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jueves, 9 de mayo de 2013
El silencio absurdo
Una
buena manera de conocer a los candidatos a puestos de elección popular
—en este momento estaríamos hablando de quienes aspiran a ocupar las 67
presidencias municipales y los 22 distritos electorales al Congreso
local—, es escuchándolos conociendo su pensamiento sobre los problemas
de Ciudad Juárez o bien de los municipios o distritos por los cuales
estén en esta carrera electoral.
La
veda de un mes a realizar declaraciones que puedan ser interpretadas
como proselitismo político es una de las negaciones a la democracia.
Durante estas cuatro semanas de silencio impuesto, bueno sería que los
candidatos concedieran entrevistas a los medios de comunicación y se
pusieran bajo el escrutinio de la opinión pública para poder acércanos a
su pensamiento y personalidades; proyectos y planes.
La
medida de acortar a sólo cinco semanas las campañas, nos va a llevar a
una campaña de escaso contacto con las personas y a la sola repetición
de «slogans» por televisión o radio con alguna frase manida, como «Es
tiempo de poner orden», «Es tiempo de Juárez», «Es tiempo de crear
empleos», «Unidos venceremos», o cualquier frasecita por el estilo, que
queda abierta a múltiples interpretaciones.
La
frase que se escoja estará repetida hasta el cansancio y nada dirá,
será un enfrentamiento entre el voto duro de los dos partidos más
importantes de la entidad PRI y PAN, que no están hablando de un
programa de trabajo, de cómo solucionar los problemas que por ejemplo en
el caso de Juárez, son de inseguridad, desempleo y escasez de espacios
públicos o desatención de los ya existentes.
Será
una campaña de capacidad de acarreo, y quien tenga mayores recursos
para detectar y llevar a la urna a su simpatizantes ya sea que les sean
afines por cuestiones ideológicas o por el regalo de una despensa o
promesa de trabajo a futuro, serán los ganadores, los que tengan mejor
aceitada la maquinaria del acarreo, pero en cinco semanas no sabremos
los proyectos sobre equipamiento urbano de los candidatos, quienes no
deben esperar a ganar, para dar a conocer un programa de trabajo, sino
que al dar a conocer un programa de trabajo están invitando a que se
vote por ellos, que gane el que mejor proyecto y planes para solucionar
los problemas de la ciudad tenga, no quien en una frase con múltiples
interpretaciones la pronuncie mejor o consiga una mejor agencia de
publicidad que le mejore la imagen.
No, los
30 días de veda son un atentado a la democracia, bien que las campañas
no sean largas o por lo menos dispendiosas, pero no al grado de que sólo
en cinco semanas se crea que el electorado puede conocer a los
candidatos, sobre todo si estos no se exponen al escrutinio de la
opinión pública. En estos momentos los medios de comunicación les
deberían estar preguntando sobre todas las cuestiones posibles y ellos
exponiendo sus ideas sobre las mismas. El experimento de acortar las
campañas, no puede traer nada bueno y puede ser muy nocivo para la
democracia, tan incipiente y cuestionada en nuestro país. Se confundió
dispendioso con breve.
Editorial 1083
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