Por Rodrigo Borja
La reunión de la Conago en la ciudad de Chihuahua, fue un gran escaparate para el gobernador Enrique Peña Nieto, quien fue tratado con una serie de deferencias que lo marcaron con respecto a sus pares: tuvo trato de candidato presidencial.
Formalmente era la Convención Nacional de Seguridad Pública y Genaro García Luna vino en representación de Felipe Calderón y formalmente también se llegó al acuerdo de solicitar recursos por 13 mil millones de pesos para combatir el narcomenudeo; relanzar el programa Conago 1 y ofrecer empleo y becas a jóvenes.
No todo fue política
Leonel Godoy, quien presidió la mesa cinco, mencionó que el 70% de los delitos contra la salud, tiene que ver con la venta al menudeo de droga y que para su combate se requieren tres mil millones de pesos a ejercerse en los próximos tres años; Marcelo Ebrard, que fue otra de las tres figuras de la reunión, como presidente de la Conago y precandidato del PRD a la presidencia de la República, dijo que Conago 1 seguirá pero con un enfoque social en el que se buscará empleo y becas para la juventud.
El acuerdo se centra en que todos los gobiernos integren una base nacional de empleos y becas de estudio, para que los jóvenes de escasos recursos no tengan como opción la delincuencia. Fue Ebrard Casaubón, quien dejó de andarse por las ramas: «Sabemos que hay una competencia política, no hay que tenerle miedo a eso, pero sobre la base de la competencia, la eficiencia y la capacidad. (Los gobernadores) Respetamos las bases de la Conago», dijo en rueda de prensa, acompañado por el gobernador César Duarte.
Peña Nieto se pone la capucha
El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, rechazó que su presencia en la reunión tuviera que ver con sus aspiraciones políticas para el 2012 y la lógica hace suponer que todos los gobernadores allí reunidos llegaron con el auténtico interés que los convocaba: abatir la creciente inseguridad que anega al país de sangre y sobre el tema de la reunión, indicó que las políticas contra la inseguridad deben ir acompañadas de una inversión pública mayor, si no, éstas sólo serán demagogia.
Tres figuras
La reunión de Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), es una reunión entre iguales, sólo que algunos son más iguales que otros, como fue el caso de Enrique Peña Nieto, quien encabeza las encuestas de preferencias electorales para la elección presidencial del próximo año; Marcelo Ebrard, sólida opción de las izquierdas mexicanas para la elección del 2012 y por supuesto el anfitrión, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, quien encabezó los trabajos realizados en la capital estatal.
La política electoral cubrió la reunión de trabajo aun cuando formalmente las intervenciones de todos los gobernadores se centraron en el grave problema de inseguridad que desangra al país.
Las formas fueron muy cuidadas, el gobernador César Duarte, se encargó de recibir personalmente al presidente de la Conago, Marcelo Ebrard, pero se tuvo la deferencia de enviar a la jefa del gabinete la secretaria general de Gobierno Graciela Ortiz, a recibir a Enrique Peña Nieto. Los gobernadores panistas optaron por mandar representantes, lo cual confirma el trasfondo político involuntario o no del evento.
Dos maneras
Destacó en la reunión los enfoques diversos que los alcaldes Héctor Murguía, de Ciudad Juárez y Marco Quezada, de Chihuahua tienen sobre el combate al narcomenudeo, el juarense habla sobre un plan y preparación para su combate y el segundo afirma que simplemente hay que entrarle y aplicar la ley
Fue notable que el gobernador Peña Nieto, quien como regla general tenía que cumplir el protocolo y retirarse de actos como el que nos ocupa, incluso en algunos eventos se retiraba minutos antes, en esta ocasión se quedó a la comida con los demás gobernadores, acción que algunos interpretaron, como una nueva actitud hacia el 2012.
Los reflectores
Enrique Peña Nieto tuvo cobertura especial, tanto por los medios como por el gobierno estatal, este último dejó en manos de Graciela Ortiz, la atención personalizada que se dio a cada uno de los mandatarios y capturó los reflectores desde su llegada a las 11:30 horas, dirigiéndose de inmediato al museo Casa Chihuahua, que fue la residencia del terrateniente Luis Terrazas desde finales del siglo XIX.
Siempre acompañado de Graciela Ortiz, el mexiquense pidió a los medios que sus preguntas fueran relativas al motivo de la reunión de Conago, fue desde ese momento, motivo de atención de políticos y prensa, se le dio un trato que lo diferenció de los demás, un tratamiento de candidato presidencial, con una gran ventaja sobre los demás aspirantes… el título de inminente futuro presidente.
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