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jueves, 28 de febrero de 2013
Tras los pasos de Raymundo Romero (bis)
1.- Prácticamente
desde hace más de un año que tomó posesión de la Secretaría General de Gobierno
del estado de Chihuahua, en sustitución
de Graciela Ortiz González, quien le dejó tirado el jale al gobernador César Duarte,
cuando Lilia Merodio terminó como candidata la senaduría por Chihuahua. A Chela
Ortiz le pasó lo que a Luis Fuentes Molinar, cuando le ganó la carrera José
Socorro Salcido; Fuentes Molinar comentó cuando en su enojo renunció a la
Dirección de Pensiones Civiles y prefirió retirarse a la Reserva de la
República: «No aguanté el salcidazo». Pero bueno en lo que estamos es que a
Raymundo Romero, periódicamente las columnas le auguran un fin próximo a su
función y siempre alegan que le falta aire y vigor para continuar en el cargo,
es evidente que quienes tienen esa idea desconocen la actividad atlética de
Romero Maldonado, que realiza desde hace décadas.
2.- Raymundo
Romero Maldonado, no es dueño de la Secretaría General de Gobierno y puede ser
relevado de ella en cualquier momento, incluso antes de que esta columna esté
impresa, pero los motivos de su retiro nunca tendrán que ver con su salud, edad
o condición física, por lo menos no en los próximos tres años. El secretario
general de Gobierno, debe ganar una carrera de resistencia a por lo menos la
mitad del gabinete y su edad si bien rebaza los 60 años, no lo acerca a ser un
anciano decrepito. No, los motivos por los cuales Romero Maldonado es
mencionado constantemente como un funcionario próximo al retiro, tiene más que
ver con las ambiciones de grupo, que con el desempeño de su función; tiene que
ver más con la pobre opinión que tiene de Wilfrido Campbell Saavedra, quien
tiene padrino de lujo en Ricardo Duarte, que en su desempeño.
3.- El secretario
general de Gobierno, del estado de Chihuahua, es un político con amplia experiencia
e incluso con un largo período de su vida viviendo en Ciudad Juárez, no
obstante que es nativo de la colonia Industrial de la ciudad de Chihuahua, es
hechura política de Armando González Soto, al igual que Carlos Manuel Salas en
sus inicios. Comprometido con la precandidatura de César Duarte Jáquez, aun
siendo compañero de piso y subordinado de Oscar Villalobos, allá en los lejanos
2009 y 2010. Es un duartista desde hace más de una década, cuando el hoy
gobernador, lo que tenía era ambición por llegar a la gubernatura y
prácticamente nada más, cuando iniciaba la construcción de los escenarios
políticos que lo llevaron a su actual posición como jefe del poder Ejecutivo.
4.- Leer
nuevamente del relevo de Romero Ramos, cuando ya tengo un año de hacerlo en
diversas columnas de trascendidos, me hace pensar en dos cosas; en que cuando
el río suena agua lleva. Pero también, me llega la reflexión de que ese lugar
suele reservarse a uno de los proyectos que se tienen para la sucesión, siempre
presente en la vida de los políticos o bien para alguien que no presentará un
problema en el proceso por llegar y que se trata de retrasar lo más posible por
el gobernador un turno, este es el caso de Romero Maldonado, quien no tiene
ambiciones por llegar a la gubernatura ya que en sus largos años dedicados a la
función pública, de hecho nunca buscó un puesto de elección popular. Más bien
los rumores vienen de las intrigas palaciegas y ciertamente el puesto no le
pertenece a Romero Maldonado, pero también es cierto que garantiza una mano
izquierda muy entrenada, conocimiento del estado y de sus grupos políticos.
(Rodrigo Borja).
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