Escenarios políticos

Sobre el Estado laico
y los Indios de Juárez

•De Fernando «El Católico» a Pepe «El Mocho»
•Dinero del erario público a los Indios de Juárez

Por Antonio Pinedo

Que don Fernando Baeza Meléndez, viene de una familia católica practicante, es una verdad de todos conocida, el nombre de su padre es el que los panistas de Delicias, le impusieron a su edificio en la llamada ciudad de los «Vencedores del desierto». Mencionamos a los panistas porque las ligas de la derecha mexicana con partidos católicos son decimonónicas.
El apodo se lo ganó en los corillos políticos de la ciudad de Chihuahua, cuando inició el cambio de nombre de pequeños poblados de su «santoral» laico y los regresó al santoral católico en forma oficial. Es así como Santa Eulalia recobró su nombre de la época virreinal, también General Trias, dejó de serlo, para convertirse nuevamente en Santa Isabel, en fin.

EXTRAÑA DE BAEZA TERRAZAS
Siendo el gobernador José Reyes Baeza de la misma familia, no es de extrañar que su formación religiosa sea católica y acendrada. Pero si extraña que siendo de una generación que nació en la década de los sesentas, con formación priístas desde su primera juventud, de lo cual no puede presumir el ex gobernador Baeza Meléndez y además con formación de abogado y carrera académica en universidades públicas. No distinga entre la separación Iglesia- Estado.
Lo anterior lo mencionamos porque en boletín oficial, con logotipo y todo, la Dirección de Comunicación Social de Gobierno del Estado, informa sobre una reunión de los Caballeros de Colón y las Damas Isabelinas. Es la tercera Convención, según la fuente gubernamental y la sede del encuentro será la Parroquia de la Divina Providencia.
Se espera que asistan 120 personas entre Damas Isabelinas y Caballeros de Colón, de por lo menos siete estados, uno de ellos inexistente nos referimos por supuesto a Baja California Norte. El encuentro será en Ciudad Juárez los días 1 y 2 de mayo informó el gobierno del Estado.

DESDE EL SIGLO XIX SE SUPERÓ
Desde el siglo XIX, en México y muchos países del mundo, casi todos se dieron grandes movimientos para separar la Iglesia del Estado, en nuestro país costó miles de vidas y largos períodos de guerra fraticida, en otros no fue para tanto. Algunos como España, zanjaron la situación apenas en las primeras décadas del siglo XX, pero en la Cultura Occidental ya no existe el debate sobre la separación Iglesia-Estado, es un asunto superado, de ahí que sea extraño un boletín oficial de gobierno del estado, para anunciar una reunión de los Caballeros de Colón y las Damas Isabelinas, quienes por otra parte tienen todo el derecho de reunirse, cuantas veces quieran y donde quieran…pero cabe la reflexión sobre los beneficios que a los estados nacionales y a la Iglesia misma, han traído su separación legal.
Las batallas contra la historia siempre se han perdido, el boletín no debe ser preocupante, pero mejor sería que nunca se emitieran.

¿QUÉ LE PASÓ?
La carta que a mediados de semana publicó en su portal www.clublindios.com el propietario del equipo Francisco Ibarra Molina, puso en la esfera pública un asunto que se sabía pero que nunca se ventiló lo suficiente, por lo menos no en los términos que debiera: Nos referimos por supuesto a destinar importantes cantidades del dinero del erario público a sostener una empresa privada como lo es el club de futbol Los Indios de Ciudad Juárez.
Gracias a esa carta se supo que el club de futbol mencionado ha recibido en tres años 61 millones de pesos, o sea que se le subsidiaba incluso cuando no jugaban en Primera División.
La carta firmada por Francisco Ibarra Molina, es un documento de antología; reclama al gobierno del estado y concretamente al tesorero Cristian Rodallegas, falta de apoyo.
En plan de perseguido político y no de pilinque habla de responsabilizar sobre el futuro de su persona, su familia y del mismo equipo a gobierno del estado.
Reclama en la carta, que Rodallegas, le ha retenido una aportación por diez millones de pesos, ya comprometida. En fin es una carta de no creerse, ¿Cómo es posible que más de sesenta millones de pesos de recursos públicos vayan a parar a una empresa privada de plano a fondo perdido, cuando la carencia en espacios deportivos y apoyo al deporte en la frontera de Ciudad Juárez, es uno de los grandes rezagos?
La verdad es que la carta está de no creerse y lo que es del todo censurable es que desde 2006 el gobierno del estado subsidie a una empresa privada en esas condiciones, con esas cantidades. Si Ciudad Juárez no tiene las condiciones para soportar un equipo de Primera División, pues entonces que se deje para mejor momento, pero el dinero público no debe ser destinado a esos fines, no cuando tantos rezagos tiene Juárez. s