Las siete vidas de Gordillo

Los barruntos de tormenta que se avecinaban en las relaciones entre el Sindicato Nacional de Maestros y el Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto, luego de que el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor anunciara una serie de medidas que llevaban por objetivo retomar la rectoría de la educación por parte del Estado, al parecer quedarán sólo en una escaramuza de papel periódico.

Lo cierto es que el presente año habrá catorce procesos electorales en igual número de entidades, ya sea de cambio de gobernador o bien de renovación del Congreso por mitad de periodo y el secretario de Acción Electoral del Partido Revolucionario Institucional, Samuel Aguilar, habla de participar en coalición en los 14 procesos con el Partido Nueva Alianza, fundado por la profesora Elba Esther Gordillo, líder vitalicia del SNTE.

La primera de las alianzas pactadas por el PRI es con el Partido Verde Ecologista de México. Para la renovación de 22 diputaciones y 43 presidencias municipales en el estado de Tamaulipas.

El secretario de Acción Electoral del PRI, declaró que la relación del tricolor y el Panal se encuentran en buenas relaciones por lo cual podrían transitar juntos en más de uno de estos catorce procesos electorales. Dijo «Estamos en todo el país construyendo esta alianza de estos dos partidos políticos».

Es bien sabido que los maestros y la situación actual del magisterio, se debe en gran medida a que miles de maestros por cuestiones partidistas son «comisionados» a actividades muy lejanas al gis y pizarrón y más cercanas a las urnas y boletas electorales, por tal razón, resulta entendible el pragmatismo de los priistas, quienes pueden dejar para después sus esfuerzos por retomar la rectoría de la educación, y darle prioridad a mantener las posiciones de poder en toda la república.

Estas alianzas que se están preparando, tienen como antecedente inmediato el rompimiento entre el PANAL y el PRI en el proceso electoral en el que finalmente resultó electo el presidente Enrique Peña Nieto.

Es claro que la reforma educativa tendrá que esperar o bien conformarse con pequeños e insuficientes avances.