Por Rodrigo Borja
Como
en la «Guerra fría» cualquier escenario es propio para dirimir diferencias, así
paso en la reciente elección de presidente de la Cámara Nacional de Comercio,
delegación Juárez, en donde midieron fuerzas el gobernador César Duarte y el
aspirante a la gubernatura Héctor Murguía Lardizábal. Es conocido de todos el
resultado en el que Alejandro Ramírez Ruiz ganó tres votos a uno al presidente
saliente Carlos Escobar Roybal.
Desde
hace por lo menos seis años, el grupo de interés político y económico encabezado
por Murguía Lardizábal, era quien determinaba las alecciones de presidente de
la Canaco, era un bastión tetista, como lo fue por cerca de 14 años la Cámara Nacional
de la Industria de la Transformación.
Las
cámaras empresariales en nuestra ciudad han sido históricamente plataformas
políticas; más alcaldes ha dado la
presidencia de la CANACO, que la presidencia del Comité Directivo
Municipal del Partido Revolucionario Institucional, a Ciudad Juárez.
Situación
similar ha sido la del Centro Coordinador Empresarial y el Partido Acción
Nacional.
La pérdida de CANACINTRA
Fue
en Canacintra en los inicios de los años noventas, cuando se inició la carrera
política de Héctor Murguía Lardizábal, quien como lo había planeado, utilizaba
como plataforma de lanzamiento al organismo empresarial, por cierto con gran
éxito, ya que para 1994, daba la sorpresa de ser lanzado como candidato del PRI
a la Senaduría de segunda fórmula y en ese 1994, con un gobierno estatal
panista en mal momento, logró ganar con Luis H. Álvarez enfrente.
En
1992, también como resultado de su trabajo político al frente de Canacintra,
había figurado en la terna del PRI a la alcaldía de Juárez: José Luis Canales
de la Vega, Rómulo Escobar y Héctor Murguía Lardizábal, en ese orden estaba la terna,
de la cual finalmente salió el primero de los tres mencionados.
Luego
de tres lustros de dominar a la Canacintra, como una especie de jefe político
que designaba presidente tras presidente, Gabriel Flores Viramontes, quien
había sido impulsado por el propio Teto, acabó con la hegemonía del tetismo en
la cámara de los industriales.
Tras
la pérdida de Canacintra por parte de este grupo encabezado por Teto Murguía,
se presentó la oportunidad de repetir la faena ahora en Canaco, de hecho uno de
sus colaboradores principales Juan Salgado, salió de la presidencia de las cámara de los comerciantes para sumarse a
su gabinete y fue quien le allanó el camino para apoderarse de la Canaco… hasta
ahora.
La operación politica
Las
planillas, nos hablan de las tendencias políticas, la Blanca, buscando la
reelección, llena de tetistas incluso algunos históricos, como Eduardo Milán
Montenegro, quien participo a principio de los noventas en la «toma» de
Canacintra
La
planilla tetista fue la blanca
encabezada por Carlos Escobar Royval, actual presidente de Canaco. Acompañado
de Raúl De León Anzures, Eduardo Milán Montenegro, Rogelio Ramos Guevara, Jorge
Orlando Pérez Gutiérrez y Luis Manuel Portugal. Elizabeth Villalobos Luna, José
Luis García Arenas, Roberto Carlos Kong Baquier, Filiberto Portillo Rocha y
Fernando Alberto Romero Lozano, este ultimo ex funcionario municipal tetista al
igual que Escobar Roybal.
Se
enfrentaron a la planilla que operó políticamente para su primo el gobernador
Nacho Duarte Murillo, quien ayudo a su amigo el dueño de las ópticas Franklin Alejandro
Ramírez Ruiz, quien era acompañado en la planilla Roja, por Gilberto Cueva
Pizarro, Rubén Díaz Navarro, Josefina Almunia, Ramón Eduardo Martínez
Siqueiros, Rogelio González Alcocer, Rafael Martínez Reyes, Rubén Hernández,
Hugo Andrés Maldonado Marín y José Alejandro Becerra y Octavio Muñoz Corral.
La
tunda a Teto contó con la anuencia de los dueños de OXXO, Superrettes y de los
Smart, que juntos son centenares de votos. En la arena política se sigue
anotando tantos el gobernador César Duarte, contra el ex alcalde Héctor Murguía
Lardizábal.
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