Semanario del meridiano 107

Las cosas por su nombre;
Un poco de amor a Juárez

* El agua para Santa Teresa-Jerónimo
* Retomar plan de «La acequia del Pueblo»
* Dos de cada10 sin oportunidad

Por Antonio Pinedo

Perdida en la página cuatro de la sección local de Norte, del pasado 11 de marzo, se lee una que en su encabezado dice: «Imposible que la JMAS entregue de (sic) agua a Jerónimo», son declaraciones del ingeniero Ernesto Mendoza Viveros, presidente la JMAS de Ciudad Juárez, en las que afirma que sería ilegal que del Proyecto Conejos-Médanos, se entregara un litro de agua, para las empresas maquiladoras y el polo de desarrollo y población que se está generando del lado mexicano de Santa Teresa, que por encontrar un nombre diferente al que por siglos ha llevado la zona, le pusieron en forma arbitraria Jerónimo, cuando simple y llanamente debiera ser Santa Teresa, Chihuahua, porque desde la colonia así se llamaba la zona y no había límites geopo-líticos… pero bueno de esas hay muchas.

No resiste un el mínimo análisis
La posición del presidente de la JMAS, quien extrañamente ha sobrevivido muchos meses al desastre de «El Barreal» y al fallecimiento de su padrino político Jesús Macías Delgado, en la presidencia de la JMAS, es por lo menos ilógico. En agua está en la zona, de hecho tal vez sólo sería necesario el tendido de algunas tuberías de doscientos o trescientos metros, lo que se necesita para que se de servicio a las primeras, de las que seguramente serán muchas fábricas en la zona, y que con la apertura de Foxconn, inicia en esa parte de Ciudad Juárez, un nuevo polo de desarrollo, de hecho es más barato y fácil dotar de agua a las fábricas y eventualmente a los asentamientos humanos que se instalen en la zona, que llevarla hasta los más 30 kilómetros de distancia lineal que separan Conejos-Médanos, de Electrolux por ejemplo.
Dice el presidente de la JMAS que los 23 pozos y los tres tanques de almacenamiento, son para surtir de agua a Ciudad Juárez. Alguien le debe decir al brillante ingeniero, que el mal llamado Jerónimo, es parte del fundo legal de Ciudad Juárez y hay acuerdos de cabildo para su desarrollo. Tal vez lo que no gusta a Mendoza Viveros, es que un desarrollo en esa zona de la ciudad, llamada por algunos Ciudad Vallina, necesariamente abarata la tierra en Ciudad Quevedo, firma para la que ha trabajado el presidente de la JMAS… que no vayan a ser esas mezquindades, las que den al traste con un proyecto tan prometedor e importante como el desarrollo binacional de Santa Teresa-Jerónimo.

Falta de continuidad en los proyectos
Hace cuatro años se anunció con gran despliegue publicitario un proyecto que en maqueta se veía muy bonito y que a todas luces vendría a rescatar un espacio público que era y sigue siendo una zona peligrosa para el tránsito de peatones: las márgenes del canal llamado «Acequia del Pueblo».
La inversión original era de 89 millones de pesos, participaban los tres niveles de gobierno y los recursos en su inmensa mayoría los proporcionaba la Federación. Era convertir el paseo, parque lineal y en las zonas posibles espacios deportivos la «Acequia del Pueblo» y los márgenes de la misma que en algunos casos pueden se de 30 o cuarenta metros y en otros de sólo doce o trece, sin embargo el proyecto, realizado por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación, era muy completo y se prolongaba por varios kilómetros de la avenida Plutarco Elías Calles hacia el valle de Juárez siguiendo lógicamente el trazo de la acequia.
Se empezó la canalización y las obras; y de buenas a primeras, con calles cerradas al tráfico, aquello se abandonó sin explicación alguna, los vecinos de la zona sufriendo la molestia de tener que dar rodeos inútiles frente a calles que había sido destrozadas y las obras abandonadas. Poca difusión se dio a los motivos del abandono, de tal manera que aun hoy es confuso, lo mismo se dice que los recursos se agotaron y no hubo nuevas suministraciones, que simplemente los tres niveles de gobierno entraron en desacuerdo y poco les importo Juárez y los juarenses, simplemente se tiró una buena cantidad de millones, se ocasionaron muchas molestias y aquello se acabó… que al fin y al cabo nadie pide cuentas en los despilfarros y tonterías que con los dineros públicos se hacen a capricho de los gobernantes.
Alguien debe retomar el proyecto y volver a articularlo, lo lógico sería que fuera la propia presidencia municipal actual aun cuando no pueda más que dejar encarriladas las cosas para adminis-traciones futuras, debemos como sociedad empezar a crear proyectos ambiciosos que tras-ciendan los trienios y sobre todo que no se tomen decisiones apresuradas que luego sólo dejas el escaso dinero que tenemos para obra pública prácticamente tirado a la basura.

Dos de cada diez
Durante el próximo ciclo escolar, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, sólo podrá atender a dos de cada diez solicitudes de ingreso, así de grave es el problema de falta de espacios de educación superior en nuestra ciudad, Los otros ocho tendrían que esperar o entrar a alguna de las varias universidades privadas que hay en nuestra ciudad, que no tienen ni las instalaciones ni la planta de maestros que pueda siquiera acercarse a la UACJ o sea que están condenados a no estudiar un carrera universitaria como es su deseo o bien a entrar a universidades de las llamadas «patito».
Ante lo anterior uno se pregunta sobre la pertinencia de abrir extensiones universitarias a más quinientos kilómetros de nuestra frontera, en el antiguo San Antonio de los Arenales, en Ciudad Cuauhtémoc. Que el rector Mario Quin-tana Silveyra sea nativo de esa región no es motivo suficiente para su instalación.
Es evidente que los recursos que se están destinando para una extensión universitaria que le queda cuatro veces más cerca geográfica-mente a la Universidad de Chihuahua, están siendo necesitados en Juárez. Está bien amar el terruño, pero la UACJ no es patrimonio personal.s