Por. Rodrigo Borja
El pasado miércoles dos eventos dejaron en evidencia el creciente poderío de los grupos criminales en Ciudad Juárez y su audacia al ordenar la renuncia de dos funcionarios estatales, a una de los cuales intentaron secuestrar a punta de armas largas en un operativo fallido por casualidad y un segundo evento el mismo día en el que rafaguearon las oficinas de Regulación Sanitaria y dejaron un ominoso mensaje.
Las renuncias tardaron en oficializarse, pero lo cierto es que desde el mismo día de los atentados ambos funcionarios: Ruth María Ayala Pérez, jefa de la Oficina Desconcentrada de Gobernación en Ciudad Juárez dejó de atender el despacho y lo mismo hizo el doctor Eduardo González Wisbrun, en ese momento titular de la Comisión Estatal para la protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris).
A la jefa de Gobernación, un comando armado, la trató de secuestrar y el intento falló porque pasaba por el lugar de los hechos un convoy de la Policía Federal y frustró el acto. Sin embargo desde ese día, la Oficina Desconcentrada de Gobernación, permaneció acéfala, hasta que desde la ciudad de El Paso, la oficialmente titular Ruth Ayala, anunció su renuncia, la posición de la licenciada Ayala, fue ocupada de inmediato por el licenciado Ángel Olivas Rico, quien ha realizado una larga carrera académica en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, y en los años de la administración de José reyes Ferriz, ocupó la Dirección de Comercio Municipal.
Como director de Comercio Municipal, el licenciado Olivas Rico, se distinguió por no acudir a su oficina, salvo en contadas ocasiones y por tomar la precaución de no enviar a sus inspectores a realizar su trabajo, para evitar, precisamente lo que sucedió a Ruth Ayala, enfrentar a las bandas de criminales, que venden protección a bares y centros nocturnos y en ello, va implícita el no ser molestados por ninguna autoridad. El licenciado Olivas Rico, demostró en los últimos tres años, que sabe navegar en tan procelosas aguas, con el simple hecho de quedarse quieto y no efectuar ninguna revisión en la noche a los bares, circunscribiendo su actividad a los vendedores ambulantes en los horarios diurnos.
En el caso de González Wisbrun, simplemente hizo mutis y hasta el momento no se ha encontrado un sustituto para el puesto, mismo que se desdibuja. En este caso, las oficinas fueron baleadas y se dejó una manta en la que se advertía con palabras fuertes, que no se metieran «con sus bares de 24 horas» y firmaba con atención «El Diego», sobrenombre con el que se identifica a uno de los jefes de «La Línea» en Ciudad Juárez, según algunas fuentes que se presumen enteradas, el único jefe en la plaza de rango, por parte de este grupo criminal.
Las repercusiones
Se ha presentado inconformidad por el cierre de Coespris. Como es el caso de Alejandro Acahua de la Cruz, quien manifestó su inconformidad porque la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COESPRIS), se mantiene cerrada luego de una semana, el Comisionado Estatal de la Comisión Para Protección de Riesgos Sanitarios (Coespris) José Luis González Fonseca solicitó que tengan paciencia, ya que su anterior titular Eduardo González Wisbrun presentó su renuncia luego del atentado que sufrió.
El comisionado estatal comentó que: «Estamos buscando el lugar adecuado no solamente para el personal sino también para los usuarios, se están analizando varios lugares, pero es importante señalar que continuamos trabajando», explicó el funcionario, ante la presión porque se reabra la dependencia.
«Le pedimos a la comunidad que nos tenga paciencia, esto es un asunto ajeno a nosotros; tanto al secretario de Salud Sergio Piña Marshall y al gobernador César Duarte Jáquez les preocupa mucho la tranquilidad de la ciudadanía en general», dijo González, según consignaron algunos medios de comunicación diarios.
La situación se presenta compleja ya que en el caso de Coespris el grupo armado destrozó a balazos los ventanales y una puerta en el actual domicilio, además de que amenazó de muerte al director y a su familia, dijo José Luis González Fonseca, comisionado estatal de esa dependencia.
La Coespris se ubica en la calle Lago de Pátzcuaro 1419, entre Simona Barba y Pedro Rosales, y permanece cerrada desde el jueves pasado, luego del atentado armado que en la madrugada de ese día, un grupo de hombres al parecer de «La Línea» realizó.
El móvil del ataque al parecer se realizó porque inspectores habían revisado bares que funcionan fuera del horario oficial y que son propiedad de un miembro del grupo criminal mencionado.
En resumen, el hombre que mandan en las noches de Juárez, «El Diego», ordena, la renuncia de dos funcionarios del gobierno estatal y estas se presentan, así de simple y grave.
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