C.V., subsidiaria de Minera Frisco, inició
operaciones en Baja California. El proyecto a su cargo, una mina de oro y plata
en la región Sierra Pinta, hoy es considerado por el Servicio Geológico
Mexicano uno de los principales desarrollos mineros en el país.
Desde
entonces, la mina San Felipe ha ido creciendo como la mayoría de los negocios
del magnate Carlos Slim: de manera paulatina, pero contundente. Un hecho que
pasaría desapercibido para la mayor parte de la población, si no fuera porque
la mina se encuentra peligrosamente cerca del Área Nacional Protegida (ANP)
Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.
Elisa
Jeanneht Armendáriz, doctora en ciencias por el Centro de Investigaciones
Biológicas del Noroeste, indica que en un inicio este proyecto no llamó la
atención, a pesar de encontrarse a un lado de una zona natural protegida, porque
se presentó por partes. «Lo que hicieron fue una trampa para bajar el perfil»,
afirma.
Las
primeras autorizaciones se las dio la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) en 1993 y 1995. Entonces la Compañía San Felipe utilizaba
el minado subterráneo, pero ya comenzaban a considerar la
técnica de minería a cielo abierto para mejorar su esquema de explotación lo que
requeriría ampliar la superficie de trabajo y una enorme inversión.
En 2001
la empresa suspendió temporalmente actividades. Compañía San Felipe no hizo
públicas las razones, sin embargo, en su reporte anual de 2000, Frisco consideró que las condiciones del
mercado minero eran poco favorables, por el estancamiento del precio de los
metales.
Ocho años
después, en 2009, otra empresa subsidiaria de Frisco, Minera Real de Ángeles,
realizó un contrato de arrendamiento y
ocupación de las
instalaciones de la mina. Este nuevo proyecto cambió radicalmente las
operaciones: pasó de ser una mina subterránea a una mina a cielo abierto.
El método
de minería a cielo abierto y separación de metales por medio de cianuro es un
sistema prohibido en Montana, Estados Unidos, y otros países como Turquía,
Grecia, República Checa, Australia, Alemania y Costa Rica por sus efectos tóxicos y
devastadores para las sociedades y el medio ambiente.
El nuevo
desarrollo fue presentado ante Semarnat por partes. Primero, en marzo de 2010,
como un proyecto de alrededor de 60 hectáreas que incluyó la
incorporación de un tajo (explotación de la montaña mediante minado); un
circuito de trituración de minerales; patios de lixiviación (depósitos para
separar el oro y la plata); tanques de almacenamiento de reactivos (cianuro);
tepetatera (pila de material estéril); áreas de servicio (talleres y almacenes
de diesel y explosivos); tres subestaciones, un canal de desvío de agua
pluviales y dos caminos.
Seis
meses después, en septiembre de 2010, Semarnat autorizó una segunda parte. Esta nueva autorización
de 360 hectáreas incluyó la planta de
Merril-Crowe y fundición (en donde se precipitan los metales y funden en
lingotes). Y en agosto de 2011, se autorizó una planta desalinizadora que
ocupó otras 60 hectáreas.
Al final,
Minera Real de Ángeles absorbió a Compañía San Felipe y se convirtió en la
empresa encargada del proyecto minero. La mina San Felipe procesó en 2013 –de
acuerdo con el reporte anual de Frisco– 37 mil toneladas diarias de material.
Cinco veces más que el año anterior.
Un proyecto del tamaño de la
Ciudad de México
La prueba
de que el proyecto minero San Felipe nunca se detuvo, incluso durante la
suspensión de trabajos de 2001 a 2009, está en la adquisición de las
concesiones. También es un ejemplo de cómo una compañía madre utiliza a sus
subsidiarias para expandirse.
La
historia es así:
Entre
1994 y 2003, la primera empresa de Frisco en recibir la titularidad de
concesiones fue Compañía San Felipe. Le otorgaron 29.
En 2003, 2005 y 2009 –durante el período de suspensión de operaciones–, Minera
María continúo adquiriendo concesiones para Frisco en la zona. Obtuvo 40.
En 2009,
Minera María cedió a Minera Real de Ángeles los derechos de las 40 concesiones.
Y
finalmente, en 2011, Minera Real de Ángeles recibió tres concesiones más por su
cuenta.
Entre las
tres empresas obtuvieron 72 concesiones mineras para Frisco en Mexicali, en una
superficie acumulada de 127 mil 600 hectáreas (unos mil 276 kilómetros
cuadrados). Es decir, casi la superficie de la ciudad de México.
¿Quién gana y quién pierde con la
mina?
Unos 70
kilómetros al sur de la mina está el puerto pesquero y turístico de San Felipe.
Es el lugar de vacaciones de miles de familias de la capital del estado, que
está a un par de horas de viaje en carretera. También es la primera playa
turística que suelen visitar los estadounidenses que cruzan a México por
Mexicali. Varias colonias residenciales son ocupadas por extranjeros que huyen
de sus fríos inviernos a climas más cálidos.
Sin
embargo, la mayor parte de la población local y la población flotante parece
indiferente a la mina. Sólo un grupo reducido de ejidatarios del Plan Nacional
Agrario –del que forman parte los terrenos en donde se encuentra el complejo
minero– y algunos pescadores cuestionan el proyecto.
Con 520
mil hectáreas, el ejido Plan Nacional Agrario (PNA) es uno de los más grandes
del país.
En 1991 los ejidatarios rentaron a Minera Frisco las primeras 63 hectáreas y en
menos de 10 años la mina San Felipe ya tenía arrendadas mil 840 hectáreas del
ejido.
En 2010,
cuando la mina reinició trabajos, la empresa intentó comprar los terrenos, pero
un grupo de los ejidatarios reclamó un pago más justo, considerando las
ganancias que la mina obtiene de sus tierras. Ricardo Rivera de la Torre, ex
abogado del ejido, calculó que ese pago en un millón de dólares por ejidatario
(dado que después de terminados los contratos, el lugar permanecerá contaminado
durante décadas y ninguna actividad económica podrá realizarse). Para entonces,
los ejidatarios estimaban que Frisco había extraído del lugar 36 millones de
dólares en oro.
En 2011,
rompieron las negociaciones. Algunos ejidatarios iniciaron juicios en contra de
la empresa –en el Tribunal Agrario, en la Secretaría de Desarrollo, Territorial
y Urbano (Sedatu) y en la Comisión Nacional del Agua (Conagua)– por ocupar sus
terrenos de forma irregular, adueñarse del agua y contaminar los mantos
acuíferos.
Manuel
Martín del Campo, actual representante legal del ejido, señala que, de acuerdo
con la ley agraria, un contrato de explotación, así como un contrato de
ocupación temporal de los terrenos, es ilegal, porque están dentro de los
terrenos de uso común del ejido. Por su parte, los integrantes del comisariado
ejidal se quejan del trato inequitativo de las autoridades, pues cuando
firmaron los contratos de ocupación temporal, la Procuraduría Agraria lo aceptó
en un día; en cambio, cuando ellos acudieron a presentar su denuncia, solo los
desinformaron.
En todo
caso, las demandas no han logrado que la mina detenga su expansión. Y los
ejidatarios ahora se ven los efectos sociales: uno de ellos es el agua.
De
acuerdo con los datos del Registro Público de Derechos de Agua, Frisco es la
empresa minera que más agua tiene concesionada en Baja California, un estado
con escasos recursos hídricos.
La
empresa tiene dos concesiones de agua, una por 900 mil y otra por 203
mil metros cúbicos anuales.
En 2015,
los ejidatarios demandaron a la Comisión Nacional de Agua (Conagua) que se
clausuren los pozos que la empresa instaló en terrenos de los que no tienen
contrato. Calculan que extraen de manera ilegal 120 litros por segundo. Pero
las autoridades no sólo no han dado seguimiento a la denuncia, sino que en
enero de 2016, argumentaron que no la encuentran.
La doble cara de la filantropía
ambiental
En la
minería a cielo abierto extraen los minerales explotando (literalmente) la
montaña. Luego, los materiales son molidos, colocados en la plataforma de
lexiviación y regados con agua con cianuro para iniciar la separación de los
metales. Durante el proceso se libera mercurio, metal que acompaña al oro y la
plata y que aún en pequeñas cantidades es tóxico (la Organización Mundial de la
Salud lo considera uno de los 10 productos químicos que plantean «especiales problemas de salud pública»).
A pesar
de que ello, la construcción piramidal de la minera San Felipe se alza a
escasos metros de la carretera que delimita la Reserva del Alto Golfo
California-Delta del Río Colorado, y a menos de 30 kilómetros del mar de Cortés
o Golfo de California, un lugar en donde viven una de tres especies de mamíferos
marinos.
Desde
hace varias décadas, organizaciones ecologistas han realizado campañas para
proteger a la vaquita marina, una especie de mamífero marino endémica de Golfo
californiano, en peligro de extinción. La Procuraduría Federal de Protección al
Medio Ambiente (Profepa) dice que las muertes de la vaquita son causadas
principalmente por la redes de pesca, por lo que en 2015 se decretó una veda pesquera en el golfo.
Los
pescadores de la Cooperativa de Producción Pesquera Ribereña del Puerto de San
Felipe hicieron público un estudio de la calidad del agua del Golfo de Baja
California en el cual, dos análisis distintos (uno del Centro de Investigación
en Alimentación y Desarrollo y la empresa Asesoría Integral Ambiental),
detectaron una alta concentración de mercurio en el agua.
Profepa
respondió que los niveles de mercurio en el agua son normales y tienen mucho tiempo, pero
que le darían seguimiento a la denuncia.
Más de un
año después, Sunshine Rodríguez, presidente de la cooperativa de pescadores, se
queja de que la vaquita sigue apareciendo muerta, a pesar de la veda, y ni las
autoridades responsables ni las organizaciones ambientales indagan la relación
con la mina.
Otros
opositores de la mina hablan también sobre la afectación al borrego cimarrón,
una especie protegida en la sierra Las Pintas, e incluso a los pobladores de la
zona que sufren de malformaciones, asma y alergias.
¿Por qué
no hay una gran oposición de ambientalistas al complejo minero? La
investigadora Jeanneht Armendáriz considera que la política conservacionista y
de desarrollo sustentable promovida por Carlos Slim, a través de sus
fundaciones, es una inversión para sus otros negocios.
La
Fundación Carlos Slim invirtió 2 mil 200 millones de pesos –sólo en 2010– en el convenio con
el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Secretaría de Medio Ambiente
para la conservación de la biodiversidad en seis regiones de México, incluida
el Alto Golfo de Baja California.
«El mismo
empresario que avala proyectos de conservación y reforestación en 43 Áreas
Naturales Protegidas Federales (…) tiene minas dentro de polígonos de
protección, como es el caso de la mina de oro y plata San Felipe, con
influencia directa hacia el Alto Golfo y Delta del Río Colorado», sostiene
Armendáriz en su tesis para tener el grado de doctora en ciencias, en la que
estudia la relación de las Áreas Naturales Protegidas y Minería.
En
cambio, el Programa de Conservación y
Manejo de la Reserva, publicado
por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conamp), dedica cinco
renglones a la actividad minera y de la salinera.
Para las
autoridades ambientales la conclusión es simple: el complejo minero que
diariamente extrae 37 mil toneladas de materiales a tiene «sólo un impacto
local» y «no hay evidencias de impacto en la Reserva».
De Fuentes confiables…1243
*Madero a la jefatura de gabinete
Una figura política con la experiencia de Gustavo Madero, quien acaba de
anunciar que se une al equipo de trabajo del gobernador electo Javier Corral,
sólo cabe en una posición de gran importancia. No es una figura menor en la
política nacional y seguramente será el brazo derecho del nuevo gobernador.
*No a la Secretaría General
El propio Madero Muñoz, ha repetido en varias ocasiones que no va a la
Secretaría General y lo dijo nuevamente al anunciar su licencia para dejar la
Cámara de Diputados, sólo queda una posición que sería de nueva creación y que
concuerda con su biografía política: jefe de gabinete.
*La ascensión de Javier Corral
De los días uno al cuatro de octubre, habrá actos importantes con motivo
de la toma de posesión de Javier Corral, llama la atención sobre todo el del
día tres, en el que todo parece indicar vendrán los amigos de todos los
partidos que Corral tiene en la Ciudad de México, tal y como hizo el 10 de abril en Ciudad Juárez, al presentar la
Alianza Ciudadana, aquel fue un evento espectacular, que sólo El Mexicano de Ciudad Juárez y la
revista Semanario, repercutieron en su importancia.
*Un grueso expediente
La investigación que se realiza sobre el multimillonario negocio de la
compra de medicinas con sobre precio de niveles criminales, es muy grueso, muy
robusto y contiene elementos suficientes para llevar ante las autoridades
judiciales a Pedro Hernández, Eduardo Almeida y por lo menos dos personajes más
de la política y la empresa en la ciudad de Chihuahua.
*El escándalo gratuito
Las vacaciones de Pancho Barrio, planeadas desde hace un año, causaron
gran revuelo en algunos medios de comunicación de la entidad. Barrio no supo
comunicar que simple y llanamente haría en compañía de su hijo Pancho, el
recorrido del Camino de Santiago, una peregrinación con una tradición de más de
mil años, que parte de Francia y termina en Santiago de Compostela, en Galicia,
cuando se realiza completa. Lo cierto es que el ex gobernador caminará sólo 160
kilómetros y se llevó unos cómodos zapatos de golf, que fueron los que mejor le
acomodaron para la larga caminata de 20 kilómetros diarios en promedio.
*Los vuelos de Corral
Mucha atención mediática ha tenido el ex candidato a diputado por el PRI
Fermín Ordóñez, quien ha denunciado que quienes le han prestado aviones a
Javier Corral para volar en los últimos meses, puede caer en conflicto de
interés, si en el futuro se convierten en proveedores del gobierno, así de
extraña es la acusación. De buena fuente sabemos que Corral desde la
precampañas, ha volado en avionetas rentadas o prestadas, en aviones rentados o
prestados y en líneas comerciales, sobre todo a la Ciudad de México, también
volar en Aeroméxico puede ser un potencial conflicto de interés, si compra la
línea en los próximos meses… ¿suena absurdo?, es absurdo.
La lección de la elección
Por Félix Manuel Lazos Ibarra
Se hizo evidente desde el
inicio de las campañas, tanto a la presidencia municipal como a la gubernatura y,
desde luego, a las diputaciones por Chihuahua: la brutal cargada de la inmensa
mayoría de los medios de comunicación hacia los candidatos del PRI.
Y esto es
comprensible–-que no justificable–, si se toma en cuenta la insultante
carretonada de dinero del erario de la que echó mano el gobernador del estado, para comprar las conciencias de estos medios.
Así, a billetazo limpio, César Duarte hizo
gala de su cinismo y su capacidad corruptora para acallar a los
medios que, incluso, sin rubor alguno se dedicaron a hablar a su favor y
atacaron con saña a su más cercano adversario, el panista Javier Corral Jurado.
Sin embargo, corruptor y corruptos se
equivocaron al suponer que el factor económico sería el fiel de la
balanza para engatusar al electorado, dando por hecho que eso sería suficiente
para lograr, mediante el engaño y la calumnia, permanecer en el poder.
Con ese hecho, desdeñaron
e insultaron la inteligencia de la gente, que ya está harta de que le jueguen el dedo en la
boca y que no estuvo dispuesta a tolerar un engaño
más. De tener que aguantar y sufrir un sexenio más de cinismo, corrupción
e impunidad como el de César Duarte Jáquez y sus cómplices. Por esa
razón, la nomenklatura duartista se llevó un palmo de
narices, al volcarse los electores a las urnas y manifestar su repudio contra
la tiranía tricolor.
Lo demás es historia. La
derrota del PRI fue tan aplastante como abrumadora. En esa derrota también
llevan su parte los medios de comunicación, que sucumbieron a la
tentación de vender su conciencia y su credibilidad por treinta monedas. En el
pecado llevarán la penitencia.
Resulta grotesco y
vergonzoso, de pena ajena, ver ahora a aquellos «periodistas» que ayer le lamían las suelas a
Duarte y echaban pestes contra Corral, hoy buscan afanosamente al gobernador
electo para intentar congraciarse con él, con el obvio y ominoso propósito de
sacarle provecho. La impudicia y la desvergüenza no tienen orillas.
En lo personal, no fueron pocas las ocasiones en las que sostuve acaloradas discusiones con algunos colegas del oficio sobre el tema. Algunos de ellos me recriminaban mi crítica sistemática hacia el gobernador y su insaciable corrupción. Decían que con ello, sólo revelaba mis afanes de exhibicionismo y lucimiento personal. «Todo lo que buscas es la trascendencia, pasar a la posteridad», me dijeron.
En un ejercicio de
honestidad, debo reconocer que puede que tengan razón. Puede que en mi fuero
interno eso esté ocurriendo; que busque a través de mi oficio la trascendencia pero, en
todo caso, sería la consecuencia, nunca la
finalidad. ¿Qué tendría eso de malo? Pienso además que las críticas no deben
centrarse en aquellos que buscan trascender, sino en los que se atascan en la
mediocridad.
La incongruencia y la
simulación es un mal endémico social. Estoy pensando en algunos compañeros que,
durante las campañas electorales tomaron partido por los candidatos del partido
que ha sido, es, y seguramente será sinónimo de la corrupción y el
autoritarismo. Esos compañeros que enderezaron sus baterías para atacar a
los opositores al PRI, que se alquilaron como vulgares porros tricolores, hoy buscan a
los gobernantes electos suplicando perdón y
olvido.
Sin embargo, Corral
y Cabada, deben estar conscientes de que los resultados electorales no
constituyen un cheque en blanco del que pueden disponer, cobrar y echarse a
dormir.
Ambos deben saber que
tales resultados no son producto de su ángel, simpatía, sex appeal, o arrastre en materia de
popularidad, sino de un pueblo que rebasó los límites del hartazgo de un
régimen soberbio, arrogante y tirano que lo agravió sistemáticamente, sin
pensar que algún día se rebelaría para cobrarle la factura. Es decir, en términos
reales, la gente no votó por ellos sino en contra de sus verdugos.
De modo pues, que Corral
y Cabada deberán poner sus barbas a remojar y aprender la lección en
cabeza ajena.
En ese sentido, una mala
señal manda Corral a sus electores cuando, en pleno ejercicio de transición de
gobierno, desestima las críticas de una buena parte de la sociedad, que no ve
con buenos ojos el hecho de tener en su equipo de seguridad a una persona cuya
reputación está en entredicho. Se trata de su jefe de seguridad
Juan Manuel Escamilla León, quien cobró notoriedad en aquel
sangriento episodio en Plazuela de Acuña, en donde encabezó un operativo policíaco
en el cual dio muerte a presuntos delincuentes armados y atrincherados en una finca de aquella zona
de la ciudad.
En este hecho, aun
y cuando Escamilla fue acusado de exceso de
fuerza y abuso de autoridad, enfrentó la acusación y fue absuelto, la mancha
ahí está.
Un elemento más que abona a la desconfianza
ciudadana hacia el personaje de marras, es el testimonio del abogado y activista Jaime García Chávez,
quien le hizo saber de viva voz a Corral Jurado de las amenazas que Escamilla,
siendo éste el jefe de guaruras del
ex gobernador Patricio Martínez le lanzó. Es decir que a la luz de los
hechos, estamos ante un personaje peligroso; un represor social proclive a la
violencia.
«Nadie mejor que Javier
Corral sabe quién reúne el perfil adecuado para cuidar de su seguridad personal
y la de su familia», dijo una voz en defensa de la decisión del gobernador
electo de conservar a Escamilla. Y acaso tiene razón; a Corral le asiste todo
el derecho de colocar ahí a quien mejor considere, pero no a costa poner en
riesgo la seguridad física de la sociedad, sobre todo de aquel sector que lo
eligió, y que expresa un fundado temor de que, en
cualquier momento, pudiera ser víctima de abusos y atropellos por parte de Escamilla o
sus subordinados. Pudiera ser este un aviso a tiempo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)