Por Rodrigo Borja
La bomba estalló en Washington en el programa de la televisión norteamericana, el agente federal John Dodson, lo dijo, él participó en una operación para ¿deliberadamente dejar las armas ir a México?
—Si señora, la agencia fue —respondió Dodson a la conductora de «Evening news», de la cadena Colombia Broadcasting Sistem—.
Fue en la mañana del jueves pasado, aun cuando las olas han llegado a México hasta algunos días después, la agencia norteamericana para el control del alcohol, tabaco y armas de fuego, Dodson, asignado a la oficina de Phoenix, Arizona en 2010, dijo que en lugar de detener el tráfico de armas por la frontera recibió la orden de «sentarse y ver qué sucede».
Los investigadores llaman la táctica de dejar las armas «a pie». En este caso, caminando en las manos de los criminales que los usarían en México y los Estados Unidos. Los jefes del agente le dijeron que dijera que él nunca había sabido nada y ahora está arriesgando su trabajo.
Dobson, habló luego de que se harto de ver lo que todos los días se hacía en Pohenix:
—Aquí estoy. Dime que no hice las cosas que hice. Dime que no para que haga las cosas que hice. Dime que no fue así. Ahora usted tiene un nombre en él. Usted tener un cara a poner con él. Aquí estoy. Alguien ahora, dime que no fue así.
El agente Dodson y otras fuentes dicen que la estrategia de la «pistola caminando» se aprobó por el Departamento de Justicia. La idea era ver donde terminaban las armas, construir un caso grande y acabar con un cártel. Y todo era secreto guardado de México.
«Rápido y Furioso»
La documentación del caso por la CBS mostró un vídeo de vigilancia obtenidos por la cadena, donde muestra a presuntos proveedores de drogas del cártel llevar cajas de armas para sus coches en una tienda de armas de Phoenix. Las cajas que aparece en el video son largas y se presume están cargadas con rifles de asalto AK-4. Así resulta que la ATF, la agencia para el control de alcohol, tabaco y drogas, no sólo propició la operación, sino que la grabó. Los documentos muestran el resultado inevitable: Las armas que ATF dejó pasar empezaron a aparecer en escenas del crimen en México… t como ATF estaba viendo miles de armas salió a la calle... creó el grupo «Rápido y Furioso» para supervisar como fluían esas armas en la escalada de violencia en México.
Dobson, ofrece una rica información, ya que ATF era muy puntual en su seguimiento de la violencia en México: «Un e-mail indicaba: ‘958 muertos marzo 2010 mes más violento desde el 200’…la misma nota de correo electrónico: “Compraron 359 armas de fuego en sólo en marzo’, incluyendo "numerosos fusiles Barret calibre .50».
Dodson considera que ATF tiene en parte la culpa de la escalada de violencia en México y en la frontera:
—Incluso les pregunté si podía ver la correlación entre los dos. —dijo—. Los chicos compran más armas, y es más la violencia que estamos teniendo ahí abajo.
Agentes de alto rango, dijo Dodson a CBS News que confrontaron sus supervisores una y otra vez. La respuesta fue:
—Si vas a hacer un omellete , hay que romper algunos huevos—dijo Dodson.
Fue amenazado. «Ya sea que usted se preocupe o no, la gente de rango y autoridad en la Sede están prestando mucha atención a este caso ... estamos haciendo lo que prevé .... Si usted no cree que esto es divertido que está en la línea equivocada de trabajo ... Tal vez la cárcel del condado de Maricopa es su lugar y se puede obtener 30.000 dólares ... para servir el almuerzo a los internos ... ».
El 14 de diciembre de 2010, el agente Brian Terry de la Patrulla Fronteriza fue abatido a tiros. Dodson recibió la mala noticia de un colega:
—'¿Has oído acerca de la agente de la patrulla fronteriza?’. Y yo dije, Si. Y ellos dijeron 'Bueno, fue una de las armas de fuego rápido y furioso. No hay real-mente mucho que se puede decir después de eso. Dos fusiles de asalto de ATF, que había salido casi un año antes se encontraron en el asesinato de Terry.
Dodson, dijo, "me sentía culpable. Quiero decir que es aplastante. No se cómo explicarlo."
«Después de esto, yo no sé qué más puedo hacer. Pero espero que lo entiendo».
Sin embargo, dijo que miles de armas de «Rápido y Furioso» todavía están por ahí y se reclama a las víctimas en ambos lados de la frontera en los próximos años.
Operación «Rápido y Furioso» fue el nombre con el que se denominó el plan de acción que tomó la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (BAFT, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, para vender armas a presuntos criminales y dejarlas pasar hacia la frontera con México con el objetivo de poderlas rastrear y darle seguimiento, esperando identificar a los responsables que trafican armamento que luego va a parar a manos de narcotraficantes.
Lo anteriormente citado sucedió de octubre de 2009 a septiembre de 2010, tiempo en el cual se calcula que se traficaron de 1.500 a 2.500 armas que ingresaron a territorio mexicano de forma ilegal, de las cuales 797 fueron recuperadas. Todo esto pasó sin que las autoridades norteamericanas informaran o alertaran al Gobierno de México sobre el operativo y las posibles consecuencias que podría acarrear.
Asesinan a dos agentes de EE.UU.
El 14 de diciembre de 2010, el agente de la patrulla fronteriza Brian Terry fue asesinado en Arizona por presuntos narcotraficantes mexicanos. Dos meses después, el 15 de febrero de 2011, el oficial de Migración y Aduanas de los Estados Unidos, Jaime Zapata, también fue asesinado por un grupo de sicarios que emboscó la camioneta donde viajaba en San Luís Potosí.
Ahora, las autoridades estadounidenses han reconocido que los dos agentes fueron asesinados con rifles AK-47 que fueron comprados durante la operación «Rápido y Furioso», y que ingresaron a territorio mexicano como parte de esta estrategia, pero nunca pudieron rastrearlos y recuperarlos antes de que sucedieran los ataques.
Escándalo por declaraciones
Tal vez lo justo sería decir que es escandaloso el operativo de la agencia contra el alcohol, tabaco y drogas, quien en plena escalada de violencia, propicio la entrada de miles de armas a México, algunas de calibre tal que pueden destruir un tanque de guerra. Un experimento de las autoridades norteamericanas en las que se sentarían a ver como se mataba a mexicanos, en una lucha que es para evitar la entrada de droga a su ávido territorio. Mucho aún queda por saberse y escribirse sobre este asunto y no me refiero a las notas diplomáticas o protestas y condenas de los políticos mexicanos de todos los partidos y signos.s
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario