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martes, 21 de abril de 2009

El PRI del Centro ya tiene candidato... Baeza también


Por Rodrigo Borja

En lo que va del 2009 el Partido Revolucionario Institucional ha definido cuatro candidaturas a gobernador en todo el país y en todas ha ganado el interés del priísmo local. Sin embargo, en Chihuahua en 1940, se dio el último triunfo de un candidato local: Alfredo Chávez Amparán, quien con el PRICH y el apoyo del gobernador Gustavo Talamantes –quien tuvo que pedir permiso para retirarse del cargo–, le ganó al candidato del presidente de la república: Fernando Foglio Miramontes.

Los tiempos son otros, no existe el omnipotente primer mandatario, por lo menos no para el PRI, pero hay fuerzas políticas que operan en la capital del país, que hacen las veces de «Fiel de la balanza» o por lo menos lo intenta.

En Chihuahua desde el 5 del presente mes se aclararon las cosas, es claro que el gobernador José Reyes Baeza Terrazas quiere ser el que diga la última palabra, en lo que a su sucesor se refiere e imita a los mandatarios de Sonora, Colima, Nuevo León y San Luis Potosí, estados en los que las definiciones se han dado durante los escasos meses del presente año.

El grupo en el poder, el «Grupo Delicias», en el que también intervienen en forma importante los políticos priístas de la capital del estado, tienen un gallo: Oscar Villalobos Chávez y tratan de comprar una prima de seguro con Alejandro Cano Ricaud, en caso de que éste llegue a la diputación del VIII distrito.

Por otra parte las fuerzas del Centro tiene en César Duarte Jáquez, a la figura que impulsan; Manlio Fabio Beltrones fue claro cuando le dijo al senador Gustavo Madero: «en Chihuahua te vas a enfrentar por la gubernatura con César Duarte».

El que Duarte y Villalobos parezcan ser los gallos de las fuerzas en pugna, no significa que es todo lo que haya. Héctor Murguía Lardizábal, tiene en su innegable popularidad, un as bajo la manga y si el gobernador y el propio CEN del PRI, creen en riesgo el triunfo, las posibilidades de «Teto» crecen exponencialmente.


Nuevo León, candidato de unidad

En los tres meses que han pasado del presente año, el PRI ha definido candidatos para la gubernatura de cuatro entidades. En Nuevo León, se dio un extraño caso el de olvidar las experiencias que el tricolor había tenido desde 1998 en Chihuahua, con Patricio Martínez, de abrir la elección en lo que en aquel momento dieron en llamar «consulta directa a la base». Y se optó por el viejo y en su momento efectivo método de «candidato de unidad».

En Nuevo León se tomó la decisión en «petit comité» y se lanzó a Rodrigo Medina de la Cruz, un político muy joven, cuya experiencia previa era una diputación, misma que dejó para pasar a la Secretaría General de Gobierno, con el actual gobernador Natividad González Parás, quien evidentemente es su gran impulsor.

La revista electrónica Reporte Índigo, señala que el gobernador Natividad González, prepara la entrega de la plaza al PAN. El candidato del bicolor le es cercano en los negocios y fue precisamente quien le entregó la gubernatura hace seis años, nos referimos a Fernando Elizondo.

La misma fuente periodística indica que González Parás, alegó a favor del novel y joven político que era «Bonito», incluso se le empezó a llamar «el Peña Nieto del Norte». La elección en Nuevo León será el próximo 5 de julio y algunas encuestas locales ponen al priísta por encima de quien arrancó como favorito: el panista Elizondo, sin embargo, el que el PAN también haya recurrido al recurso de «candidato de unidad», dejó muy dolido a muchos panistas.

Fue en esta coyuntura y en Nuevo León, en donde la presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel, declaró a la prensa que la opinión de los gobernadores se toma en cuenta, pero que es sólo uno de los varios factores que se consideran antes de decidir una elección.

A la toma de posesión del «bonito del norte», acudieron 14 gobernadores, entre ellos Enrique Peña Nieto y los líderes de las bancadas priístas de las dos cámaras.


San Luis Potosí, elección interna

En el caso de San Luis Potosí, se recurrió al método llamado «elección interna», en el cual los priistas convocados se reúnen en una convención y votan sólo militantes. Aquí el ganador fue Fernando Toranzo Fernández, quien también proviene del equipo del gobernador en turno, de hecho fue su Secretario de Salud – en los sexenios anterior y el que está por terminar-. Su experiencia previa política habían sido una diputación local y una regiduría.

Es evidente que es producto de la política potosina y su principal impulsor fue el gobernador Marcelo de los Santos Fraga.

Aquí es sobresaliente que el madracista y ex senador Carlos Jiménez Macías, se quedó en el camino, al igual que el candidato apoyado por el Centro, el diputado Jesús Ramírez Stabros.


En Colima ganó el PANAL

El reportero de Proceso Pedro Zamora, escribe: «Auque obtuvo la candidatura del PRI a gobernador sin el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, Mario Anguiano Moreno contará ahora en la elección con el apoyo de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales».

Aquí si hubo bronca abierta, ya que Mario Anguiano Moreno, fue señalado públicamente como un político con nexos con el narcotráfico y el gobernador Silverio Cavazos Ceballos, no dudo en acusar a Beatriz Paredes Rangel, de estar detrás de las acusaciones.

Por su puesto en su registro se contó con la presencia de la Maestra. Paredes Rangel no estuvo presente al registrarse la candidatura de la coalición PRI-PANAL.


Bours impuso a su gallo en Sonora

En el estado de Sonora, el gobernador Eduardo Bours, empujó con todas sus fuerzas a que la elección del candidato se diera por «consulta directa a la base» sabedor, que el aparato partidista en la entidad está bajo su férula y su candidato saldría triunfador, como lo fue.

Alfonso Elías Serrano, el delfín del gobernador sonorense sacó el 64.65 por ciento de los votos y su más cercano competidor sólo obtuvo el 31.23 %, lo que da un idea clara de la relación de fuerza en el estado norteño.

Como se ve en lo que va del año el marcador es cuatro a cero a favor de las entidades.


La historia en Chihuahua

Sin embargo, las decisiones sobre las candidaturas en Chihuahua, históricamente han sido decisiones del Centro; salvo el caso ya mencionado de la rebeldía encabezada por Alfredo Chávez Amparán y secundada por Gustavo Talamantes, el gobernador en turno, mejor conocido como «El macho prieto».

Está en la historia; Chávez Amparán se impuso y financió su campaña, según una versión muy difundida, con el robo al Banco Minero y luego de imponerse, respetó el trato de que el siguiente gobernador sería Foglio Miramontes, a quien en 1940 venció.

Pero de ahí pa´l real el Centro las ha ganado todas, incluso con gobiernos panistas. Después de Fernando Foglio el presidente Miguel Alemán, impuso a su amigo de la universidad Oscar Soto Máynez, aun cuando en ese momento los líderes de las dos cámaras eran los chihuahuenses Teófilo Borunda (Diputados) y Eugenio Prado (Senadores), también en la lista de los probables estaba el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Oscar Flores Sánchez y el director de PEMEX, Antonio J. Bermúdez.

Sin embargo un político que contaba con un antecedente como su colaborador en el estado de Veracruz y una diputación. De alguna manera un oscuro político que estaba arrinconado en Jiménez como juez, es rescatado por su amigo de los años juveniles y llevado hasta la gubernatura. Tan con calzado entró el amigo de Alemán, que no terminó su período y fue sustituido los últimos once meses por el médico militar Jesús Lozoya Solís, de los Lozoya de Parral, aquellos que asesinaron a Francisco Villa.

A Soto Máynez le siguió otro político con su fuerza, ciertamente en la entidad, pero con ligas importantes en el centro y con el propio presidente Adolfo Ruiz Cortines: Teófilo Borunda.

Luego de Teófilo la posición se dio a los militares, cuando estos tenían «derecho» a cierto número de gubernaturas y se envió a gobernar a los chihuahuenses al general nativo de Camargo, Práxedes Giner Durán.

Luego de Giner, el centro envió al Senador Oscar Flores y Echeverría mandó a su secretario de Agricultura y Ganadería, Manuel Bernardo Aguirre. José López Portillo le armó un meteórico currículo a su amigo «Ornelotas», quien también cayó igual que Soto Maynes. La meteórica carrera de Oscar Órnelas Kuchle, de la rectoría de la UACH a la gubernatura no duró ni diez años y pasó por dos puestos de elección popular previos.

Al caer Órnelas, su período fue concluido por Saúl González Herrera y en la sucesión de 1986, el chihuahuense mejor perfilado y colocado en el Centro era Fernando Baeza Meléndez, su candidatura estaba muy anunciada, eran los tiempos en que el Centro decidía, pero siempre tras una revisión del equilibro de fuerzas en la entidad.

Ya con la caída de los dos Oscares, estaba claro que el no voltear al ver el estado resultaba contraproducente.

También la gubernatura de Francisco Barrio Terrazas, fue decidida en el Centro, era el hombre que convenía a la política interna y externa de Carlos Salinas de Gortari, Jesús Macías, mejor conocido por el ex presidente Salinas como Jesús «Mendoza», nunca estuvo en posibilidades de ser gobernador, sólo lo ilusionaron a él y al propio Baeza Meléndez.

De la mano de Baeza Meléndez y apoyado por el grupo Atlacomulco, al cual el ex gobernador pertenece, Patricio Martínez, logró conciliar los intereses del Centro con intereses de los grandes capitales chihuahuenses que veían como a un extraño a Artemio Iglesias, quien sólo tenía a su favor una militancia priísta larga e importante, pero eso nunca ha sido suficiente.

Martínez García, trató de proyectar al más cercano de su equipo político: Víctor Anchondo Paredes, pero otra vez Fernando Baeza y sus aliados en el Centro, tenían otros planes. Martínez García, tuvo la inteligencia y prudencia suficientes para no entrar en una dinámica de desgaste y dejó que la tremenda señal del DF; el poner como número uno en la circunscripción a la que pertenece Chihuahua para la elección de diputados plurinominales a José Reyes Baeza, marcara el derrotero.

Hasta el 2004 el Centro ha impulsado a los candidatos del PRI y del PAN que han gobernado Chihuahua. Hoy las cartas están en juego y estamos ante una situación parecida a la de hace seis años. Recordemos que en 2004 fue el Centro el que se impuso. Si Reyes Baeza logra que Oscar Villalobos sea electo candidato del PRI, será el segundo gobernador en los últimos 60 años en poner a alguien de sus allegados. Antes lo logró Fernando Baeza, su tío, con Jesús «Mendoza»…

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