A tres años de la tragedia que cobro la vida de 49 niños en la guardería
ABC de Hermosillo, Sonora, sin que ninguno de os responsables este pagando por
el crimen, entre estos presuntos responsables una familiar de Margarita Zavala,
la esposa de Felipe Calderón, la candidata presidencial del Partido acción
nacional, Josefina Vázquez Mota retira de su equipo de campaña al chihuahuense
Juan Molinar Horcasitas.
A tres años de la tragedia y a
solo tres semanas de terminar la campaña, se atoja un intento de control de
daños, tardío y a esta altura hasta contraproducente, lo cierto es que Juan
Molinar, jamás debió haber estado y por el contrario se le debieron haber
fincados hace tres años las responsabilidades que le correspondieran por ser el
director del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Es claro que la medida responde
no a un deseo de hacer justicia o de que Molinar Horcasitas enfrente finalmente
el clamor de justicia de los padres de esas 49 víctimas, es un tardío intento
de deslinde de la candidata panista que ve como se aleja la posibilidad de
ganar la presidencia de la república, es el intento a destiempo y deshonesto
por alejar de su nombre el desprestigio del rijoso panista y ex funcionario
federal.
La llegada al tercer lugar y la
tendencia a seguir en bajada en las preferencias electorales, son el motivo, no
el afán de dejar que los aparatos de justicia haga su trabajo. Un movimiento en
mal momento, que no traerá ningún beneficio y que sólo pinta a una candidata
que está pensando en su sobrevivencia y que desde hace meses atendía las
opiniones de Juan Molinar Horcasitas en el “cuarto de guerra”.
Seguramente una salida
concertada con el ánimo de evitar que el barco se hunda definitivamente, tal
vez esta lentitud en los reflejos es lo que mantiene a Josefina Vázquez Mota a
la baya en la intención del voto, no hay entonces un autentico deseo porque se
haga justicia en la tragedia de la guardería ABC, es acallar las voces de los
padres indignados que llevan tres años clamando justicia por la muerte de sus
hijos y por los demás niños que quedaron lisiados de por vida.
Editorial 1036
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