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jueves, 28 de febrero de 2013
La reserva por seis años
La petición de la presidencia municipal de reservar la información sobre los contratos del Programa de Movilidad Urbana, suena muy mal y va en contra de la política del presidente Enrique Peña Nieto, quien en más de un discurso ha hablado de privilegiar la transparencia y la rendición de cuentas.
No es posible que se busque un crédito por 2,200 millones de pesos, que este crédito los juarenses lo vayamos a pagar en los próximos veinte años y todavía se tenga la pretensión de no informar a los ciudadanos sobre el destino con lujo de detalles de esa inmensidad de dinero.
El Programa de Movilidad Urbana, es con mucho la obra pública más ambiciosa de los últimos años en Ciudad Juárez, y para su realización fue necesario un endeudamiento público también sin precedentes, con estos simples datos sería suficiente para que las obras a realizar con tantos millones de pesos sean más que trasparentes y diáfanas.
Los juarenses tenemos el derecho de saber con lujo de detalles quienes son los contratistas que ganaron la licitación, en qué condiciones la ganaron y contra quienes, y necesitamos saber cómo se realizarán estas obras paso a paso.
Tenemos el derecho de saber el destino de cada peso, ya que los pagaremos y con interés por las próximas dos décadas.
Alegar razones de seguridad, suena a chiste, una vacilada que quien sabe a que pillo se le ocurrió, pero supo venderla al interior de la administración municipal y ésta por voz de Héctor Arcelús, quiere opacidad en el manejo de los 2,200 millones de pesos… simplemente es inaceptable.
La obra es necesaria, la aplaudimos, pero como juarenses tenemos el derecho de saber a dónde va a dar nuestro dinero. No nos podemos dar el lujo de tirarlo, como se ha hacho desde hace más de un década con el programa del transporte semi masivo, que ha sido desde 2001 una verdadera vergüenza y una muestra fehacientes de la falta de capacidad de las autoridades de las dos esferas de gobierno más próximas, la municipal y la estatal.
Por supuesto, que no debe reservar esa información por seis años, ni por un día, a estas alturas, ya deberíamos de saber con lujo de detalles todo sobre la aplicación de estos 2,200 millones de pesos que tardaremos mucho en pagar.
Editorial 1073
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