Por Antonio Pinedo
Se equivocó López Portillo cuando el 1 de septiembre de 1982, dijo que «no nos volverán a saquear». Del miércoles 8 de octubre al viernes 14, las reservas nacionales bajaron en más del diez por ciento, por una demanda exagerada, inusual y fuera de toda lógica, ajena al entorno macroeconómico, dicho en palabras de los hombres que son responsables de las finanzas nacionales, Guillermo Ortiz, presidente del Banco de México y Agustín Carstens, Secretario de Hacienda, que lucieron por decirlo lo menos, ingenuos.
Algo se cocina desde hace meses, basta leer la columna de Rafael Loret de Mola del domingo 3 de agosto del presente año, que consigna: «Sin seguridad ni proyectos de infraestructura básica, sin obras públicas ni inversiones destinadas al tantas veces prometido despegue nacional, cabe preguntar si los impuestos, cada vez mayores bajo amenazas sin cuento, tiene o no un destino digno que compense el sacrificio social. Porque, al paso que vamos, nada sería más doloroso que constatar que la captación, como ha sido en este año sólo sirva para pagar deudas y proteger a los grandes financieros y aliados del régimen calderonista. ¿O acaso el gobierno federal no compró ocho mil millones de dólares de las reservas del Banco de México, para paliar, según dijo, los efectos de la crisis general? Y luego claro, la institución vendedora estimó necesario suspender la venta de dólares a las instituciones de crédito para “recuperase”. Es decir, como siempre, la comunidad deberá responder pagando los platos rotos. La misma historia para demostrar, claro, que nada ha cambiado». Hasta aquí la cita de Loret de Mola del 3 de agosto, meses antes de que se desatara la crisis mundial, que desde hace meses se preveía, por los problemas con las inmobiliarias de los Estados Unidos.
Entonces, que Guillermo Ortiz y Agustín Cartens, declaren que los tomó de sorpresa, es por demás sospechoso y por lo menos demuestra que nada tienen que hacer en esos puestos.
Una vieja historia
Se había anunciado una subasta diaria de 400 millones de dólares, pero de manera repentina, los encargados de manejar las reser-vas federales sacaron al mercado 8 mil 900 millones dólares en menos de 72 horas y el dólar que había rebasado los 14 pesos quedó a poco más de trece pesos por unidad.
Ante la evidencia el secretario de Hacienda mexicano, achacó el vapuleo al peso a las operaciones especulativas de un grupo de empresas y dijo que examinaría con lupa las transacciones. Ahogado el niño, tapan el pozo.
A toro pasado Carstens dijo: «El gobierno será más enérgico en exigir que se cumplan las reglas de transparencia y de reporte de bancos y empresas listadas». Según Carstens esas empresas jugaron con la paridad con motivos meramente especulativos.
A las declaraciones originales del Secretario de Hacienda, vino la demanda de legisladores para que pusiera nombre a las empresas y empresarios que especularón y lucrarón con la caída del peso, pero hasta ahora nada ha declarado el funcionario.
De catarrito a pulmonía
El presidente Felipe Calderón salio los días jueves y miércoles en red nacional a decir que la economía mexicana está fuerte, blindada, contra los efectos de la crisis en Wall Street y que aquí no pasaría de un simple catarrito. Desafortunadas fueron las palabras del jefe Felipe Calderón, ya que en menos de 24 horas salían a subasta 6 mil 400 millones de dólares en una sola jornada.
El secretario Cartens no da nombres, pero es público que Controladora Comercial Mexicana (La Comer), salió de su giro y especuló con el dólar hasta por la cantidad de dos mil millones de dólares, lo que la obliga a una práctica bancarrota.
Muchas son las dudas, el columnista del diario La crónica de la ciudad de México, Julio Brito, consigna en una columna del martes 14 de octubre:« Por cierto, nos gustaría que el gobernador del Banco de México, quien maneja las reservas explique de manera contundente, quienes fueron los beneficiados y por cierto, que nos aclare cual fue el daño que sufrió Banxico con la quiebra de Lehman Brothers. Parece que tenían más de 500 millones de dólares en papel del banco en desgracia. Los recuperaremos o “nos volverán a saquear”».
Luego de reiterados discursos de que la crisis que desde hace meses se vislumbraba en el horizonte financiero mundial, no causaría mayores problemas al país, por fin se reconoce, que habrá más desempleo, deportaciones, baja en las remesas, menos crecimiento económico, en fin que el catarrito, se convierte en pulmonía.
Hay empresas que ya han sido señaladas como especuladoras, la ya mencionada Comercial Mexicana, Cementos Mexicanos (CEMEX), Grupo Saltillo y otros, sin embargo nada parece que se vaya a hacer para sancionar estas ilegales acciones, que del golpe y porrazo quitaron a los mexicanos más del 10 por ciento de sus reservas internacionales.
Es decir, que ya nos volvieron a saquear.
Los datos contundentes
Fuera del discurso oficial y el alarde del blindaje financiero, lo que queda es que la caída en remeses entre enero y agosto fue del 4.2 por ciento; las ventas automotrices se desplomaron en 13 por ciento; se suspenden obras de infraestructura como el aeropuerto de la Rivera Maya, que sería el más moderno del país.
No hay lugar para el optimismo, el peso acumuló una depreciación del 32 por ciento en sólo ocho semanas, empresas como Bimbo incremen-taron sus pasivos de 5, 485 millones de pesos a 6 mil 740 millones en sólo estas semanas.
Sólo unos datos y sólo el comienzo, cuyo fin nadie se atreve a prever, lo mismo dicen dos bimestres, que tres que un año, que varios años.
Mientras tanto quienes espe-cularon con el peso y bajaron las reservas federales, siguen siendo protegidos, los daños se pasan al erario público, como muchas otras veces.s
1 comentario:
Este gobierno tiene una doble moral o doble cara como ningun otro, te hacen creer que estan haciendo las cosas bien, pero todo es una simulaciòn, que ademas le cuesta a la ciudadania, ¿A quién creen que engañan?
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