Por Rodrigo Borja
Con el triunfo de Vicente Fox en el año 2000, el panismo chihuahuense sufrió un gran éxodo de
lideratos, lo que explica en gran medida los pobres resultados electorales que
han tenido en los procesos locales, sin embargo luego del regreso de los
priistas a Los Pinos, es de esperarse un retorno de estos políticos
blanquiazules y con su reincorporación a la política local, el panorama al
interior del partido albiazul podría sufrir cambios radicales.
Líderes como Pancho Barrio, quien es predecible
dejará la embajada de México en Canadá en breve, o el eventual regreso de Luis
H. Álvarez quien sigue siendo una especie de fuerza moral dentro del Partido
Acción Nacional, son dos de los principales líderes panistas que seguramente
harán sentir su presencia en la política doméstica de la entidad.
Diáspora
capitalina
Se han mencionado dos de los nombres más
emblemáticos, pero es de esperarse la llegada del todavía secretario de la
Reforma Agraria Abelardo Escobar Prieto, y panistas de todo calibre como Javier
Galindo Noriega, quien vio una oportunidad en el triunfo panista a nivel
nacional y fue de los que primero decidieron emigrar a la capital.
Personajes como Fernando Palma Gómez, quien constantemente
viaja a la frontera porque lo jalan las querencias o Rodolfo Bermejo, quien
alguna vez buscó la candidatura para la presidencia municipal y fue un
eficiente director de Obras Públicas en la administración de Ramón Galindo
Noriega, son sólo parte de los juarenses que tarde o temprano tendrán que
recalar.
Los Beltrán del Rio, padre e hijo, que destacaron en
la política de la capital del estado, seguramente harán sentir su presencia
nuevamente en el panismo de la ciudad de Chihuahua.
La sangría que para el panismo estatal significó el
triunfo de Vicente Fox, tendrá su contraparte en los próximos meses y
seguramente se hará notar pronto en una más cerrada lucha electoral en la
entidad de Chihuahua, que entre otras cosas dio en estos doce años una candidatura
a la presidencia de la república, ya que si bien Josefina Vázquez Mota, es
nativa del Distrito Federal, lo cierto es que inició su carrera política activa
como diputada federal por la primera circunscripción y representando a
Chihuahua, de hecho tenía radicando en
la capital del estado alrededor de cinco años cuando la política la llamó y la
llevó a un carrera acelerada que tuvo como término —hasta ahora— el llegar a
ser la primera mujer postulada al más alto cargo de elección popular, con
posibilidades reales de ganar, ya que anteriormente se había postulado a
mujeres pero por partidos testimoniales y de ese nivel habían sido sus
candidaturas.
Pancho Barrio
Conociendo lo dubitativo que es, el que fuera gran
líder político en 1986 en Chihuahua, Francisco Barrio, es de esperarse que su
llegada sea a la vecina ciudad de El Paso, en donde radica ya un buen número de
sus viejos amigos y es una ciudad a la
que visita con cierta frecuencia ahora que tiene el cargo de embajador de México
en Canadá. Es claro que la inseguridad de la ciudad que gobernó de 1983 a 1986,
no le sería atractiva para tener una residencia permanente, no obstante lo
anterior, es indudable que su regreso y cercanía tendría un impacto en la vida
del panismo juarense, ya que sus sucesores como Javier Corral, actualmente ocupando
un escaño en el Senado, no han logrado
ocupar el lugar de liderazgo del que fuera jefe de la «Familia Feliz», a lo más
que ha llegado a ser es su portavoz.
La política estatal tendrá un cambio, tal vez
gradual, pero finalmente profundo, luego del regreso de estos liderazgos
panistas a la entidad, fue su éxodo lo que mantiene a los blanquiazules como
una segunda fuerza electoral muy lejos del PRI en los procesos de elección
popular recientes.
El otro liderazgo importante que regresa, Luis H.
Álvarez, seguramente tendrá un papel más de gran oráculo y consultor que de
fuerza política actuante.
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