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miércoles, 26 de enero de 2011

Tras los pasos de los Párrocos oaxaqueños

1.-Los temores sobre la seguridad del sacerdote Fernando Solalinde, párroco en Ixtepec, Oaxaca y promotor del albergue para indocumentados centroamericanos «Hermanos del Camino», están plenamente justificados. Parte de que ha denunciado repetidas veces y con valentía la colusión de las autoridades de las tres esferas de gobierno en Oaxaca, en el secuestro y extorsión de los migrantes centroamericanos, hay una serie de antecedentes preocupantes de ataques a miembros de la iglesia católica, por mantener posturas de compromiso social, como las que han puesto al sacerdote Solalinde en la atención de la esfera pública nacional e internacional, sobre todo a raíz de la denuncia del secuestro masivo de por lo menos 50 migrantes en Chahuites, Oaxaca. 

2.- Recientemente realizó una visita a la capital del país en donde se entrevistó con diversas instancias gubernamentales y organismo de Defensa de los Derechos Humanos, y fue muy claro al comentar las tácticas de dilación que el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, tuvo en el momento de su entrevista, misma que el sacerdote da por pendiente y no realizada dada la actitud evasiva del funcionario federal. Lo anterior en el marco de una creciente ola de violencia en contra de sacerdotes oaxaqueños, que han enarbolado diversas causas sociales. Debido a sus pronunciamientos desde el púlpito, en menos de dos meses un párroco fue secuestrado y uno asesinado. En tanto, persisten los hostigamientos en contra del padre Fernando Solalinde y el padre Wilfrido Mayrén Peláez.

3.- Los antecedentes son ominosos, el año pasado, al menos siete párrocos de la iglesia católica oaxaqueña resultaron agredidos. Son sacerdotes que en sus homilías se pronunciaron en contra del narcotráfico, demandaron justicia, asistieron a alguna víctima de la delincuencia organizada o convocaron a reflexionar sobre el sentido de su voto o convocaron a la defensa de los recursos naturales. En enero del año pasado Juan Loera Pineda, capellán de Ejutla de Crespo, recibió una golpiza, que lo llevó al hospital, por haberse pronunciado contra el narcotráfico; 14 de marzo, en la Comunidad de la Merced del Potrero, de la Parroquia de San Felipe Lachilló, el padre Atanasio Matías Juárez fue agredido físicamente por respaldar a los pobladores en la defensa de sus recursos naturales.

4.- Luego vino la detención del Padre Octavio Martín García Ortiz, de la parroquia de San Pedro Apóstol, ocurrida el pasado 19 de junio en Ocotlán. Fue acusado de ser autor intelectual de la emboscada donde perdió la vida Óscar Venancio Martínez Rivera, presidente municipal. García Ortiz, estaba muy comprometido en la lucha por la defensa de los recursos naturales; el 28 de julio, es asesinado del padre Salvador Wotto, párroco de Nuestra Señora de las Nieves. Se especula que el móvil del crimen fue el llamado a reflexionar el sentido del voto previo a las elecciones del 4 de julio; el 27 de agosto, el Padre Zeferino Cruz, párroco de San Martín Obispo, en San Martín Mexicapam, fue levantado, golpeado y torturado. Hasta el momento se desconoce el motivo.

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