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lunes, 30 de marzo de 2009

Huele a precampaña


Jorge Quintana, el

candidato de Ferriz


* Las definiciones para el 2010

* Willy Campbell extraña Juárez

* Los narcos de los ochentas


Por Antonio Pinedo


A partir de ya, prácticamente cualquier acción de gobierno tendrá o se le pretenderá encontrar tintes políticos. La conseja entre la clase política mexicana es que «en política lo que parece es», entonces es lógico que los observadores políticos, vean en estas acciones segundas intenciones. Chihuahua vive la desgracia de tener dos años de actividad política por una de trabajo, por supuesto nos referimos a la actividad pública. El año pasado fue el que se debió aprovechar para realizar obra pública o mejoras en los servicios públicos, lo que desde hace meses vivimos y seguirá es el proceso electoral de diputados de aquí al cinco de julio y el cambio de gobernador, de aquí al primer domingo de julio del próximo año.


Las definiciones para el 2010

Fue de llamar la atención que el presidente municipal José Reyes Ferriz, haya tomado la decisión de entregar a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, la ejecución de un programa de regeneración urbana para el antiguo barrio de la Chaveña. Cuando las actividades de la universidad son la enseñanza, la investigación y la difusión cultural básicamente, es de notar que se adosen actividades que más parecen propias del presidente municipal.

Por lo anterior, en los metideros políticos ya se habla de la precandidatura del rector de la UACJ Jorge Quintana Silveyra a la presidencia municipal de Ciudad Juárez, apoyado por el actual alcalde José Reyes Ferriz, quien ciertamente no es una potencia política, pero el aparato municipal es importante a la hora de una elección constitucional, esté en manos del PRI o del PAN, es lo mismo.

Llama la atención que el rector haya atendido la petición del alcalde, sobre todo porque la UACJ requiere de una gran dedicación, ya que la creciente demanda de espacios para la enseñanza profesional, supondrían que sólo hay tiempo para actividades docentes, de investigación o divulgación científica y cultural.

Sin embargo todo parece indicar que el equipo humano en la universidad da para eso y más y pues no sería descabellado que el próximo año más o menos a principios se de una renuncia en la rectoría de la UACJ, para ir en pos de la presidencia municipal, por lo pronto el licenciado Quintana Silveyra, quien por otra parte tiene una buena imagen en la comunidad universitaria y la institución está bien acredita en la ciudad en general, lo que lo convierte en un precandidato fuerte.


Willy Campbell extraña Juárez

La vocación política entre los rectores y ex rectores de la universidad es muy antigua, es casi una tradición, el primer rector de la UACJ, René Franco Barreno, fue diputado federal y, luego fracasó en un intento por llegar al Congreso local; el tercer rector Carlos Silveyra Sayto intentó obtener en 1985 una diputación federal y su sucesor el ingeniero Alfredo Cervantes, quedó en el camino en una nominación a una diputación por no vivir en el distrito al que pretendía representar.

Felipe Fornelli Lafón, es actualmente el presidente municipal suplente y dos de sus ex rectores luego de ocupar el cargo universitario han sido presidente del Comité Municipal del PRI en Ciudad Juárez. Uno de ellos, Wilfredo Campbell Saavedra contendió y ganó la Sindicatura en el año 2004 y actualmente es el juarense -por lo menos por adopción-, que mejor posición tiene dentro del equipo del gobernador José Reyes Baeza.

A propósito de Wilfredo Campbell, se insiste en los pasillos de gobierno sobre un regreso a una posición dentro del aparato estatal en Ciudad Juárez. Todo parece indicar que Willy ya está muy aclimatado a la frontera y su propósito es regresar. De hecho la versión se corre desde hace más de un año y hasta ahora no se ha concretado, pero su nombre vuelve a surgir periódicamente, lo que indica que el río suena.


Los narcos de los ochentas

Fue en la época de Rafael Aguilar Guajardo, como el capo más importante del narcotráfico en Ciudad Juárez, que las ligas entre policías y traficantes de enervantes se hicieron prácticamente institucionales.

Desde la segunda década del siglo pasado, hace más de ochenta años autoridades, policías y narcotraficantes han convivido a lo largo de toda la frontera y todo el país, hay infinidad de documentos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que lo consignan, pero fue hasta hace poco más de dos décadas, que los amarres se hicieron a niveles nunca antes vistos.

Quien heredó y eliminó en Cancún a Rafael Aguilar, fue Amado Carrillo Fuentes, quien sin ninguna dificultad y amparado por quienes tenían el poder de hacerlo, llegó a la plaza y simplemente ocupó el lugar que dejaba Aguilar Guajardo. Hubo algunos ajustes de cuentas y fue todo, la frontera se escandalizó porque hace poco más de diez años la cifra de narcoejecuciones rebasó el número de 200 en un sólo año, a raíz de que se oficializó la muerte de Amado Carrillo.

Sin embargo la plaza siguió en manos del mismo cártel de origen sinaloense, pero sin el control absoluto que Aguilar y Amado en su momento ejercieron. Ahora con la llegada de la llamada «Gente nueva», el cártel de «La Línea» se resiste a dejar una plaza que por su posición estratégica en las rutas a todo los EE.UU. es la más importante de todo el país.

La presencia del ejército ha reducido a niveles menores el número de ejecutados, pero se habla insistentemente en que estarán más o menos por seis u ocho meses, lo que nos debe llevar a preguntarnos, ¿Qué pasará cuando se vayan?

¿En manos de quién quedará la plaza? ¿Se está preparando un cuerpo policíaco suficiente y más o menos confiable? No dudamos que el narcotráfico seguirá, pero, ¿se acabarán la narcoejecuciones?, ¿bajarán los niveles de colusión entre policías y narcos? En fin debemos hacer algo para cuando los militares se vayan, que Juárez no pierda la viabilidad de ser una buena ciudad para vivir.

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