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lunes, 25 de abril de 2011
Felipe Calderón… «terquedad, ceguera y ambición»: Javier Sicilia
Por Rodrigo Borja
El diez de diciembre de 2006, el presidente Felipe Calderón, quien había tomado posesión de su cargo en una ceremonia de tres minutos, entrando por una puerta trasera a la tribuna de la Cámara de Diputados, declaró la «guerra contra el narcotráfico» y anunció el envío de siete mil soldados al estado de Michoacán.
Luego de cuatro años y cuarenta mil muertos, y ante el hartazgo social, pide que el «ya basta» que se dirige a él, sea para los narcotraficantes, como si entre la sociedad y los narcotraficantes no existiera una entidad que en su sentido amplio se llama Estado y que en una de sus manifestaciones más tangibles se llama gobierno y él lo encabeza.
El asesinato de un hijo del poeta Javier Sicilia y seis de sus amigos en Temixco, estado de Morelos, forjó en boca del escritor y periodista un «ya basta» un «estamos hasta la madre», que se repite desde el pasado 28 de marzo, día de la masacre de estos siete jóvenes.
Mientras estos acontecimientos cimbran al país, en Ciudad Juárez, se detiene a tres agentes del cuerpo de élite de la policía municipal, conocido como Delta, tres de alrededor de veinte, que participaron en el «levantón» de cuatro jóvenes a la luz del día y con muchos testigos, que luego de días de búsqueda aparecieron muertos a las faldas de la Sierra de Juárez en su parte poniente.
Las manifestaciones populares sobre el hartazgo de tanta sangre se multiplican y el «ya basta» dirigido a Felipe Calderón, es retomado por éste y pide que no lo culpen a él, que esa frase debe ser dirigida a los narcotraficantes, como si no fuera obligación primigenia del Estado el brindar seguridad en sus personas y sus bienes a los ciudadanos.
Terquedad, ceguera, ambición
El periodista José Gil Olmos, de la revista Proceso, sintetiza: «Satanizado entre líneas por el presidente Felipe Calderón, quien intenta apropiarse del ¡Ya basta! ciudadano y reciclarlo políticamente para justificar la ineptitud de su gobierno ante el crimen organizado, el poeta Javier Sicilia critica «la terquedad, la ceguera política y la ambición desmedida» del mandatario. Hasta el plantón que mantiene en Cuernavaca el colaborador de Proceso han llegado, armados de valor, cientos de personas que por primera vez denuncian desapariciones, ejecuciones, extorsiones y secuestros, y no precisamente a manos de la delincuencia organizada. La marcha nacional a la que convoca Sicilia para el próximo 8 de mayo ya toma forma como sed de justicia y seguridad para todos los mexicanos…»
Javier Sicilia aclara: «Ahora el país levantó antorchas y están sirviendo para alumbrar el camino, pero también pueden servir para incendiarlo. La respuesta la tienen ellos, los actores políticos, los empresarios, las iglesias, los gobiernos, no yo.
«Yo, junto con todos, encendí las antorchas y estamos iluminando el camino. Ellos serán los responsables. Si se incendia el país, que no me vayan a cargar el muerto. Estas antorchas han estado bastante bien iluminadas y han trazado un camino. Lo demás ya no depende de mí y no quiero que dependa de mí: depende de los actores políticos.» Hasta aquí la cita de José Gil Olmos.
Responde Calderón
El presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, visitó la Comarca Lagunera el pasado martes 12 de abril, y ante unos 200 empresarios e integrantes de la sociedad civil, el jefe del Ejecutivo Federal habló de las perspectivas económicas y de seguridad que su gobierno tiene.
Aprovechó para responder a los signos de cansancio social que encarnan Javier Sicilia y sus frases, Calderón hizo un llamado a la sociedad para que dirija su grito de «Ya basta» a los criminales y no a los gobernantes. «Vale la pena recordar –dijo– condenar a quien debe condenarse. El hacer o decir un 'ya basta' a los criminales porque no podemos confundirnos, los que asesinan son ellos, son los criminales; los que matan jóvenes inocentes son los criminales; los que secuestran y asesinan migrantes son los criminales».
A lo anterior el periodista H. E. Cavazos Arózqueta, de la publicación digital SDPnoticias.com, responde: «Aunque obvia razón hay en sus palabras, el presidente deja de lado una realidad ineludible. Son los gobernantes y sus partidos quienes han permitido que durante años el problema de la criminalidad crezca. Con su negligencia, su corrupción, su complicidad, su incompetencia, los políticos mexicanos han sido un factor fundamental para que la delincuencia encuentre caminos y tierras fértiles para extenderse y enraizarse.»
El periódico El Mundo, de España, recoge otras declaraciones de Javier Sicilia: «Ya estamos hasta la madre. Estamos hasta la madre de todos los hijos de la chingada que matan, que asesinan, que mutilan, que acribillan a mexicanos; no importa que sean policías, militares, "narcos", si matan, son unos hijos de la chingada, y estamos hasta la madre de ellos.»
Abunda Javuer Sicilia: «Los narcotraficantes, por más inhumanos, malvados, siniestros que sean, no violan Derechos Humanos, ellos delinquen. Las autoridades, en cambio, sí los violan, y, además, delinquen también. Lo que viola nuestras Garantías Individuales es tanta impunidad, tanta injusticia, tanta negligencia administrativa y política. Y a eso, aunque no le parezca a Felipe Calderón, le gritamos que ya basta. ¡Ya basta de crímenes impunes!; ¡ya basta de desigualdad!; ¡ya basta de represión!; ¡ya basta de violaciones a nuestros derechos fundamentales!; ¡ya basta de guerra¡; ¡ya basta de sangre!»
Policías secuestran y asesinan
Por todo el país la situación empeora, San Fernando en Tamaulipas, eriza los pelos, pero en Ciudad Juárez, Tres policías del grupo especial Delta, fueron ingresados al CERESO Estatal, al dictárseles auto de formal prisión por los delitos de desaparición forzada y robo, en perjuicio de cuatro personas que fueron localizados muertos, luego de un «levantón» en el que según múltiples testigos participaron miembros del grupo de reacción inmediata Delta.
Los agentes Francisco Javier Campoy Domínguez, Leonardo Iván Loya Hernández y Eugenio de los Santos de Cuesta, fueron vinculados a proceso por los delitos de desaparición forzada de personas, abuso de autoridad y robo calificado, sólo tres cuando los testigos hablan de la participación de alrededor de veinte elementos.
Estas acciones fueron en perjuicio de Juan Carlos Chavita Soprano, Dante Castillo de la O, Raúl Navarro Soprano y Félix Vizcarra Torres, quienes desaparecieron de calles de Ciudad Juárez el pasado 26 de marzo de este año, y fueron localizados muertos 16 días después, semienterrados a 16 kilómetros al suroeste de esta misma frontera y los indicios científicos indican que el asesinato se dio casi de inmediato a su secuestro. «Ya basta», es una frase dirigida a Calderón, que él se la quiera apropiar y redirigirla es un signo de su propensión a rehuir su responsabilidad, en los hechos que parecen indicar que el país se deshace.
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