Ebrios manejando

En las últimas semanas se ha incrementado notablemente el número de infracciones por manejar en estado de ebriedad. Las multas de la autoridad correspondiente por manejar pasado de copas previamente fueron aumentadas de manera notable, a miles de pesos.

Lo anterior ha ocasionado que prácticamente a las afueras de los bares se instalen retenes de la Dirección Municipal de Tránsito, para sancionar a quienes conduzcan un vehículo en estado de ebriedad, lo cual tiene más de una lectura.

Por una parte es una sana medida preventiva para proteger la vida del que conduce y de terceros que podrían verse perjudicados por un conductor en estado inconveniente, como múltiples veces ha ocurrido, muchas de ellas con resultados funestos. Desde ese punto de vista es pertinente la acción de las autoridades municipales, quienes están cumpliendo con una acción preventiva.

Por otra parte, muchos de los multados o bien «mordidos» con motivo de esta medida, alegan que no tienen los agentes, los medios científicos para determinar si el conductor está en estado de ebriedad o simplemente se tomó una cerveza y trae aliento alcohólico.

En el segundo caso, se presta sobre todo a la mordida, de las grandes, porque la infracción es de más de tres mil pesos, entonces un conductor sorprendido con aliento etílico o en algún grado de ebriedad está expuesto al criterio de los agentes policíacos, quienes en muchas ocasiones usan su propio olfato como «alcoholímetro» y también está en sus manos arreglarse «in situ», con un mínimo de mil pesos o bien remitirlo a la delegación.

Prevenir que guiadores ebrios estén al frente de un volante es una de las tareas importantes de la Dirección de Tránsito y un retén parece una buena medida, aquí lo que se tiene que cuidar, para no llegar a abusos e injusticias es que se determine muy bien cuando es ebriedad y cuando simplemente aliento alcohólico, lo cual requiere de un medico consciente y responsable en los retenes y de los instrumentos confiables para esa medición. De otra manera se van a estar cometiendo más injusticias y lesionando el bolsillo del fronterizo que se encuentra muy empobrecido.                                           Editorial 1177