SOCIEDAD INTERAMERICANA
DE PRENSA
COMITÉ DE
PROTECCION A PERIODISTAS
REPORTEROS SIN
FRONTERAS
ARTÍCULO 19
A quién corresponda:
Por medio de la presente,
me dirijo a ustedes de la manera mas respetuosa y atenta, para que tengan a
bien darse por enterados del peligro que corre mi seguridad personal, después
de que fui amenazado en ese sentido por el
señor Osvaldo Rodríguez
Borunda,
propietario de
El Diario de Juárez, medio
de comunicación en el cual colaboré como cartonista en la página editorial, en
el periodo comprendido entre febrero de 2005 a junio de 2013.
La razón de hacer del
conocimiento de este asunto a instancias dedicadas a proteger y salvaguardar la
seguridad de los periodistas, parte de una real y bien fundada preocupación de
mi parte, dada la bien ganada fama del señor Rodríguez Borunda, quien es
ampliamente conocido en nuestra comunidad como un personaje prepotente y
autoritario, que ejerce con frecuencia su posición de influyente «periodista»
para realizar actividades francamente gansteriles.
Me permito adjuntar a este
texto, la CARTA ABIERTA dirigida al señor Rodríguez y publicada el domingo 30
de junio de 2013 en el periódico Norte de Ciudad Juárez, en la cual narro a
detalle los acontecimientos ocurridos el día 12 de junio de 2013, fecha en que
fui objeto de las amenazas mencionadas aquí.
CARTA ABIERTA A OSVALDO
RODRIGUEZ BORUNDA
“Por este conducto, le
hago saber públicamente que lo hago responsable de cualquier agresión o daño a
mi persona o a algún miembro de mi familia,
después de las amenazas que usted me lanzó, a raíz de la discusión entre usted
y yo, ocurrida luego de nuestra reunión celebrada en el edificio de su
periódico el pasado miércoles 12 de junio pasado.
“Le recuerdo que, esta
reunión, fue solicitada por iniciativa mía, para expresarle personalmente mi
molestia y rechazo al trato insolente y majadero de usted hacia mí, derivada de
nuestras abismales diferencias de concebir el periodismo.
“Debo reconocer aquí, sin
embargo, que después de casi ocho años de aquel febrero del 2005 en que usted
me mandó llamar para participar en la página editorial como cartonista, el
resultado ha sido de muchas satisfacciones y aprendizaje. Cosa que agradezco.
“Como puede usted ver, yo
tengo muy claro el significado de la gratitud, a diferencia de usted, que ve
con desprecio a quienes han construido con su talento y profesionalismo el
éxito y el prestigio del periódico.
“Es inaudito que, como ave
carroñera, se refiera a una persona ya fallecida como Elías Montañez Alvarado,
de la forma en que lo hizo, cuando todos sabemos que fue justamente en la época
de Elías y su equipo, cuando el periódico alcanzó notoriedad y el
reconocimiento social, mismo que ahora usted dilapida con sus mezquindades.
“Entiendo su ira, porque
supongo que no está usted acostumbrado a que alguien se atreva a contradecirlo,
o a protestar por alguna actitud asumida por usted, por más injusta y
arbitraria que esta sea. Lo lamento, no es mi caso.
“´No se atreva a golpearme
en otros medios, o por internet porque, a lo mejor no lo mato, pero si le pongo
unos chingadazos en el hocico’. Esas fueron sus palabras textuales, proferidas
por cierto, en presencia de su subdirector editorial, presente en la reunión.
“Por mi parte le reitero,
señor Rodríguez; si no me calló estando dentro de su periódico, menos me va a
callar fuera de él. Usted no gobierna mi
voluntad.
“Usted me coloca el
calificativo grosero de ser un cartonista “golpeador”. Lo rechazo
categóricamente. Siempre he sostenido que es un desperdicio utilizar un espacio
editorial para hacer chistes bobos e inocuos. Esa no es la función del cartón
político. La crítica social combinada con el sarcasmo y el humor es la esencia de nuestro trabajo.
“No somos los chistositos
o bufones de la página editorial. Usted se equivoca. Tenemos una opinión propia
que expresar”.
“¿Cómo se atreve usted a
calificarme de ‘golpeado’? ¿Con qué calidad moral?
“Su desfachatez y cinismo
no tiene límites, señor Rodríguez. Después del lamentable episodio suscitado
entre usted y Federico de la Vega, en el que usted se dedicó a golpearlo con
saña a través de una alevosa campaña periodística contra él y su familia, en
los que se dio usted vuelo lanzándole toda clase de insultos y acusaciones, en
una clara vendetta de su parte porque De la Vega, ejerciendo su legitimo
derecho, le retiró el acuerdo comercial con su periódico.
“Toda la comunidad fuimos
testigos de la manera tan grotesca y vergonzosa que tuvo usted que tragarse sus
palabras en un extenso trabajo publicado en su propio periódico, “en el que se
deshizo en elogios hacia Federico de la Vega. Exactamente todo lo contrario a
lo que antes había afirmado.
“’El empresario licorero, el
magnate que es corresponsable de la inseguridad pública y los accidentes viales
por causa del desmedido consumo de alcohol en la ciudad, el hombre que ejerce
la pena de muerte de facto en sus tiendas”, entre otros epítetos,
desaparecieron como por arte de magia para dar paso al “ciudadano ejemplar,
filántropo, principal impulsor de la cultura y el deporte’.
“Curiosamente, después de
su bochornosa genuflexión ahora vemos, no sin sorpresa, la reanudación comercial
con Grupo De la Vega.
“Usted me espetó,
iracundo; ‘No me falte al respeto, Lazos’. Nunca fue ni será esa mi intención.
No hace falta; usted se falta al respeto a sí mismo.
“Usted me reclama porque,
en el cartón que despertó su enojo, reproduje las declaraciones de Vicente Fox
con respecto a la legalización de la mariguana, en el sentido de su disposición
para cultivarla y su sugerencia de expenderla en las tiendas Oxxo.
“Sobra decir que ese fue
un tema destacado en la prensa nacional
e incluso, revisando los cartones políticos, casi todos se ocuparon de él.
“Pero usted lo que no me perdona
es que haya mencionado a los Oxxo porque, ‘¿Cómo es posible que esté golpeando
a una casa comercial patrocinadora del periódico’. ‘Si ya tuve un problema con los Del Rio, no voy a tener otro con los Oxxo por su culpa”.
“Usted, señor Rodríguez, que
afirma que yo no soy lector, sino un simple ‘golpeador, ignoraba la declaración
completa de Fox, dando por hecho que la cita de los Oxxo fue una iniciativa irresponsable de mi parte. Obviamente,
cuando le demostré su equivocación, usted no fue capaz de aceptar la injusticia
y se sostuvo en su postura. Evidentemente, la humildad no es una de sus
virtudes.
´”Finalmente, que sirva la
presente carta abierta, para manifestar con toda franqueza que sus amenazas si
me inquietan y me preocupan sobre todo por mi familia, pero no me amedrentan.
“Mi dignidad, que es lo
más valioso que tengo, sigue intacta. ¿Puede usted decir lo mismo?”.
Hasta ahí la carta. De
antemano, agradezco infinitamente su apoyo y solidaridad en este delicado
asunto, así como las medidas preventivas que ustedes juzguen conveniente tomar,
ya que esto es motivo de alarma e intranquilidad también entre los miembros de
mi familia.
Muchas gracias.
Atentamente:
Félix Manuel Lazos Ibarra
ccp.
Lic. Cesar Duarte Jáquez,
Gobernador del Estado de Chihuahua
Lis. Carlos Manuel Salas,
Fiscal General del Estado de Chihuahua.
Ing. Héctor Murguía Lardizábal.,
Presidente municipal de Juárez
Dr. Raúl Plascencia Villanueva,
Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
Lic. Jesús Murillo Karam,
Procurador General de la Republica
Lic. Miguel Ángel Osorio Chong,
Secretario de Gobernación
Javier Sicilia,
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad