¿El Gobernador sin equipo?: Valencia, el chile de todos los moles

Por Rodrigo Borja

Hace ocho meses el gobernador José Reyes Baeza, afirmaba en su discurso del acto de ascensión de Víctor Valencia de los Santos, como su representante en Ciudad Juárez: Viene a «impulsar las políticas públicas y desarrollar la obra social para mejorar la calidad de vida de los fronterizos». Fue más generoso aún: «se aprovechará la experiencia de Víctor Valencia para concretizar los proyectos de Gobierno del Estado».

Valencia venía de una diputación federal cuyo encargo último era el presidir una comisión de investigación sobre presunto ilícito y enriquecimiento inexplicable de Vicente Fox y su familia, durante el sexenio anterior. No probó nada.

Ya antes había sido el primer Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología del Gobierno del Estado, y su actuación se recuerda más por la opaca operación de venta de las arenas de Samalayuca para la fabricación de vidrio de gran calidad a una empresa del estado de Sonora, que por alguna otra de sus actuaciones.

Total, que en poco más de cuatro años el único juarense cercano al gobernador ha ocupado cuatro posiciones de relevancia y su permanencia en ellas tiene como promedio un año. En su último encargo, en el cual logró estar ocho meses, los juarenses no tuvieron un aumento sustancial en su calidad de vida y habría que revisar con puntualidad que proyectos de gobierno se concretaron gracias a su labor, como lo anunció en un acto de dimensiones épicas el gobernador en junio del 2008 (Semanario No. 833).

Por lo anterior su nuevo nombramiento merece ser analizado bajo nuevas luces. Hay tres posibles lecturas: las capacidades de Valencia de los Santos son inconmensurables y puede con todo lo que le pongan enfrente si de servicio público se trata; o bien el equipo del gobernador está muy mocho y limitado y no tiene de donde echar mano o bien en la coyuntura de la sucesión del año que viene no está en los planes para la alcaldía que desde hace años busca el político juarense.

El gobernador sin equipo

Veamos las tres posibilidades en cualquier orden ya que no sabemos cual es realmente el motivo de que Valencia de los Santos sea la persona indicada para todo. Una revista al equipo del gobernador nos podría llevar a que sólo Guillermo Márquez Lizalde, tiene el perfil policíaco que requiere la Secretaría de Seguridad Pública, pero que sería muy violento sacarlo de la candidatura a diputado por el V distrito para llevarlo nuevamente al gabinete, sobre todo cuando prácticamente acaba de renunciar para buscar este puesto de elección popular,

Entonces cabe la posibilidad de que entre los hombres cercanos al gobernador Valencia de los Santos tenga el perfil más adecuado, sobre todo porque es fama pública que es entrón, que si de enfrentamientos se trata no los elude. Aunque en los actuales momentos es el ejército quien realmente está encargado de la seguridad pública en el estado y vemos muy difícil que algún general se ponga a las órdenes del juarense.

Valencia es una maravilla

Otra de las posibilidades es que los talentos de Valencia de los Santos sean tan amplios y notables, que donde lo pongan hace una labor encomiable. Auque esta posibilidad cojea porque sería un grave error del gobernador traer a una persona con esas capacidades del tingo al tango, mejor sería que lo dejara en una área y que ésta fuera la joya de la corona al termino del sexenio.

En este orden de ideas habría que tratar de recodar que de notable hizo como secretario de Desarrollo Urbano y Ecología; qué de sobresaliente dejó su actividad legislativa, misma que por cierto dejó a los pocos meses para buscar la presidencia municipal, porque ya había, según declaró a los medios de comunicación de Ciudad Juárez, cumplido con los compromisos. Fue muy rápido en la acción, lo que podría contabilizarse como un punto a su favor, sobre todo si consideramos que la acción legislativa es por propia naturaleza por lo menos de mediano tiempo, ya que el debate legislativo es lento y adormilador.

Valencia descartado

Desde hace por lo menos tres períodos el político fronterizo –de formación académica cercana a las ciencias sociales es licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas y tiene una maestría en las mismas áreas de la Universidad Estatal de Nuevo México, en Estados Unidos–, ha estado buscando la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Ciudad Juárez, lo cual incluso, lo ha llevado a elecciones internas en las que ha perdido como en la que enfrentó al alcalde José Reyes Ferriz en 2007.

Es claro que sus ambiciones no han cambiado, sobre todo por sus propios dichos en diversos auditorios, sobre todo de amigos. Entonces este nuevo nombramiento habría también que analizarlo a esta luz: se le descarta de la sucesión del 2010, desde ahora, porque las cosas ya caminan por otro lado, o sea que las fuerzas políticas reales, los poderes fácticos, que son los que deciden este tipo de candidaturas, ya le dieron el no a Valencia de los Santos. Cabe la posibilidad.

En este escenario el llevarlo a una posición que en si misma no es la plataforma ideal para lograr una presidencia municipal, porque es muy difícil saltar de policía a titular del Ejecutivo en cualquiera de las tres esferas de gobierno, sobre todo en municipios muy poblados, como lo es Ciudad Juárez, el fenómeno se dio con Pérez Mendoza en Cuauhtémoc en los años noventa. Pero en Ciudad Juárez nunca se ha dado y difícilmente se puede dar.

Pero concedamos, que aún está vivo; por el temperamento de todos tan conocido es difícil imaginar que en un año que falta para las definiciones, conserve el capital político que pueda traer y que el desgaste propio del puesto no lo haya eliminado en forma automática.

Una cosa está clara, el gobernador es un hombre agradecido y generoso con las lealtades. Víctor Valencia de los Santos, era el único que cuando la cargada indicaba que Víctor Anchondo Paredes sería el sucesor de Patricio Martínez, se definió por Reyes Baeza. El juarense se mantuvo al lado literalmente del actual gobernador y nunca titubeo en su apuesta.

Valencia es una incógnita, que se despejará muy pronto. Mientras los militares estén en las calles de las principales ciudades de nuestra entidad, es seguro que su posición no correrá graves riesgos, pero se habla de que sólo estarán seis meses más.

Este columnista en lo personal se inclina por un descarte temprano no sólo para la alcaldía, sino para la gubernatura. Con este movimiento se descarta también al precandidato por el que Valencia de los Santos, mostraba inclinaciones o parecía mostrarlas.