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martes, 23 de febrero de 2010

Calderón en Juárez (II): Una bienvenida a la usanza de los sesentas



Por Antonio Pinedo

            El presidente Felipe Calderón Hinojosa, cumplió su palabra regresó a Ciudad Juárez el miércoles siguiente al jueves de catarsis que la población fronteriza vivió luego de dos años de angustia y miedo, merced a la «guerra» que los mexicanos encabezados por el «Eliot Ness» mexicano, libramos contra el narcotráfico en el mundo, aunque hasta ahora sólo es en suelo mexicano y sólo hay mexicanos muertos.

            Una bienvenida clásica
            Ahora no estuvo en la audiencia Luz María Dávila, madre que perdió a su dos únicos hijos en la masacre de estudiantes del 31 de enero, para decirle con palabras más del corazón y el sentimiento que  no era bienvenido en Juárez. No estuvieron los reclamos de grupos de la sociedad que ven como agoniza Juárez, anegada en sangre por las miles de ejecuciones que en los últimos tres años sumas cinco mil. No estuvieron los médicos para reclamar seguridad ante las extorsiones y los secuestros que se presentaron en forma alarmante en Ciudad Juárez a raíz de la «guerra» de Calderón.
En cambio hubo piropos para la seductora «primer dama», que dio pie para el comentario jocoso de Felipe Calderón «Qué pasó, qué pasó que pasó». Un joven con traje y corbata muy bien peinadito, que contrastaba con los jóvenes que afuera se enfrentaban a las fuerzas policíacas, pidió permiso para tomar la palabra, más de un padre en la audiencia, tal vez pensó que uno como esos quiero para mi hija, bien portadito y que pida permiso para todo.
El joven que se dijo hablaba por los jóvenes de Ciudad Juárez, que en realidad afuera gritaban consignas contra el presidente Calderón, ofreció la ayuda de los jóvenes para solucionar los problemas de la ciudad… fue todo un montaje, que a nadie dejó contento y que por lo menos a este columnista avergonzó, sobre todo luego de las muestras de valor civil que se vieron el jueves once de febrero en Cibeles.
Muchos fueron los ofrecimientos, se ha puesto especial énfasis, a juzgar por la cantidad de veces que se ha publicitado, en el ofrecimiento de trece mil becas para jóvenes de entre 15 y 29 años, que no hayan terminado su educación elemental, por parte de  Javier Lozano, Secretario del Trabajo y auto destapado precandidato para la presidencia de la república en el 2012.

Los enviados presidenciales
Desde el jueves once el Secretario de la Reforma Agraria, el juarense Abelardo Escobar Prieto, encabezó unas mesas de trabajo en las que se presentaron ideas, ponencias, quejas, en fin y en teoría éstas fueron presentadas al presidente Calderón el miércoles, sin embargo, el discurso del presidente fue el mismo que hace tres años, hace dos años, hace un año y  el multicitado e histórico jueves once.
Al juarense Abelardo Escobar, se une como comisionado presidencial otro nativo de esta población Luis H. Álvarez, una figura histórica del panismo juarense, estatal y nacional.
El dramatismo de la primer vista presidencial, que estaba totalmente a tono con el ambiente de angustia que se vive en Juárez, fue borrado menos de una semana después, con una serie de oradores más civilizados, de hecho quien dio la nota fue el dramaturgo Pilo Galindo, quien fue el más audaz en la ponencia el más apasionado y no olvidemos que ha militado y milita en el Partido Acción Nacional. Galindo pidió imaginación y audacia, medidas y acciones de la envergadura del problema, que es muy grande.
En menos de una semana se anuló el efecto de la primera visita presidencial, que fue espontánea, fructífera, catártica. La cabeza de El Diario, sintetiza la segunda visita presidencial: «Dejó Calderón más promesas… y dudas».
No cabe duda de que los políticos son capaces de echar a perder todo, hasta las buenas oportunidades y las ocasiones para solucionar problemas. Hasta ahora hay anuncios, de los que nos ocuparemos cuando empiecen a fructificar, por ahora la situación es que en Juárez, el número de ejecuciones no baja, la agonía de la ciudad es cada día más patente. Lo bueno es que las etapas del miedo y la incertidumbre han pasado, ya un sector de la ciudad, sobre todo los jóvenes se movilizan en las calles… algo saldrá de esto.


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