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viernes, 30 de septiembre de 2016

Marcha por algo que ya fue


El pasado sábado 10 de septiembre, dos semanas después de la muerte del Divo de Juárez, Juan Gabriel que sumió al país en un duelo nacional, salieron miles de personas a marchar en 19 estados del país en defensa de la familia tradicional, y en contra del matrimonio igualitario. Incomprensible.
La manifestación fue convocada por el Frente Nacional por la Familia, organización que concentra a sectores de la ultraderecha en el país, incluyendo a grupos vinculados a la Iglesia en nuestro país, el llamado se dio para mostrar su rechazo a la posibilidad de que personas homosexuales puedan contraer matrimonio y tengan el derecho también a la adopción legal y de paso para defender a la «familia tradicional», que en su corta y muy particular definición es: ambos padres y sus hijos solamente.
Ni hablar, nietos criados por sus abuelos, madres solteras criando a sus hijos, padres solteros criando a sus hijos, tíos criando a sobrinos o parejas con la imposibilidad de tener hijos, etcétera, no caben en este modelo, aun y cuando familia en su definición más simple según la RAE es «un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas ».
Desgraciadamente para la ultraderecha en el país. En junio del 2015 la Suprema Corte de Justicia avaló el matrimonio igualitario, es decir lo equiparó, al que se da entre las parejas heterosexuales.
Esto es en todo el territorio nacional aun y cuando las leyes estatales digan lo contario. No sólo eso, actualmente por lo menos en nueve estados el matrimonio entre personas homosexuales está permitido sin la necesidad de tramitar un amparo entre ellas Chihuahua.
Así que las marchas que organiza la ultraderecha mexicana con todo y aunque se ponga nombres bonitos, está luchando por algo que ya fue, es y será. El derecho de todos los ciudadanos de este país sin importar su color, condición social u orientación sexual a casarse y a la formación de una familia.
Pero mientras se dan cuenta de esto, a través de una campaña de desinformación, se dedican a propagar un discurso con un trasfondo homofóbico y de intolerancia, que no abona en nada positivo a la situación actual de nuestro país.
Como decía nuestro paisano Juan Gabriel, pero qué necesidad.                         Editorial 1244

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