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viernes, 5 de julio de 2013
El sello de la frontera
Ya
fue anunciado por voceros del Senado de los Estados Unidos, los cambios
a la Reforma Migratoria, que entre otras cosas traerá un mayor control y vigilancia en la frontera, con lo que se está negando la calidad de buena vecindad que en el discurso existe entre los dos países.
Las
medidas acordadas de manera unilateral, aun cuando se podría apelar a
la colaboración binacional, para resolver el problema, conlleva el
aumento de agentes en los tres mil kilómetros de frontera, actualmente
la misma es vigilada por un personal que alcanza 21 mil agentes, mismos que se planea elevar a 40 mil.
Otra
medida es construir un cerco en alrededor de 700 kilómetros y vigilar
las 24 horas del día con aviones no tripulados; una frontera
militarizada y con medidas que hacen pensar en el Muro de Berlín.
El
costo del programa es de 50 mil millones de dólares, y saldrán de
cobrar a los once millones de indocumentados que serán regularizados en
el mediano y largo plazo como residentes o ciudadanos del vecino país.
La idea es que por los trámites de residencia legal o ciudadanización se
cobre y de esos ingresos se pueda financiar la militarización de los
tres mil kilómetros de frontera.
Las
medidas que todavía están en proceso de aprobación en las cámaras, son
consideradas un hecho por lo menos en lo que se refiere a la Cámara de
Senadores, en donde tuvieron su origen.
Es
de preverse que a nivel de ciudades fronterizas de ambos lados la vida
se volverá más difícil, sobre todo entre Ciudad Juárez y El Paso, dada
la integración económica y familiar entre ambas ciudades, misma que ya
sufren de largas filas y horas de espera para cruzar la frontera, sin
importar a las autoridades en Washington, que entre las poblaciones
juarenses y paseña, se tiene una integración tal que las familias aun
unidas, en miles de casos viven parte en México y otra parte en Estados
Unidos, o bien algunos viven en una ciudad y trabajan en la otra, y esto
es valido para ambas urbes.
Malos
presagios por la reforma migratoria y el endurecimiento de las medidas
para evitar cruce de indocumentados; ya paseños y juarenses sufren las
medidas tomadas luego del Once de Septiembre y lo que se vislumbra
empeorará la situación.
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